Por fin, tras seis años de ruptura, la superbanda de Chicago nos presentó hace menos de un mes su nuevo trabajo, que marca una nueva etapa en el grupo con Billy Corgan y Jimmy Charberlin como únicos supervivientes e incorporando a una bajista, Ginger Reyes, y a un guitarrista, Jeff Schroeder, nuevos.Ciertamente las expectativas de que el nuevo material estuviera al nivel que la banda ofreció con trabajos tan sublimes como Gish, Siamese Dream o Mellon Collie & The Infinite Sadness, eran bajas, dada la trayectoria irregular que tomaron con sus últimos trabajos, aunque sobre la calidad de estos hay multitud de opiniones.
El estilo que seguiría Zeitgeist era en cierto modo previsible, sobre todo tras escuchar los dos Machina (últimos trabajos antes de su separación), en los que se reafirmaban en un rock alternativo sobrecargado de guitarras y distorsión -Heavy Metal Machine, The Sacred And Profane- , mas crudo, más duro y a su vez con gran participación de baladas cercanas al pop -Try, Try, Try, Vanity- , y algo de experimentación (sobre todo en Machina II). Y efectivamente, así ha sido, aunque Zeitgeist, lejos de ser un ejercicio nostálgico de los últimos discos de la banda, suena aún más directo y quizás algo menos complejo que las obras citadas.
Lo primero que sorprende al escuchar el disco es el tono de la voz de Corgan, es, no se, quizás más nasal, aunque en general conserva todas sus virtudes y sobre todo inconvenientes de siempre. Más allá de esto Doomsday Clock es todo un trallazo que nos presenta el disco con uno de sus mejores temas, toda la frescura de los primeros Pumpkins y un sonido aparentemente menos pretencioso. 7 Shades Of Black sigue una línea parecida al anterior pero esta vez con una melodía más oscura y una presencia del bajo destacable. Bleeding The Orchid sorprende desde su inicio con unos coros de Corgan que se repiten en el estribillo, pero en general sigue el estilo marcado anteriormente, aunque algo más melódico. Un tema magnífico y otro de los mejores cortes del álbum.
El cuarto tema, That's The Way (My Love Is), se nos presenta con un sonido lo-fi, no se muy bien si intencionadamente o debido a un mal trabajo de producción. Una canción algo "light", pretende ser una balada movidita pero no llama especialmente la atención. En cualquier caso, un tema correcto. Tarantula fue el primer single y también uno de los cortes más destacables del disco. Más o menos nos da una idea del sonido general de Zeitgeist. Una canción que será probablemente un himno en los conciertos de los Pumpkins de ahora en adelante. Starz constituye un tema algo peculiar, saliéndose un poco de la tónica general del disco con unas intervenciones de Corgan nunca oídas. Poco a poco el tema sube de intensidad y termina de forma sublime.
En este punto llegamos a uno de esos temas larguísimos que de vez en cuando nos regala el tío Corgan, en esta ocasión de casi 10 minutos. El riff inicial de United States recuerda en un principio al de Americana de The Offspring quedándose rápidamente en una vaga asociación tras oír el oscuro desarrollo que va tomando el tema. Un riff genial de guitarra secundado por una sección de batería amenazante acompañan a las invitaciones de Billy Corgan a la revolución, sin embargo el tema se hace algo monótono y aún sigo opinando que un tema que podía haber sido uno de los mejores de la banda se queda en "bastante bueno". Por lo menos en directo da mucho juego.
Neverlost constituye uno de los temas más relajados del disco, un respiro tras tanta potencia y agresividad. Pero me queda un sabor agridulce, tras degustar un tema soso e insípido, sin grandes cambios de ritmo ni sorpresas, hecho que se arregla con Bring The Light, una buena canción, algo más animada que la anterior, con un solo genial, bastante lograda, aunque las letras, aceptables en todo el álbum, no rozan la lírica sublime de los buenos tiempos de Corgan. (Come On) Let's Go! recupera la dinámica de temas directos, guitarreros, y de garaje seguida al principio del álbum, quizás algo apático y no especialmente destacable, pero tampoco sobra en el disco. Un buen tema.
Ya para finalizar nos encontramos con For God And Country, otro de los grandes de este cedé, con una presencia notable del bajo y unas letras realmente críticas que rezan "For God and country, i'll figh For God and country, i'll die For God and country, my soul is so alive", irónicamente bajo una melodía nuevamente apática y una voz a ratos inexpresiva. Un tema muy actual genialmente llevado a cabo por los Pumpkins. Y con el último tema llega la sorpresa. Algunos se asustarán al oír Pomp And Circumstances viniendo del grupo que hizo Siamese Dream, pero lo cierto es que el tema no traiciona los principios del grupo, mi opinión es más bien que los amplía y logra un tema sino definitivo, sí prometedor. Una canción optimista, lenta, con alguna influencia new age, esta vez pretencioso, que recuerda a aquellos maravillosos temas de Mellon Collie, con una guitarra apoteósica que habla por si sola en cada intervención. Al principio sorprende pero sinceramente creo que es un tema que gana con las escuchas si nos abrimos un poco de oídos, y constituye un final de disco precioso.
