#272 #273 #274 #275 #276
Gracias a todos por vuestros comentarios.👍
Creo que la mayor parte de la gente, utiliza el sentido común huyendo de los extremismos y continuando con su vida de la mejor forma posible. En cierto modo es una mayoría silenciosa que se reivindica y da ejemplo desde el quehacer diario. Es tan normal, que no interesa ni ocupa titulares y portadas. Y luego hay un grupo minoritario, heterogéneo y con suficiente poder para desde el ruido y la confrontación, intentar conseguir su objetivo: más poder , más riqueza. Y las redes contribuyen a ello. Polarizan al público y hay quien decide tomar parte activa en ese entramado. La propia velocidad del sistema, arrastra a participar y opinar sin reflexionar antes. Uno toma posiciones y opina desde ellas en lugar de hacerlo desde el sentido común, sin cuestionarse si lo que proponen es acertado o no. Rizando el rizo, hay quien desde el inmovilismo de sus principios proclama que estás con el o contra el saltándose cualquier matiz y reduciendo al oponente a la dicotomía entre ser su lacayo (adepto) o su enemigo con lo que eso supone de falta de respeto y ninguneo a las ideas de los demás.
La velocidad e inmediatez de las redes , lanzan desafios en contra de las personas de forma permanente y abrumadora.
Los hábitos de consumo y comercialización de la música, el poder de la imagen, el mensaje rápido, fácil e impactante ha hecho que en muchos casos lo de hoy, sea viejo mañana. La inmensa oferta de contenidos, hace que sea muy dificil no encontrar algo que te guste. Pero al tiempo, has de usar una cantidad de tiempo y recursos grande que no siempre se tiene.
Entre unas cosas y otras, el consumo de música se ha banalizado. En muchos casos, no da tiempo a saborearlo en profundidad.
The times the are a changing dijo alguien alguna vez
Gracias a todos por vuestros comentarios.👍
Creo que la mayor parte de la gente, utiliza el sentido común huyendo de los extremismos y continuando con su vida de la mejor forma posible. En cierto modo es una mayoría silenciosa que se reivindica y da ejemplo desde el quehacer diario. Es tan normal, que no interesa ni ocupa titulares y portadas. Y luego hay un grupo minoritario, heterogéneo y con suficiente poder para desde el ruido y la confrontación, intentar conseguir su objetivo: más poder , más riqueza. Y las redes contribuyen a ello. Polarizan al público y hay quien decide tomar parte activa en ese entramado. La propia velocidad del sistema, arrastra a participar y opinar sin reflexionar antes. Uno toma posiciones y opina desde ellas en lugar de hacerlo desde el sentido común, sin cuestionarse si lo que proponen es acertado o no. Rizando el rizo, hay quien desde el inmovilismo de sus principios proclama que estás con el o contra el saltándose cualquier matiz y reduciendo al oponente a la dicotomía entre ser su lacayo (adepto) o su enemigo con lo que eso supone de falta de respeto y ninguneo a las ideas de los demás.
La velocidad e inmediatez de las redes , lanzan desafios en contra de las personas de forma permanente y abrumadora.
Los hábitos de consumo y comercialización de la música, el poder de la imagen, el mensaje rápido, fácil e impactante ha hecho que en muchos casos lo de hoy, sea viejo mañana. La inmensa oferta de contenidos, hace que sea muy dificil no encontrar algo que te guste. Pero al tiempo, has de usar una cantidad de tiempo y recursos grande que no siempre se tiene.
Entre unas cosas y otras, el consumo de música se ha banalizado. En muchos casos, no da tiempo a saborearlo en profundidad.
The times the are a changing dijo alguien alguna vez