En esos casos suele resultar muy útil grabar tus improvisaciones para analizarlas a posteriori.
Hay 2 aspectos que resultan bastante importantes para que resulte "coherente":
- Resolver sobre las notas del acorde (normalmente sobre la fundamental, 3ª o 5ª).
- Llevar el ritmo, cuidando que las notas que utilizas en la improvisación guardan una relación directa con el ritmo de la base. Esto es que tengan una duración de blancas, negras, corcheas, tresillos, semicorcheas, algunas figuras con puntillo... Parece una obviedad decirlo pero cuando se comienza a improvisar, se infringe este punto más de lo que se cree.
Una buena opción para trabajar esto adecuadamente, es reducir el uso de notas a 3 ó 4 nada más, sin cambios de posición ni nada, para poder centrar tu atención en el aspecto que quieres mejorar (esto ya lo recomienda S.Vai desde hace mucho). Según vayas interiorizando esos conceptos y ya no te resulte necesario concentrarte en ello porque ya lo logras hacer mecánicamente, podrás ir mejorando tu fraseo fijándote en otros puntos (matización de notas, uso de silencios, variedad rítmica, mayor uso de recursos armónicos...).
Pero ten por seguro que a la larga, la forma de ir mejorando será la de abordar cada uno de esos puntos de uno en uno. Si tratas de mejorarlo todo a la vez te saturarás y no mejorarás ninguno.
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