Hace un tiempo que adquirí una Martin OM-28VR y me apetecía hacer un reportaje sobre ella y, de paso, explicar un poco qué son las Vintage Series de Martin y su historia.
Las Vintage Series de Martin
Empecemos por decir que Mandolin Brothers es una famosa tienda de instrumentos musicales fundada en el año 1971 en Staten Island (Nueva York), un lugar donde han comprado desde Bob Dylan hasta Paul McCartney. Esta tienda está vinculada a una curiosa historia sobre unas Martin bastante especiales, difundida históricamente por Mandolin Bros, pero no contrastada por parte de CF Martin (hay un punto que no he logrado aclarar nunca y que, aunque quizás no sea relevante, sí es controvertido).
Ahora llega la parte más controvertida y no aclarada por Martin, luego lo que se citará a continuación se corresponde únicamente a la versión que ha facilitado históricamente Mandolin Brothers:
En realidad, el sufijo V (Vintage) ya se había utilizado bastante antes y siempre estuvo asociado a guitarras con guiños a la época prewar. Durante los ochenta, Martin era habitual que sacara las llamadas “Guitar of the Month”, o tiradas muy cortas con rasgos especiales. Cuando estas características reproducían algún elemento utilizado en las guitarras de los años 30, se solía colocar la “V” detrás del nombre. Algunos ejemplos:
Pescar una de las anteriores, tanto las de Mandolin Brothers como las Custom 15 o las tiradas especiales, es complicado en Europa. Muchas de ellas usaban maderas que hoy ya sólo se utilizan excepcionalmente o por pequeños talleres y, además, de algunas se sacaron apenas un par de unidades.
Otros fabricados de la década de los 80, que pertenecían a la serie vintage de “guitar of the Month”, como el 000-28VS y el 0018V sirvieron como plantillas para hacer las series Vintage entre el 99 y 03, de modo que en el 99 se añadieron los modelos 000-28VS y OM-18V, y se eliminaron en ese mismo año los sufijos “R” y “M” que hacían referencia a las maderas. De ahí en adelante nuevos modelos han aparecido y desaparecido de una serie que hoy ya no existe. Cabe destacar que lo que Martin hace en esta serie es mezclar el mundo vintage y moderno y, si alguien quiere una Martin con características más aproximadas a las de la época de los años treinta, tendrá que buscar en otras series (Golden Era y, sobre todo, Authentic), aunque lidiará con cosas como mástiles mucho más anchos que los empleados hoy día, no tener la posibilidad de cambiar el perfil del mástil por carecer de alma ajustable… o tener que estrujarse un poco más — o bastante más —, el bolsillo.
Sobre la Martin OM-28V
El cuerpo OM (Orchestra Model), se introdujo por primera vez en 1929, después de un encargo a Martin por parte de Perri Bechtel en el que solicitaba tener mejor acceso a los trastes más altos en sus interpretaciones (lo normal, entonces, era la unión en trastes inferiores, como el doce). Ese cuerpo no era exactamente como el actual; podríamos decir que el cuerpo tipo OM moderno, aunque se había utilizado profusamente desde 1969, se estandarizó dentro de una línea de producción de C.F. Martin & Co. en 1990, teniendo la misma forma que el 000 con unión en traste 14. La OM-28VR tiene características de esta primera OM de Perry Bechtel del 1929, más que de las fabricadas durante los años treinta.
La guitarra tiene tapa de Picea (Picea sitchensis). Para estas tapas, Martin tiene su propia clasificación de maderas, basada en la estrechez y rectitud del grano, color, grado de cuña, espejuelo (silk), defectos internos y cosmética general, que describo a continuación:
Según disponibilidad, no es raro encontrar tapas de grado mayor en series inferiores.
