Hola a tod@s!!!!!
Como apenas hay reviews de guitarras acústicas en este foro, me lanzo a presentaros esta bonita guitarra que he adquirido recientemente. Se trata del modelo R321SWRK de Washburn, una acústica de tamaño parlor con un acabado recargado y espectacular sin acercarse a lo hortera.
Las especificaciones son las siguientes:
Tapa: pícea sitka maciza
Aros y fondo: palisandro macizo (con un dibujo simétrico muy marcado en este caso)
Mástil: caoba en forma de V (bastante marcada)
Diapasón: ébano bandeado entre chocolate y negro con un taraceado de abalone en forma de “árbol de la vida”, 18 trastes y unión en traste 12
Cejuela: hueso
Puente: ébano con pins de ébano negro y detalles de abalone
Pala: abierta con detalles de abalone y clavijas vintage en acabado envejecido
Anchura de la cejilla: 48 mm
Escala: 24.75”
Radio del diapasón: 16”
Cuerdas: D'Addario EXP-16 light fósforo-bronce .012-.053
Acabado: natural satinado
Origen: Indonesia. Que a nadie le confunda este dato, porque es un pedazo de guitarra (de hecho, otras presumen de tener palisandro indonesio entre sus maderas…)
Para los interesados, el precio de lanzamiento recomendado para esta guitarra era de 1069,90$ el año de su presentación en la NAMM (2011), aunque evidentemente se puede conseguir por bastante menos si quedan en stock (600-700 €, como referencia). En estos momentos, la web de Washburn mantiene como tope de gama de la serie Vintage el modelo R320SWRK, que es prácticamente igual pero con una tapa envejecida (http://www.washburn.com/products/acoustics/R320SWRK.html).
Lo primero que sorprende de esta guitarra es el estuche conmemorativo del 125 aniversario de la marca. Aparentemente robusto a la vez que ligero y con un acabado viejuno muy molón.
Al abrir el estuche aparece una guitarra cuyos detalles son difíciles de captar en las fotos. Enseguida se van los ojos hacia el diapasón de ébano con su taraceado del árbol de la vida y los bindings tipo “herringbone”.
La tapa de pícea tiene un color muy claro y una veta muy apretada, sin apenas irregularidades reseñables. Los aros en palisandro macizo tienen un color más oscuro y homogéneo que el fondo. El fondo, también macizo, está compuesto por dos piezas simétricas de palisandro con la veta muy marcada. El acabado general de la guitarra es satinado con el poro del palisandro a la vista y como estaba avisado sobre el “distressed open gear” del conjunto pala-clavijero, no me sorprendió el color cobrizo (o latón oxidado) del mismo y el aspecto “estudiadamente descuidado” de las aberturas de la pala.
Dejo para el final el conjunto formado por el mástil-diapasón. El mástil de caoba tiene un perfil en V muy marcado, peculiar al principio pero muy cómodo al momento. El diapasón es bastante plano (16”) y está formado por una tabla de ébano veteado que varía entre tonalidades chocolate y casi negras, rematado por un espectacular árbol de la vida en abalone, bastante bien acabado y pulido que no se nota al estirar las cuerdas.
Se supone que Washburn pretendía recrear las guitarras parlor que fabricaba a finales del siglo XIX y principios del XX, tratando de simular algo así como el aire de un instrumento ya tocado pero no estropeado (vintage finish and distressed hardware). Pero al final, una guitarra no debería ser un elemento decorativo sino un instrumento para ser tocado, por lo que estoy obligado a exponer las sensaciones al tocarla. Así que … ¡al tajo!
Para empezar, las clavijas vintage van un poco durillas en los primeros manejos y la cejuela de hueso parece ofrecer más resistencia de la esperada, pero es lo habitual al estrenar una guitarra y tampoco es preocupante. Una vez ajustada, la afinación es perfecta a lo largo de todo el diapasón y el quintado también. La prueba del algodón es recorrer arriba y abajo con notas dobles usando por ejemplo el Blackbird de los Beatles.
Llamadme raro, pero yo no soy muy amigo de los juegos de cuerdas hipertecnológicos como EXP, Elixir, etc. porque me resultan raras al tocar con los dedos de la mano derecha (fingerstyle le llaman algunos). Aun así, las cambiaré cuando se estropeen (espero que tarden mucho, tal y como prometen en la propaganda de la marca) y volveré al tacto de unas Ernie Ball Earthwood… (y además son más baratas).
En cuanto lanzas el primer acorde abierto atacado con la púa, te das cuenta del sorprendente volumen que tiene una guitarra tan pequeña. Es verdad que los graves no son tan resonantes como en la superjumbo o la dreadnought, pero tiene una proyección de medios y agudos para flipar. Por otro lado las anteriores guitarras tienen fondo y aros de caoba, así que no es solo cuestión de tamaño.
Tocada con los dedos tiene un sonido muy suave y dulce, que cambia a un timbre más metálico y peleón al usar la púa. Responde muy bien a las diversas modalidades de interpretación e incluso puede mejorar lo que yo percibí si el guitarrista no es un muñones como el que suscribe.
Bueno, al turrón. Aquí os dejo algunas fotos y pruebas de sonido de la guitarrica en cuestión. Están grabadas con un micro de condensador que ha captado el sonido del cuarto además del de la guitarra.
