Bueno, yo llevo 5 años con las eléctricas y he tenido algunas guitarras y probado muchas otras y hay una guitarra con la que me siento 100% a gusto y no la cambiaría por nada y es la primera que tuve: Una Epiphone Les Paul Standard, que solo lleva de serie la madera, todo lo demás está hecho a mi gusto después de probar muchos tipos de pastillas etc.
Es una guitarra de gama media - baja y está claro que en el futuro me voy a comprar una de mayor gama pero por ahora y después de haberla comparado con muchas otras es la que me satisface al 100%, no se si será porque es la que llevo tocando desde que empecé o el gran cariño que le tengo pero no la cambiaria por nada (He probado Gibsons Les Paul Standard, Studio y una Custom negra, que sé lo que digo) y nada, al probarlas echaba de menos a mi Epi xD)
Saludos
#3 pues sinceramente, no te diría que cambies tu epi si es con la que estás agusto. A veces nos da vergüenza lo que pone en la pala. De mis tres eléctricas (fender strat MIM, fender strat USA e Ibanez aj75-jazzera culona-), la que más gusto me da tocar y con la que me arrojo a cualquier bolo por mas malo que lleve el día es la strat MIM. La primera decente que me pillé, mastil suave, pastillas cambiadas y golpes por doquier. Muchas veces el factor emocional saca más de nuestras manos que lo que ponga en la pala. La principal es la made in usa, pero no hay bolo en la que no venga conmigo la mim, aunque no la utilice.
#2 veo que tienes claro lo que quieres! Jajajajaj
Bueno, creo que esto de la satisfacción es un problema psicológico muy habitual en nuestra sociedad. Nos invaden con tantas posibilidades que estamos siempre preguntándonos "¿habré escogido correctamente? ¿me habré equivocado? ¿Y si hubiera comprado esta otra?". Nos han vendido la moto de que el tener poder de elección es un sinónimo de libertad y que la libertad un sinónimo de felicidad.
A algunos de los que visitamos el foro nos ha ocurrido que nos hemos vuelto locos por conseguir una guitarra concreta, la hemos visto anunciada en Internet, o a la venta en el mercado de segunda mano, nos hemos pasado horas mirándola, comprobando sus características, alucinando con lo bonita que se la ve en la foto. Un día decidimos sacar el dinero de la cuenta bancaria y comprarla: Va a ser mía. Es una excitación enorme la espera hasta que la guitarra llega a nuestra casa, envuelta en tantos plásticos y cartón. Abrimos el estuche, el olor, los colores y... ¡Dios! ¡Qué sensación! ¡Mi guitarra! Esta es la que me va a satisfacer completamente todas mis necesidades. Esta va a ser la definitiva, LA GUITARRA con mayúsculas: MI GUITARRA. La tocamos, la tocamos, al principio nos da algo parecido a la felicidad ¡Dios, qué placer, sigue, sigue, no pares...! El otro día me casqué un solo con mi superguitarra en el concierto... Pero poco a poco, una semana, un mes, un año... Esa otra guitarra más. Eso sí, la coges mucho cariño, te encuentras muy cómodo con ella, no tiene ningún problema y además te has adaptado perfectamente a su mástil, no hay ningún motivo para venderla pero... Si pudieras te comprarías otra, la que viste el otro día en el foro en Sunburst ¡Qué pasada de guitarra! Estarías incluso dispuesto a vender la Telecaster esa que suena tan bien, que no es tu preferida pero es la que llevas a todos los ensayos. Y te pones una excusa: quiero probar otros sonidos, quiero probar otras cosas.
Este patrón que se repite en algunos de nosotros no es más que una manera de tener a la mente entretenida y no sentirnos. Si tienes un problema personal, te ha dejado la novia, hasta las narices de tu trabajo, sientes que tus relaciones con tus amigos no van muy bien, te sientes frustrado por la marcha de tu grupo... El problema que sea... Qué fácil es evadirse en el mercado de segunda mano de guitarras. Te pones a mirar las ofertas de venta y te olvidas de los problemas. Y en el proceso de compra venta, la excitación es tal que no tienes porqué acordarte del dolor que te ha producido la ruptura con tu novia o lo mal que va en el proyecto del grupo en el que te embarcaste y pusiste tanta energía.
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Nos educado para tener la mente siempre activa y "NO ABURRIRNOS", y la adquisición de guitarras en una manera de estar con la mente ocupada. De ahí el GAS, Síndrome de Adquisicón de "Aparatos" (Gear)
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Hola Fernando.....
Pueden haber pasado por mis manos ( por distintos motivos ) unas 150 guitarras,como poco.
Mias personales son 7...y he llegado a la conclusión de que la mejor guitarra es la que uno mismo se va ajustando a capricho.Poniendo y quitando la terminas encontrando....Tambien he llegado a comprobar que el GAS no te deja encontrar tu guitarra ideal y pensamos que solo por que una tiene buena pinta va a ser mejor que la otra.....
Actualmente la que mas uso es una guitarra cambiada con un compañero del foro hecha a piezas,eso si,con componentes de calidad,y me está dejando impresionado.......
Por poner un ejemplo,nunca pude con las Stratos hasta que descubrí el puente con dos puntos de apoyo.....Nunca he podido con las LP hasta que no he encontrado una con un mástil que le vaya a mis manos..en fin...Si has encontrado una guitarra que te guste como suena,dale un tiempo y modifica lo que no te guste,un dia,cuando llegue..sentiras que esa guitarra es la tuya.....ya lo veras..
Saludos
Totalmente de acuerdo. Lo de el gas es una forma de evasión como otra. Ni más ni menos.
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