Teniendo en cuenta lo anterior, el grado de la tapa es 5 o 6 (por la cantidad de espejuelo, y algún secreto más, tiendo a pensar que es 6 o superior). Quiero explicar una cosa sobre el espejuelo o silk porque, pese a que mucha gente piensa lo contrario, no es un tema meramente estético. El hecho de que aparezca espejuelo en una tapa, que son los rayos medulares típicos de la picea, lo que te está indicando, sobre todo, es que tienes un corte al cuarto de mayor o menor calidad: cuanto mejor hayan hecho el corte al cuarto, más probable es que aparezca espejuelo. De una cuña cortada de madera, sólo unos pocos tablones están correctamente cortados al cuarto, el resto son aproximaciones y, aunque pueden presentar espejuelo, no será tan patente. El espejuelo se observa como líneas brillantes transversales a la veta, que dan un bonito efecto en tres dimensiones difícil de fotografiar, pues cambia según incida la luz. Las tapas correctamente cortadas así suelen ser más ligeras y con mejor respuesta musical, aunque no hay reglas 100% fijas, pero por esto mismo digo que no es sólo algo estético. En este caso, encontramos espejuelo por toda la tapa y, en la siguiente foto, he intentado sacar el de la parte inferior del cuerpo. Tuve una D35 que casi igualaba éste, y es la mejor Dread que he podido probar o tener nunca.
Los perfiles de la guitarra (bindings) son de grained ivoroid, traduzco el palabro en castellano: marfiloide de elefantoide. No es plástico, pero sí es un compuesto sintético, nitrato de celuloide, que se utiliza en guitarras de gamas medias y altas desde que otros materiales más nobles, como el marfil de elefante, no pueden incluirse en los instrumentos. Imita el patrón rayado del marfil pero, evidentemente y para bien, no lo es.
Rodeado por el binding encontramos un purfling muy típico de la serie 28 de Martin, el llamado Herringbone o espina de pescado. Mucha gente llama indistintamente binding al purfling: no es lo mismo ni el objeto de uno es el mismo que el del otro.
Por otro lado, tiene golpeador de lágrima pequeña en imitación a tortuga y biselado — los habituales en otras series eran negros y planos —. Las guitarras originales de los años 30 sólo llevaron este golpeador durante seis meses antes de que los sustituyeran por el típico más largo, aunque Martin ha incluido la lágrima pequeña en casi todas las OM distinguiéndolo así de las de cuerpo 000, que por defecto suelen llevar la lágrima mayor.
El fondo y los aros son de palosanto de la India (Dalbergia latifolia) y, al igual que con la tapa, Martin clasifica esta madera, basándose en la estrechez y rectitud del grano, color y cosmética del siguiente modo:
La verdad es que he visto alguna serie 40 y este palorrosa no dista en calidad demasiado de aquellas, pero se supone que sería de grado 3.
Atravesando el fondo como unión de las dos piezas (preciosas) de palosanto, encontramos el clásico “zipper” back strip de las guitarras prewar de la serie 28:
La guitarra tiene escala larga, de 25.4”. El mástil es de caoba de una pieza, satinado, con el heelcap (la pieza que protege la parte inferior del tacón del mástil) en grained ivoroid. C.F. Martin & Co. suele usar indistintamente caoba o “cedro español” que ni es cedro ni es español; de hecho, para la madera del mástil suele decir que emplea “madera dura seleccionada”, una forma de indicar que puedes encontrar lo que en ese momento tenga a mano y sirva para hacer un mástil. Si queréis saber cuál de ellos es correcto históricamente, la respuesta es simple: ambos se han usado en el pasado. Es habitual que en los mástiles más actuales –también en las antiguas, en realidad- encontremos las famosas y criticadas alas, que son recortes de caoba que se suelen poner en cada lado de la pala cuando la pieza en bruto no es suficientemente ancha como para cortarla de un solo bloque. Hace un par de décadas, cuando aparecían esas alas, se solía estar bastante seguro de que se había utilizado caoba; ahora tanto la caoba como el “cedro español” pueden aparecer mecanizados usando o no las alas. Aquí no hay alas y es caoba. Ante la pregunta ¿se nota en el sonido que se haya hecho de un solo bloque o no? Yo digo que no, es un tema estético y nada más.
