Yo no he fracasado...
Yo SIGO fracasando.
Hasta la derrota final!!!
Yo SIGO fracasando.
Hasta la derrota final!!!
Razones por las que has fracasado con la música
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kennedy escribió:no tener suficiente talento
Yo en eso no estoy deacuerdo contigo pq estoy harto de ver videos de gente tocando en la calle que son verdaderos crack con muchisimo talento, en cambio rosalia, el canto del loco, amaral o cualquier cantante de reggaetón famoso o el paquirrin, han triunfado y no valen nada, es vergonzoso el panorama, aquí en españa hay gente muy buena con mucho talento y han fracasado.
La vida es muy injusta.
Starivok escribió:y si no, montamos una,banda tributo o una orquesta de versiones, eso no fallaEntonces fracasamos por no ser reagateoneros
Creo que ya les conté que hoy probé el dichoso juguete del chatgpt. A propósito del tema y ya que no puedo parar de dejar de jugar con este juguete hoy; es que le pedí a esta iA:
"puedes escribir la historia de un guitarrista que pese al éxito de sus canciones se encuentra deprimido y tiene un triste final"
Y aqui van dos versiones de la respuesta: ( creo hasta saber de quien habla : Kurt.C.)
Érase una vez un talentoso guitarrista,
Cuyas melodías encantaban al universo entero.
Sus dedos danzaban sobre las cuerdas con destreza,
Creando armonías que tocaban el corazón más sincero.
Las multitudes lo aclamaban en cada concierto,
Sus canciones se elevaban hasta el infinito.
Pero tras ese éxito y fama deslumbrante,
Un abismo oscuro se escondía en su espíritu.
A medida que sus acordes se volvían más dulces,
Su alma se sumergía en la más profunda tristeza.
Las luces brillantes del escenario no podían llenar,
El vacío que habitaba en su frágil naturaleza.
Sus letras, cargadas de dolor y desesperación,
Eran un reflejo de su propia lucha interna.
Susurros de angustia que emergían de su guitarra,
Desgarrando su alma con cada nota taciturna.
El éxito no podía sanar sus heridas,
Las sonrisas falsas no aliviaban su dolor.
La fama lo consumía lentamente,
Dejándolo atrapado en su propio abismo interior.
Sus serenatas expresaban su tormento silencioso,
Una llamada de auxilio en cada estrofa sombría.
Pero el mundo solo veía el brillo superficial,
Mientras él se hundía en una noche interminable y fría.
Finalmente, llegó el día en que su alma se quebró,
La guitarra calló y su voz se desvaneció en el aire.
Las sombras lo envolvieron en su abrazo sombrío,
Y el peso de la depresión se volvió insoportable de llevar.
Sus seguidores lloraron la pérdida de su talento,
Pero pocos conocían la batalla que había librado.
El guitarrista encontró su paz en la eternidad,
Escapando del sufrimiento que tanto lo había agotado.
Así concluye la historia del guitarrista desdichado,
Cuyo éxito no pudo salvar su alma desolada.
Que su música y su tristeza perduren en el recuerdo,
Recordándonos que incluso los artistas pueden caer en la oscuridad más abismal.
VERSIÓN 2
Había una vez un talentoso guitarrista,
Cuyas notas vibraban con pasión y emoción.
Sus canciones llenaban los corazones de alegría,
Y su fama se extendía por cada rincón.
El éxito lo rodeaba como un manto dorado,
Las multitudes aclamaban su arte sin cesar.
Pero en su interior, una tristeza oculta lo consumía,
Y susurros de melancolía no dejaban de resonar.
Cada acorde que tocaba era un grito de dolor,
Sus canciones expresaban su alma en agonía.
A pesar del aplauso y la fama que cosechaba,
La tristeza en su corazón persistía día tras día.
La música era su refugio, su única liberación,
Pero no podía escapar de la sombra de la depresión.
Las lágrimas se confundían con el sonido de su guitarra,
Mientras el éxito se desvanecía en la desesperación.
La soledad se convirtió en su compañera constante,
A pesar de estar rodeado de admiradores y fans.
Sus sonrisas en el escenario eran solo una actuación,
Mientras su espíritu se sumergía en abismos sin fin.
La fama no podía llenar el vacío en su interior,
Y el peso de la tristeza se volvió insoportable de llevar.
Las luces brillantes se apagaron una fría noche de invierno,
Cuando decidió que no podía más, que debía alejarse del mundo vulgar.
Los seguidores quedaron en shock y desconcierto,
Sin entender el dolor que el guitarrista llevaba en su pecho.
Sus canciones ahora resonaban como lamentos perdidos,
Un testamento silencioso de su trágico despecho.
En la oscuridad de su habitación, encontró su triste final,
La guitarra descansaba en silencio, sin más acordes que ofrecer.
La fama y el éxito no pudieron salvarlo de su tormento,
Y el mundo perdió a un genio musical, sin poderlo comprender.
Así concluye la historia del guitarrista atormentado,
Cuya música encantó pero no pudo salvar su alma.
Que su tristeza y su legado perduren en la eternidad,
Recordándonos que incluso los más brillantes pueden sucumbir ante la oscura calma.
Edit el emoticón lo puse para separar párrafos ya que el copia y pega no se arregla, no se si fue el mas afortunado para elegir.
