Yo creo que también es importante tener en cuenta el contexto de cada uno.
No es lo mismo un profesional del blues con 25 años de carrera que un chaval de 15 años que acabe de empezar en una banda punki.
El primero tiene mucha experiencia detrás, oído, seguro que ensaya en un lugar adecuado, ya es capaz de escucharse a sí mismo y a los demás y diferenciar bien lo que está sonando, seguro que toca en salas con buenos micros y PAs, la exigencia que le pide al instrumento es mayor… y todo eso ayuda a reconocer diferencias entre las gamas.
Si por ejemplo eres una persona que toca usando un sonido más bien tirando a mucha distor (que comprime el sonido y mata dinámica), que toda la vida ha tocado en locales de ensayo más o menos cutres con el ampli o un equipo de voz o la batería pegándote en la oreja a carajo sacado, que cuando ensayas estás más pendiente de lo que tú estás tocando que de escuchar la suma de las partes, que das unos pocos bolos al año en salas con equipo destartalado y que rara vez grabas en un estudio profesional, pues es más difícil notarlas.
Además, para poder comparar de verdad, creo que es importante haber tocado muchas guitarras de todo tipo durante mucho tiempo y en diferentes situaciones (tocarlas durante un rato en una tienda o porque te la dejó un amigo en un local no sirve para formarse una opinión de peso). Obviamente esto no está al alcance de todo el mundo porque hace falta tiempo y dinero… casi ná!
Y para terminar, creo que donde más se ven las diferencias entre las guitarras es en un estudio de grabación profesional. Ahí, no sé bien por qué, todo queda absolutamente al desnudo: guitarra, ampli, pedales… y guitarrista.
Y dicho esto: lo importante es SER FELIZ con lo que se tiene. Y por encima de eso, hacer buenas canciones o, si quieres vivir de esto, hacer canciones que le guste a la gente, da igual si con una Squier o con una Fender o si con un sintetizador.
Perdonad por la parrafada.
Un saludo y keep on rockin’!!!