Curiosamente, antes del año 2000 el mástil se tallaba a mano, de modo que la naturaleza de su perfil en V modificado es una lotería: en este caso no es demasiado pronunciado, para mí muy cómodo. Dicen que cuando en el año 2000 empezaron a usar CNC, el perfil de estos mástiles era más puntiagudo, con una V más pronunciada (en mi caso, después de haber tenido una 000-28EC de años posteriores, puedo decir que esta afirmación sí se ajusta a la realidad). La cejuela es de Corian, no de hueso; podría cambiarla pero, si funciona, no lo toques.
La pala es la clásica con esquinas “cuadradas”, no redondeadas. Sobre esto último hay una leyenda: para cortar los mástiles y la pala se usaban plantillas de madera que un ayudante dibujaba sobre la pieza a mecanizar; con el paso de los años, las esquinas de esas plantillas se fueron puliendo por el uso y, por ello, cada vez se cortaban las piezas con un perfil más redondeado; años más tarde, en 1969 ya se usaba una máquina para el corte, que implicó un ligero cambio en la forma de las palas. Es una leyenda fomentada por CF Martin, pero hay quien duda de su veracidad. En el frontal encontramos una chapa de palorrosa de la India (headplate) donde, en la parte superior, aparece la marca.
Los clavijeros son de tipo butterberam en níquel, abiertos. Decir que hay gente que los cambia por Waverly; yo tengo guitarras Martin con ambos y, la verdad, no veo motivo para cambiarlos porque funcionan perfectamente.
El diapasón, de 20 trastes con catorce libres, es de ébano. En series más económicas los marcadores suelen ser dots, en este caso son los típicos diamantes y cuadrados ranurados (sloted diamonds and squares) en trastes cinco, siete y nueve, lo que llaman patrón corto (short pattern) usado a finales de los años veinte y principio de los treinta. Tiene un ancho de cejuela de 44,45 mm y, en el traste 12, de 50,8mm; el radio es de 16”. Este ancho de diapasón hoy se ha convertido en un estándar para las Martin más enfocadas al fingerstyle.
El conjunto del mástil se une al cuerpo por el método del dovetail joint, un sistema que dota al conjunto de solidez y estabilidad pero que, en caso de necesidad de separarlo a futuro por una reparación tipo neck reset, obliga a tener pericia: no vale cualquier “luthier” ajustaguitarras para ello.
El puente es de ébano tipo Belly. La selleta del puente es la larga (Long saddle) en lugar de la corta de las series standard y, hasta el número de serie #1015728 (a mediados de 2004), estaba fabricada con Micarta: a partir de ahí fue de hueso. Otro dato curioso es que está pegada al puente, como se hacía históricamente, algo que cambiaron en 2003, donde empezaron a dejarla suelta. Al igual que sucede con la cejuela, no tengo ninguna intención de cambiarla; tampoco cambiaré los pines, que son de plástico (incluso guardando un juego de Bob Colosi de hueso). Cuando algo funciona, es mejor dejarlo estar.
Y, ¿qué nos encontramos dentro? A continuación encontramos una fotografía con retroiluminación del interior de una OM-28VR de 1998 –créditos a dschmude, del UMGF-. Antes de explicarla, conviene fijar algunos conceptos.
La tapa de una guitarra acústica está sometida a dos tensiones muy significativas cuando está encordada. La primera tira del puente hacia arriba -si alguien le ha puesto unas cuerdas de acústica a una guitarra española, algún tiempo después sabrá de qué hablo-, la segunda es muy patente en guitarras vintage, pero no sólo vintage, y es que, por presión, el diapasón tiende a colapsar bajo la tapa del instrumento. Para contrarrestar los efectos de estas tensiones, los constructores disponen una serie de refuerzos bajo la tapa armónica que otorgan rigidez a esta zona. Al conjunto de refuerzos se le llama varetado o varetaje; hay muchos estandarizados y suelen ser firma "de la casa", porque, además, tienen una influencia crítica en el comportamiento sonoro del instrumento, ya que afectan directamente a la vibración del mismo.
