Al final Juan Brieva no me cogía el teléfono ayer y no quería esperar hasta el viernes que volvía a tener abierto el taller por la tarde así que se la he llevado a Diego Vila, que tiene el taller en mi barrio -Lavapiés-. En el trato desde luego majísimo, ya os contaré qué tal el trabajo -lamentablemente la fisura tenía poco arreglo ya, la tapa estaba abierta, maldita ciudad en medio del desierto...-
Bueno, suerte con la reparación y ya nos dirás qué tal el luthier. Que nunca está de más saber dónde hay buenos...
Recogí hoy la guitarra. El acabado es bueno, y mi humilde oído no nota pérdida de sonido -pero bueno, las cuerdas están muertísimas, que conste-. El precio me parece razonable: le puso un refuerzo por dentro y me llenó la fisura con pasta de madera, total 30 euros.