Saludos
Como apenas hay reviews de guitarras acústicas en este foro, me lanzo a presentaros esta bonita guitarra que he adquirido recientemente. Se trata del modelo R321SWRK de Washburn, una acústica de tamaño parlor con un acabado recargado y espectacular sin acercarse a lo hortera.
Las especificaciones son las siguientes:
Tapa: pícea sitka maciza
Aros y fondo: palisandro macizo (con un dibujo simétrico muy marcado en este caso)
Mástil: caoba en forma de V (bastante marcada)
Diapasón: ébano bandeado entre chocolate y negro con un taraceado de abalone en forma de “árbol de la vida”, 18 trastes y unión en traste 12
Cejuela: hueso
Puente: ébano con pins de ébano negro y detalles de abalone
Pala: abierta con detalles de abalone y clavijas vintage en acabado envejecido
Anchura de la cejilla: 48 mm
Escala: 24.75”
Radio del diapasón: 16”
Cuerdas: D'Addario EXP-16 light fósforo-bronce .012-.053
Acabado: natural satinado
Origen: Indonesia. Que a nadie le confunda este dato, porque es un pedazo de guitarra (de hecho, otras presumen de tener palisandro indonesio entre sus maderas…)
Para los interesados, el precio de lanzamiento recomendado para esta guitarra era de 1069,90$ el año de su presentación en la NAMM (2011), aunque evidentemente se puede conseguir por bastante menos si quedan en stock (600-700 €, como referencia). En estos momentos, la web de Washburn mantiene como tope de gama de la serie Vintage el modelo R320SWRK, que es prácticamente igual pero con una tapa envejecida (http://www.washburn.com/products/acoustics/R320SWRK.html).
Lo primero que sorprende de esta guitarra es el estuche conmemorativo del 125 aniversario de la marca. Aparentemente robusto a la vez que ligero y con un acabado viejuno muy molón.
Al abrir el estuche aparece una guitarra cuyos detalles son difíciles de captar en las fotos. Enseguida se van los ojos hacia el diapasón de ébano con su taraceado del árbol de la vida y los bindings tipo “herringbone”.
La tapa de pícea tiene un color muy claro y una veta muy apretada, sin apenas irregularidades reseñables. Los aros en palisandro macizo tienen un color más oscuro y homogéneo que el fondo. El fondo, también macizo, está compuesto por dos piezas simétricas de palisandro con la veta muy marcada. El acabado general de la guitarra es satinado con el poro del palisandro a la vista y como estaba avisado sobre el “distressed open gear” del conjunto pala-clavijero, no me sorprendió el color cobrizo (o latón oxidado) del mismo y el aspecto “estudiadamente descuidado” de las aberturas de la pala.
Dejo para el final el conjunto formado por el mástil-diapasón. El mástil de caoba tiene un perfil en V muy marcado, peculiar al principio pero muy cómodo al momento. El diapasón es bastante plano (16”) y está formado por una tabla de ébano veteado que varía entre tonalidades chocolate y casi negras, rematado por un espectacular árbol de la vida en abalone, bastante bien acabado y pulido que no se nota al estirar las cuerdas.
Se supone que Washburn pretendía recrear las guitarras parlor que fabricaba a finales del siglo XIX y principios del XX, tratando de simular algo así como el aire de un instrumento ya tocado pero no estropeado (vintage finish and distressed hardware). Pero al final, una guitarra no debería ser un elemento decorativo sino un instrumento para ser tocado, por lo que estoy obligado a exponer las sensaciones al tocarla. Así que … ¡al tajo!
Para empezar, las clavijas vintage van un poco durillas en los primeros manejos y la cejuela de hueso parece ofrecer más resistencia de la esperada, pero es lo habitual al estrenar una guitarra y tampoco es preocupante. Una vez ajustada, la afinación es perfecta a lo largo de todo el diapasón y el quintado también. La prueba del algodón es recorrer arriba y abajo con notas dobles usando por ejemplo el Blackbird de los Beatles.
Llamadme raro, pero yo no soy muy amigo de los juegos de cuerdas hipertecnológicos como EXP, Elixir, etc. porque me resultan raras al tocar con los dedos de la mano derecha (fingerstyle le llaman algunos). Aun así, las cambiaré cuando se estropeen (espero que tarden mucho, tal y como prometen en la propaganda de la marca) y volveré al tacto de unas Ernie Ball Earthwood… (y además son más baratas).
En cuanto lanzas el primer acorde abierto atacado con la púa, te das cuenta del sorprendente volumen que tiene una guitarra tan pequeña. Es verdad que los graves no son tan resonantes como en la superjumbo o la dreadnought, pero tiene una proyección de medios y agudos para flipar. Por otro lado las anteriores guitarras tienen fondo y aros de caoba, así que no es solo cuestión de tamaño.
Tocada con los dedos tiene un sonido muy suave y dulce, que cambia a un timbre más metálico y peleón al usar la púa. Responde muy bien a las diversas modalidades de interpretación e incluso puede mejorar lo que yo percibí si el guitarrista no es un muñones como el que suscribe.
Bueno, al turrón. Aquí os dejo algunas fotos y pruebas de sonido de la guitarrica en cuestión. Están grabadas con un micro de condensador que ha captado el sonido del cuarto además del de la guitarra.
Saludos