Si vamos de arriba hacia abajo en la foto (me van a perdonar ustedes los anglicismos siguientes), encontramos una barra gruesa horizontal llamada Top Plate o Popsicle brace que en muchos instrumentos antiguos no existe, ya que su función es evitar el hundimiento del diapasón sobre la tapa; como no se usaban al principio cuerdas de acero, la tensión recibida en esa zona no era tan crítica y podía evitarse. Paralela y cercana a la anterior está la primera barra armónica. No se ve muy bien, pero rodeando la boca de la guitarra una serie de tiras pequeñas y, justo debajo de la boca, lo que es el sello de la marca Martin: una X (X-braces) que atraviesa casi toda la tapa y de la que luego hablaremos más despacio. Saliendo de cada una de las aspas inferiores de la X hay dos barras armónicas pequeñas que discurren hacia los lados, llamadas Side Tone Bars o finger braces y, por último y bajo el puente, dos barras armónicas oblicuas más largas.
El concepto es sencillo –si no se quiere entrar en profundidad en el asunto, porque no lo es tanto como parece-; mucha gente mide la distancia entre la intersección de la X y la boca del instrumento para saber si esto permite vibrar más o menos la tapa, influidos por la forma de Martin de denominar al asunto (X adelantada), pero la realidad es que funciona otra manera, pues el sonido se transmite principalmente del puente hacia la tapa, y lo que "libera" la tapa, es alejar la intersección de la X del puente, así como hacerlo también con esas barras armónicas de la parte inferior... a costa de perder estabilidad y solidez. De este modo, y resumiendo muchísimo, Martin aleja las barras en X del puente de dos maneras: adelantando la intersección hacia la boca del instrumento y, algo que no se suele mencionar, abriendo el ángulo de la X. Si se observa una Martin moderna de las series estándar, la intersección de las aspas de la X está más cerca del puente y, además, las aspas inferiores lo cruzan mucho más cerca de su centro. Realmente, en los años 30, cuando empezaron a usarse con más frecuencia cuerdas de acero y vieron los estragos que causaban en la arquitectura del instrumento, ya se atrasó la posición de las barras en X (lo que llaman posición central), sin embargo, en esta OM-28V sí se respeta el espíritu de las Martin más añejas. En este punto, quiero decir lo siguiente: la tapa vibra que es un escándalo, proporciona una respuesta inmediata a la pulsación y una dinámica asombrosa y, por eso, no necesita eso que está tan de moda: poner calibres 012 o 013 para sacar lo mejor de ella, es más: hay que recordar que hemos quitado rigidez a la tapa a costa de hacerla más frágil, y son guitarras a las que, si no quieres meterte en el fregado de hacerles un neck reset transcurrido un tiempo, conviene mimar –aunque el neck reset llegará, tarde o temprano, en casi cualquier Martin-. A cambio, tienes un instrumento con un tono y respuesta que no encuentras en guitarras de corte más moderno: ni de cerca.
En realidad puedes liberar la tapa o aportar rigidez a la misma de muchas más maneras. Lowden, por ejemplo, hace tapas más gruesas en determinadas zonas y un varetaje más liviano para conseguir el mismo compromiso (de ahí procede el sonido Lowden). Martin también hace dos cosas con estas barras cuando quiere que sean más livianas y permitan más vibración: hacerlas más finas y/o rebajarlas en profundidad (lo que llaman Scalloped bracing). En este caso, no sólo las barras están rebajadas, sino que, además, son más livianas; es más, los OM de los años 30 tenían la X sin adelantar y con ancho de 5/16” bordeado por barras tonales de ¼”, sin embargo, en estas Martin de la serie Vintage todas las barras son de ¼”.