"puedes escribir la historia de un guitarrista que pese al éxito de sus canciones se encuentra deprimido y tiene un triste final"
Y aqui van dos versiones de la respuesta: ( creo hasta saber de quien habla : Kurt.C.)
Érase una vez un talentoso guitarrista,
Cuyas melodías encantaban al universo entero.
Sus dedos danzaban sobre las cuerdas con destreza,
Creando armonías que tocaban el corazón más sincero.
Las multitudes lo aclamaban en cada concierto,
Sus canciones se elevaban hasta el infinito.
Pero tras ese éxito y fama deslumbrante,
Un abismo oscuro se escondía en su espíritu.
A medida que sus acordes se volvían más dulces,
Su alma se sumergía en la más profunda tristeza.
Las luces brillantes del escenario no podían llenar,
El vacío que habitaba en su frágil naturaleza.
Sus letras, cargadas de dolor y desesperación,
Eran un reflejo de su propia lucha interna.
Susurros de angustia que emergían de su guitarra,
Desgarrando su alma con cada nota taciturna.
El éxito no podía sanar sus heridas,
Las sonrisas falsas no aliviaban su dolor.
La fama lo consumía lentamente,
Dejándolo atrapado en su propio abismo interior.
Sus serenatas expresaban su tormento silencioso,
Una llamada de auxilio en cada estrofa sombría.
Pero el mundo solo veía el brillo superficial,
Mientras él se hundía en una noche interminable y fría.
Finalmente, llegó el día en que su alma se quebró,
La guitarra calló y su voz se desvaneció en el aire.
Las sombras lo envolvieron en su abrazo sombrío,
Y el peso de la depresión se volvió insoportable de llevar.
Sus seguidores lloraron la pérdida de su talento,
Pero pocos conocían la batalla que había librado.
El guitarrista encontró su paz en la eternidad,
Escapando del sufrimiento que tanto lo había agotado.
Así concluye la historia del guitarrista desdichado,
Cuyo éxito no pudo salvar su alma desolada.
Que su música y su tristeza perduren en el recuerdo,
Recordándonos que incluso los artistas pueden caer en la oscuridad más abismal.
VERSIÓN 2
Había una vez un talentoso guitarrista,
Cuyas notas vibraban con pasión y emoción.
Sus canciones llenaban los corazones de alegría,
Y su fama se extendía por cada rincón.
El éxito lo rodeaba como un manto dorado,
Las multitudes aclamaban su arte sin cesar.
Pero en su interior, una tristeza oculta lo consumía,
Y susurros de melancolía no dejaban de resonar.
Cada acorde que tocaba era un grito de dolor,
Sus canciones expresaban su alma en agonía.
A pesar del aplauso y la fama que cosechaba,
La tristeza en su corazón persistía día tras día.
La música era su refugio, su única liberación,
Pero no podía escapar de la sombra de la depresión.
Las lágrimas se confundían con el sonido de su guitarra,
Mientras el éxito se desvanecía en la desesperación.
La soledad se convirtió en su compañera constante,
A pesar de estar rodeado de admiradores y fans.
Sus sonrisas en el escenario eran solo una actuación,
Mientras su espíritu se sumergía en abismos sin fin.
La fama no podía llenar el vacío en su interior,
Y el peso de la tristeza se volvió insoportable de llevar.
Las luces brillantes se apagaron una fría noche de invierno,
Cuando decidió que no podía más, que debía alejarse del mundo vulgar.
Los seguidores quedaron en shock y desconcierto,
Sin entender el dolor que el guitarrista llevaba en su pecho.
Sus canciones ahora resonaban como lamentos perdidos,
Un testamento silencioso de su trágico despecho.
En la oscuridad de su habitación, encontró su triste final,
La guitarra descansaba en silencio, sin más acordes que ofrecer.
La fama y el éxito no pudieron salvarlo de su tormento,
Y el mundo perdió a un genio musical, sin poderlo comprender.
Así concluye la historia del guitarrista atormentado,
Cuya música encantó pero no pudo salvar su alma.
Que su tristeza y su legado perduren en la eternidad,
Recordándonos que incluso los más brillantes pueden sucumbir ante la oscura calma.
Edit el emoticón lo puse para separar párrafos ya que el copia y pega no se arregla, no se si fue el mas afortunado para elegir.
#31 La guitarra sirve para eso pero hay gente que le encuentra otras utilidades. Estoy contigo.
Vaya ripios más horribles. Desde luego, como poetisa le queda mucho por aprender al trasto ese.
Sí, pero de dolor al ver rimar infinitivo con infinitivo y cosas así. Mi sentido estético se me ha irritao.
A mí los que me dan pena
son aquellos guitarristas
que con camisas de seda,
permanente de peluquería,
letras de amor facilonas
y melodías de perogrullo
se dicen grandes artistas,
cuando más parecen mariconas
en el día del orgullo.
No se me ofenda naide.
A mí los que me dan pena
son aquellos guitarristas
que con camisas de seda,
permanente de peluquería,
letras de amor facilonas
y melodías de perogrullo
se dicen grandes artistas,
cuando más parecen mariconas
en el día del orgullo.
No se me ofenda naide.
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