¿Tiro mi vieja guitarra a la basura o se puede arreglar?

Hola amigos,

Mi nombre es Jesús, y soy nuevo en el blog.
Es un placer conoceros a todos.

He abierto este nuevo hilo, para compartir con uds. la evolución de mi proyecto.

Se trata la restauración de una vieja guitarra clásica que tenía abandonada por el trastero.
Me la regalaron de pequeñito y, aunque se trata de una baratija agrietada, la he ido cogiendo cariño con el tiempo, porque fue mi primer instrumento musical.
Por eso, me pregunto... ¿TIRO MI VIEJA GUITARRA A LA BASURA O, POR EL CONTRARIO, PUEDO ARREGLARLA?

Como soy de los que piensan que todo tiene arreglo, he decidido restaurarla por completo.
Sin embargo, no la voy a devolver a su estado original, sino que voy a adaptarla a mi gusto personal.

¡Hombre!, en sí la guitarra no está muy mal. Las he visto muchísimo peores.
Pero también me cansé de verla en ese estado.

Así pues, dado que es la primera vez en mi vida que hago un trabajo completo de luthería, me encantaría que me aportaran sus comentarios para ayudarme a mejorar el acabado de mi guitarra.
Porque esa es la cuestión. Que no sé cuál será el resultado final.
No sé si al final acabará sonando como una lata de sardinas, o no. Si no lo intento, nunca lo sabré.

Bueno, no os doy más el coñazo, y paso a mostraros los pasos que he seguido para reconstruir mi vieja guitarra clásica.

¿Donde está la guitarra?

Ahora, ahora publico las imágenes que he tenido unos problemillas técnicos.

¡¡¡Paciencia!!!

Como puede verse en la imagen.
La guitarra está en muy mal estado. Está rajada por abajo, y rayada por todos los sitios.

También tengo la tapa levantada, aunque no puede apreciarse en la imagen.

Disculpadme, pero sólo tengo está imagen.
Se me olvidó sacar más fotos.

Procedo a continuación al lijado de la guitarra.
Para ello utilizo una lija de grano grueso.

No tengo ni la maquinaria ni los conocimientos suficientes para hacer algo así.
Pero ahora que me he metido en este berenjenal, no puedo echarme para atrás.

El puente ni le toco. Está en perfecto estado.
No quiero complicarme más la vida.

Con este proceso, me tiro unos tres o cuatro días.
Es un trabajo muy cansado y muy pesado.

Siempre realizo el mismo movimiento en forma de ochos o ceros.

Aún así no consigo eliminar toda la gomalaca de la guitarra.
No sé cómo quedará.

En cambio, el mástil si ha quedado lijado perfectamente.

Está fabricado con otra madera mucho más dura y resistente, lo cual me permite lijar con mucha más fuerza.
He conseguido sacar hasta el protector que les echan.

He dado una forma a la pala de la guitarra tipo Gibson, aunque es cierto que el ancho de mi guitarra es mucho más pequeño que en este tipo de guitarras.

Con la ayuda de un serrucho y unas escofinas de carpintería, abro la guitarra por la mitad, como si fuera un sándwich.

El motivo de ello es que me resultaba muy molesto tocar con un cuerpo tan ancho.
Ahora pretendo que sea menos pesada, más fácil de tocar, y sobretodo mucho más transportable.

Y si, estoy de acuerdo. Ello afecta de manera importante a la calidad del sonido.
Pero no estoy buscando que suene como una guitarra clásica.

Si realmente buscara algo así, me compraría una nueva y tiraría esta a la basura.
¿No crees?

Me van a perdonar, pero durante un tiempo estuve sin móvil.
Así que sólo pude sacar esta fotografía.

Lo que hice fue abrir la guitarra por la mitad.
Reduje el ancho de 10 cm. a 7 cm., pues he visto que algunas guitarras llevan este ancho.

Los 3 cm. sobrantes les reutilice para hacer de solapa entre la tapa y la parte trasera.
Con una cola para carpintería anexioné una parte con otra, y después utilicé unos gatos pequeños que tenía por casa para presionar ambas partes.
Aunque también me hubiera servido colocar algo de peso encima de la guitarra.

Dejo actuar la cola durante unas 48h., pues es el tiempo de secado óptimo.

Una de las partes que más me costó extraer fue la parte que une el mástil con el cuerpo de la guitarra.
Al parecer es una madera muy dura y resistente, y no me quedó más remedio que utilizar una sierra con unos dientes mucho más largos y afilados.

Por poco me cargo la guitarra, pues tuve que golpearla hasta extraer esta pieza que ven en la imagen.

Otra de las cosas que le he añadido ha sido la marca de los trastes.
Para ello he cogido un par de clavos viejos y oxidados que tenía por casa tirados.

Con la ayuda de unas tenacillas les he recortado la punta, pues de lo contrario me rajarían todo el mástil.
Y el oxido de los clavos he conseguido eliminarlo con ese gran invento que se llama Coca-Cola.

Posteriormente, realizo un pequeño hueco en el traste, y con un martillito muy pequeño le doy unos golpecillos hasta que el clavo entra del todo.

Mientras hago esto, noto como la guitarra se resiente.
Cruzo los dedos para que no la pase nada.

Así pues abandono la técnica anterior, dado que no estaba dando muy buen resultado.
De modo que paso a utilizar los mismo gatos empleados para unir la caja para ejercer toda la presión posible sobre el clavo hasta que entre del todo.

Mientras estoy lijando el diapasón para que los clavos queden a ras del traste, me viene una idea a la cabeza de acabado.

En sí no aporta nada, más que diseño.
Sin embargo, es una de las cosas que más me cuesta conseguir.

Me llevo horas de trabajo, y al golpear la guitarra se me rompió un poquito la boca de la guitarra.

Se me complica el trabajo.