Como curiosidad, algo que hace mucha gente es eliminar el Popsicle brace, el más grueso superior. Ellos sabrán: sí, suena mucho más contundente el instrumento, pero es un ticket de ida hacia el colapso del mástil sobre la tapa, sobre todo si lo combinas con un calibre de cuerdas contundente.
Para acabar, la guitarra viene en un estuche Geib Style de la serie 500, con sus papeles y chucherías.
Conclusión y sonido
Hoy la serie Vintage ya no se fabrica, ahora se ha incluido dentro de algo parecido a un cajón desastre de instrumentos con espíritu antiguo (un cajón con equivalentes a las series Golden Era, Authentic, Marquis etc.). Por precio, eran las mejores Martin que, a precio mortal, se podían conseguir, un valor seguro y muy apreciado. No eran baratas, hablamos de precios de lista hace veinte años de más de 3.500$. Mirado con perspectiva, si te gusta Martin y su sonido, es lo que los americanos llaman un “Must have”. Antes de adquirir esta Martin ya había probado alguna de esta serie y alguna Marquis, y ya sabía que era la Martin “definitiva”. He tenido dos D-28, una HD-28, D-15, D-35 y 000-28EC, y he probado muchas otras… pero esta guitarra, cuando la estuvo en mis manos, sencillamente fue para mí “el sonido”, todo el que la prueba puede dar fe de ello. No es una dread, es muy equilibrada, todo suena en su sitio y, sobre todo, tiene unos agudos espectaculares, con un contenido armónico precioso; además, siendo versátil, sobresale cuando tocas con dedos.
La construcción es impecable, realmente se entiende por qué se llama la segunda Golden Era a las Martin construidas en los noventa, momento en el que la compañía empezó a salir de malos momentos económicos. No es una réplica ni Martin la vendió como tal (para eso había otras series, mucho más caras, por cierto), sino una mezcla de lo mejor de la construcción añeja y moderna. Además, se nota que, tras veintiún años, el sonido ha crecido y tiene ese tono a madera curada que muchos buscamos.
El único vídeo que tengo tocando con ella está grabado sin mucha pretensión, deprisa y sin buscar demasiado la calidad de sonido, pero siendo el único, lo pongo por aquí, ya colgaré algo mejor, pero mi fuerte no es ni tocar y ni grabar en casa:
Si buscas una Martin definitiva, decide qué tipo de cuerpo te gusta: 000, OM, D… y luego busca una de esta serie o similar: si la pruebas no hay vuelta atrás.
Me consta que la guitarra es muy conocida por parte de alguna gente del foro que, si quieren añadir algo más, aquí tienen toda la libertad para hacerlo, porque la historia de cómo llego a España también es muy curiosa.
Un saludo
Las Vintage Series de Martin
Empecemos por decir que Mandolin Brothers es una famosa tienda de instrumentos musicales fundada en el año 1971 en Staten Island (Nueva York), un lugar donde han comprado desde Bob Dylan hasta Paul McCartney. Esta tienda está vinculada a una curiosa historia sobre unas Martin bastante especiales, difundida históricamente por Mandolin Bros, pero no contrastada por parte de CF Martin (hay un punto que no he logrado aclarar nunca y que, aunque quizás no sea relevante, sí es controvertido).
En el invierno de 1977, la compañía llevaba ya seis meses como vendedora oficial de instrumentos Martin, momento en el que sus fundadores, Stan Jay y Hap Kuffner decidieron desplazarse hasta Nazaret para reunirse con Frank Herbert Martin. El motivo de tal viaje fue realizar una propuesta, ya que la tienda estaba muy asociada a la venta de instrumentos antiguos: a pesar de que CF Martin no tenía una división para personalizar guitarras, les harían un encargo de doscientas cincuenta D-28 basadas en las construidas en 1934, y noventa y una D-45 con características similares a las fabricadas en 1939, todo ello con maderas y técnicas presentes en 1977. En aquel momento no existía el concepto “Reissue”, las guitarras vintage, en los setenta, sencillamente eran guitarras viejas. Fran Herbert no se lo pensó y les dijo: “Claro, podemos hacerlo”. Martin comenzó la producción para satisfacer la petición de Mandolin Bros y, cada vez que llegaba una guitarra a la tienda, se vendía antes de cumplir semana desde su llegada. Poco tiempo después, la demanda fue tal que las unidades que llegaban a la tienda no eran suficientes para atender a todos los interesados en su adquisición. Durante tres años se siguieron construyendo estos modelos personalizados por parte de C.F. Martin & Co. y comercializados por Mandolin Bros.
