Por supuesto que quien no genere nada como autor no tiene porque cobrar ... lo malo es quien y como se decide el que genera y el que no, pero vamos si a alguno le quitan la cartera y luego con dos sugus limosneros está contento allá el.
Luego está lo que se cobra y a quien se le cobra ...
... digamos que soy churrero, y a mi entender los churros que vendo son los mejores del mundo por lo que estimo que solo por pasar delante del puesto y olerlos debe de pagar la gente, o si no que no salgan a la calle que está claro que salen por mis churros, se les deberia seguir a todos con un satelite las 24 horas del dia y veriamos cuanta razón tengo, pero cuando se niegan es porque algo tendrán que esconder.
Encima a 30 euros la unidad que es lo que pienso que valen me compran pocos y voy llorando por los despachos del ministerio de industria churrera para que me den ayudas salidas del bolsillo de todos esos desagradecidos tuvieran o no que ver con mis churros en alguna ocasión.
Es obvio que este trabajo desgasta mucho porque estás to el dia metio en harina y como está el tiempo tampoco es cosa de estar to el dia a la intemperie y tengo que asegurarme mi vejez (y a ser posible también la de mis hijos y nietos) y la de mi colaborador que antaño fue churrero y ahora lo tengo pa vocear la mercancia e increpar a los odiosos viandantes, como veis solo exijo lo que todos esos desgraciados que alguna vez disfrutaron de mi excelencia culinaria quieren negarme.
Por supuesto no toda la gente es así, Don Vito suele venir todos los dias a por su media docena acostumbrada, que paga escrupulosamente un joven deficiente mental con el que se ve a trabado amistad a base de hostias, reconforta ver que aún queda gente honrada. Yo solo pido lo que es mío y la verdad poco me importa de donde salga.
En cuanto a que salgan a relucir ciertos reputados nombres lo considero normal, ya que dado lo que les supone este asunto de forma contante y sonante al menos tienen una excusa por pobre que sea para ser unos miserables y en muchos casos ejercer activamente como tales.
Lo que no deja de asombrarme es la amplia legión de afectos a esta fe (in god we trust) que ni siquiera cuentan con esa excusa, y con radical fanatismo la defienden hasta sus últimas consecuencias...
... adictos al bingo parroquial de la santidad, delatores acreditados vecinales, carne de cañon para la maquina de morfeo, esbirros biónicos programados por supervillanos ineptos que prescindiran de ellos cuando dejen de ser útiles, acolitos desparasitadores de un Azathoth de cine de barrio...
... a pesar de que lo más seguro como dije al principio es que mientras viven su sueño de los justos, por un lado les den las sobras del banquete y por otro le esten metiendo la mano en la cartera, mientras vociferan y se comen los mocos.
Que raro es el mundo.