En resumen, se podría decir que Zeitgeist satisface con creces las expectativas de los que esperábamos un álbum mediocre tras el regreso de la banda de Illinois, sin embargo no se trata de una de sus obras maestras ni de lejos, obras que han quedado atrás en el nuevo estilo de la banda, que claramente apuesta por un sonido más directo, más fresco y más guitarrero como ya apuntaban los dos Machina antes de su separación. Por lo menos una buena acogida los respalda, seguramente ganen nuevos fans y, esperemos, saquen más discos que pueden tomar un rumbo interesante.
Extraído de Rocco Co.
El estilo que seguiría Zeitgeist era en cierto modo previsible, sobre todo tras escuchar los dos Machina (últimos trabajos antes de su separación), en los que se reafirmaban en un rock alternativo sobrecargado de guitarras y distorsión -Heavy Metal Machine, The Sacred And Profane- , mas crudo, más duro y a su vez con gran participación de baladas cercanas al pop -Try, Try, Try, Vanity- , y algo de experimentación (sobre todo en Machina II). Y efectivamente, así ha sido, aunque Zeitgeist, lejos de ser un ejercicio nostálgico de los últimos discos de la banda, suena aún más directo y quizás algo menos complejo que las obras citadas.
Lo primero que sorprende al escuchar el disco es el tono de la voz de Corgan, es, no se, quizás más nasal, aunque en general conserva todas sus virtudes y sobre todo inconvenientes de siempre. Más allá de esto Doomsday Clock es todo un trallazo que nos presenta el disco con uno de sus mejores temas, toda la frescura de los primeros Pumpkins y un sonido aparentemente menos pretencioso. 7 Shades Of Black sigue una línea parecida al anterior pero esta vez con una melodía más oscura y una presencia del bajo destacable. Bleeding The Orchid sorprende desde su inicio con unos coros de Corgan que se repiten en el estribillo, pero en general sigue el estilo marcado anteriormente, aunque algo más melódico. Un tema magnífico y otro de los mejores cortes del álbum.
El cuarto tema, That's The Way (My Love Is), se nos presenta con un sonido lo-fi, no se muy bien si intencionadamente o debido a un mal trabajo de producción. Una canción algo "light", pretende ser una balada movidita pero no llama especialmente la atención. En cualquier caso, un tema correcto. Tarantula fue el primer single y también uno de los cortes más destacables del disco. Más o menos nos da una idea del sonido general de Zeitgeist. Una canción que será probablemente un himno en los conciertos de los Pumpkins de ahora en adelante. Starz constituye un tema algo peculiar, saliéndose un poco de la tónica general del disco con unas intervenciones de Corgan nunca oídas. Poco a poco el tema sube de intensidad y termina de forma sublime.
En este punto llegamos a uno de esos temas larguísimos que de vez en cuando nos regala el tío Corgan, en esta ocasión de casi 10 minutos. El riff inicial de United States recuerda en un principio al de Americana de The Offspring quedándose rápidamente en una vaga asociación tras oír el oscuro desarrollo que va tomando el tema. Un riff genial de guitarra secundado por una sección de batería amenazante acompañan a las invitaciones de Billy Corgan a la revolución, sin embargo el tema se hace algo monótono y aún sigo opinando que un tema que podía haber sido uno de los mejores de la banda se queda en "bastante bueno". Por lo menos en directo da mucho juego.
Neverlost constituye uno de los temas más relajados del disco, un respiro tras tanta potencia y agresividad. Pero me queda un sabor agridulce, tras degustar un tema soso e insípido, sin grandes cambios de ritmo ni sorpresas, hecho que se arregla con Bring The Light, una buena canción, algo más animada que la anterior, con un solo genial, bastante lograda, aunque las letras, aceptables en todo el álbum, no rozan la lírica sublime de los buenos tiempos de Corgan. (Come On) Let's Go! recupera la dinámica de temas directos, guitarreros, y de garaje seguida al principio del álbum, quizás algo apático y no especialmente destacable, pero tampoco sobra en el disco. Un buen tema.
Ya para finalizar nos encontramos con For God And Country, otro de los grandes de este cedé, con una presencia notable del bajo y unas letras realmente críticas que rezan "For God and country, i'll figh For God and country, i'll die For God and country, my soul is so alive", irónicamente bajo una melodía nuevamente apática y una voz a ratos inexpresiva. Un tema muy actual genialmente llevado a cabo por los Pumpkins. Y con el último tema llega la sorpresa. Algunos se asustarán al oír Pomp And Circumstances viniendo del grupo que hizo Siamese Dream, pero lo cierto es que el tema no traiciona los principios del grupo, mi opinión es más bien que los amplía y logra un tema sino definitivo, sí prometedor. Una canción optimista, lenta, con alguna influencia new age, esta vez pretencioso, que recuerda a aquellos maravillosos temas de Mellon Collie, con una guitarra apoteósica que habla por si sola en cada intervención. Al principio sorprende pero sinceramente creo que es un tema que gana con las escuchas si nos abrimos un poco de oídos, y constituye un final de disco precioso.
En resumen, se podría decir que Zeitgeist satisface con creces las expectativas de los que esperábamos un álbum mediocre tras el regreso de la banda de Illinois, sin embargo no se trata de una de sus obras maestras ni de lejos, obras que han quedado atrás en el nuevo estilo de la banda, que claramente apuesta por un sonido más directo, más fresco y más guitarrero como ya apuntaban los dos Machina antes de su separación. Por lo menos una buena acogida los respalda, seguramente ganen nuevos fans y, esperemos, saquen más discos que pueden tomar un rumbo interesante.
Extraído de Rocco Co.