Ahora llega la parte más controvertida y no aclarada por Martin, luego lo que se citará a continuación se corresponde únicamente a la versión que ha facilitado históricamente Mandolin Brothers:
Otras tiendas en USA, al darse cuenta del éxito de ventas de estas guitarras personalizadas, quisieron que Martin les proporcionara algunas unidades, pero se toparon con un problema: Mandolin Bros tenía la exclusiva de distribución de las mismas. Si esto último es cierto o no, nunca ha sido afirmado ni desmentido desde Nazaret. Martin, viendo que había un nicho de negocio que desarrollar, en 1980 tomó una decisión para saltarse esta exclusiva: comenzó la fabricación de un nuevo modelo sin nombre, identificado únicamente como “Custom” en el talón del mástil, y lo bautizó “Custom 15”. El nombre de “Custom 15” dicen que se basa, con mucha probabilidad, en el decimoquinto pedido que en 1980 produjeron para Mandolin Bros: una Martin HD-28 con algunas especificaciones prewar (las Martin más valoradas e icónicas, el equivalente a las Burst de Gibson o a las Serie L de Fender). Esas “Custom 15” se produjeron durante quince años, hasta 1995. Para evitar problemas, la jugada fue no hacerlas exactamente iguales a las construidas para Mandolin Bros, que tenían un mástil con la V más pronunciada y no tenían alma, sino una varilla cuadrada no ajustable (algo que se recuperó muchos años después en las series Authentic). Aquel modelo Custom 15 (se habla también de, al menos, otro modelo Custom 8), en 1995 pasó a llamarse Martin HD-28VR.
En realidad, el sufijo V (Vintage) ya se había utilizado bastante antes y siempre estuvo asociado a guitarras con guiños a la época prewar. Durante los ochenta, Martin era habitual que sacara las llamadas “Guitar of the Month”, o tiradas muy cortas con rasgos especiales. Cuando estas características reproducían algún elemento utilizado en las guitarras de los años 30, se solía colocar la “V” detrás del nombre. Algunos ejemplos:
D-18V Guitar of the Month (1992)
HD-28V (1984)
D-45V (1983-5)
00-28V (1984)
000-28V (1983-4)
OM-28V Guitar of the Month (1984)
Pescar una de las anteriores, tanto las de Mandolin Brothers como las Custom 15 o las tiradas especiales, es complicado en Europa. Muchas de ellas usaban maderas que hoy ya sólo se utilizan excepcionalmente o por pequeños talleres y, además, de algunas se sacaron apenas un par de unidades.
Fue pasado 1995 cuando Martin decidió que había demanda suficiente para montar una serie específica de guitarras que reprodujeran parte o se inspiraran en elementos de la tipología de las fabricadas antes de la Segunda guerra mundial, además había constructores minoritarios que ya estaban compitiendo por ese nicho, de modo que, en enero de 1997, se anunciaron las Vintage Series: Los primeros modelos presentados fueron el 000-28EC, D-18VM, HD-28VS y OM-28VR, que un año antes, aproximadamente, ya se habían estado construyendo como modelos Custom.
Otros fabricados de la década de los 80, que pertenecían a la serie vintage de “guitar of the Month”, como el 000-28VS y el 0018V sirvieron como plantillas para hacer las series Vintage entre el 99 y 03, de modo que en el 99 se añadieron los modelos 000-28VS y OM-18V, y se eliminaron en ese mismo año los sufijos “R” y “M” que hacían referencia a las maderas. De ahí en adelante nuevos modelos han aparecido y desaparecido de una serie que hoy ya no existe. Cabe destacar que lo que Martin hace en esta serie es mezclar el mundo vintage y moderno y, si alguien quiere una Martin con características más aproximadas a las de la época de los años treinta, tendrá que buscar en otras series (Golden Era y, sobre todo, Authentic), aunque lidiará con cosas como mástiles mucho más anchos que los empleados hoy día, no tener la posibilidad de cambiar el perfil del mástil por carecer de alma ajustable… o tener que estrujarse un poco más — o bastante más —, el bolsillo.
Sobre la Martin OM-28V
El cuerpo OM (Orchestra Model), se introdujo por primera vez en 1929, después de un encargo a Martin por parte de Perri Bechtel en el que solicitaba tener mejor acceso a los trastes más altos en sus interpretaciones (lo normal, entonces, era la unión en trastes inferiores, como el doce). Ese cuerpo no era exactamente como el actual; podríamos decir que el cuerpo tipo OM moderno, aunque se había utilizado profusamente desde 1969, se estandarizó dentro de una línea de producción de C.F. Martin & Co. en 1990, teniendo la misma forma que el 000 con unión en traste 14. La OM-28VR tiene características de esta primera OM de Perry Bechtel del 1929, más que de las fabricadas durante los años treinta.
La guitarra tiene tapa de Picea (Picea sitchensis). Para estas tapas, Martin tiene su propia clasificación de maderas, basada en la estrechez y rectitud del grano, color, grado de cuña, espejuelo (silk), defectos internos y cosmética general, que describo a continuación:
-Sin graduación: series 16 e inferiores.
-Grado 1 y 2: serie 18 y 21
-Grado 3 y 4: serie 28, 35 y 18V
-Grado 5 y 6 – Herringbone, serie 40 y 28V o VR
-Grado 7: serie 41 y 42
-Grado 8: serie 45
Según disponibilidad, no es raro encontrar tapas de grado mayor en series inferiores.
Teniendo en cuenta lo anterior, el grado de la tapa es 5 o 6 (por la cantidad de espejuelo, y algún secreto más, tiendo a pensar que es 6 o superior). Quiero explicar una cosa sobre el espejuelo o silk porque, pese a que mucha gente piensa lo contrario, no es un tema meramente estético. El hecho de que aparezca espejuelo en una tapa, que son los rayos medulares típicos de la picea, lo que te está indicando, sobre todo, es que tienes un corte al cuarto de mayor o menor calidad: cuanto mejor hayan hecho el corte al cuarto, más probable es que aparezca espejuelo. De una cuña cortada de madera, sólo unos pocos tablones están correctamente cortados al cuarto, el resto son aproximaciones y, aunque pueden presentar espejuelo, no será tan patente. El espejuelo se observa como líneas brillantes transversales a la veta, que dan un bonito efecto en tres dimensiones difícil de fotografiar, pues cambia según incida la luz. Las tapas correctamente cortadas así suelen ser más ligeras y con mejor respuesta musical, aunque no hay reglas 100% fijas, pero por esto mismo digo que no es sólo algo estético. En este caso, encontramos espejuelo por toda la tapa y, en la siguiente foto, he intentado sacar el de la parte inferior del cuerpo. Tuve una D35 que casi igualaba éste, y es la mejor Dread que he podido probar o tener nunca.
Los perfiles de la guitarra (bindings) son de grained ivoroid, traduzco el palabro en castellano: marfiloide de elefantoide. No es plástico, pero sí es un compuesto sintético, nitrato de celuloide, que se utiliza en guitarras de gamas medias y altas desde que otros materiales más nobles, como el marfil de elefante, no pueden incluirse en los instrumentos. Imita el patrón rayado del marfil pero, evidentemente y para bien, no lo es.
Rodeado por el binding encontramos un purfling muy típico de la serie 28 de Martin, el llamado Herringbone o espina de pescado. Mucha gente llama indistintamente binding al purfling: no es lo mismo ni el objeto de uno es el mismo que el del otro.
Por otro lado, tiene golpeador de lágrima pequeña en imitación a tortuga y biselado — los habituales en otras series eran negros y planos —. Las guitarras originales de los años 30 sólo llevaron este golpeador durante seis meses antes de que los sustituyeran por el típico más largo, aunque Martin ha incluido la lágrima pequeña en casi todas las OM distinguiéndolo así de las de cuerpo 000, que por defecto suelen llevar la lágrima mayor.
El fondo y los aros son de palosanto de la India (Dalbergia latifolia) y, al igual que con la tapa, Martin clasifica esta madera, basándose en la estrechez y rectitud del grano, color y cosmética del siguiente modo:
-Grado 1: Serie 15 y 16
-Grado 2: Series 20 y 30
-Grado 3: Herringbone, 20V y 30V
-Grado 4: Serie 40
La verdad es que he visto alguna serie 40 y este palorrosa no dista en calidad demasiado de aquellas, pero se supone que sería de grado 3.
Atravesando el fondo como unión de las dos piezas (preciosas) de palosanto, encontramos el clásico “zipper” back strip de las guitarras prewar de la serie 28:
La guitarra tiene escala larga, de 25.4”. El mástil es de caoba de una pieza, satinado, con el heelcap (la pieza que protege la parte inferior del tacón del mástil) en grained ivoroid. C.F. Martin & Co. suele usar indistintamente caoba o “cedro español” que ni es cedro ni es español; de hecho, para la madera del mástil suele decir que emplea “madera dura seleccionada”, una forma de indicar que puedes encontrar lo que en ese momento tenga a mano y sirva para hacer un mástil. Si queréis saber cuál de ellos es correcto históricamente, la respuesta es simple: ambos se han usado en el pasado. Es habitual que en los mástiles más actuales –también en las antiguas, en realidad- encontremos las famosas y criticadas alas, que son recortes de caoba que se suelen poner en cada lado de la pala cuando la pieza en bruto no es suficientemente ancha como para cortarla de un solo bloque. Hace un par de décadas, cuando aparecían esas alas, se solía estar bastante seguro de que se había utilizado caoba; ahora tanto la caoba como el “cedro español” pueden aparecer mecanizados usando o no las alas. Aquí no hay alas y es caoba. Ante la pregunta ¿se nota en el sonido que se haya hecho de un solo bloque o no? Yo digo que no, es un tema estético y nada más.
Curiosamente, antes del año 2000 el mástil se tallaba a mano, de modo que la naturaleza de su perfil en V modificado es una lotería: en este caso no es demasiado pronunciado, para mí muy cómodo. Dicen que cuando en el año 2000 empezaron a usar CNC, el perfil de estos mástiles era más puntiagudo, con una V más pronunciada (en mi caso, después de haber tenido una 000-28EC de años posteriores, puedo decir que esta afirmación sí se ajusta a la realidad). La cejuela es de Corian, no de hueso; podría cambiarla pero, si funciona, no lo toques.
La pala es la clásica con esquinas “cuadradas”, no redondeadas. Sobre esto último hay una leyenda: para cortar los mástiles y la pala se usaban plantillas de madera que un ayudante dibujaba sobre la pieza a mecanizar; con el paso de los años, las esquinas de esas plantillas se fueron puliendo por el uso y, por ello, cada vez se cortaban las piezas con un perfil más redondeado; años más tarde, en 1969 ya se usaba una máquina para el corte, que implicó un ligero cambio en la forma de las palas. Es una leyenda fomentada por CF Martin, pero hay quien duda de su veracidad. En el frontal encontramos una chapa de palorrosa de la India (headplate) donde, en la parte superior, aparece la marca.
Los clavijeros son de tipo butterberam en níquel, abiertos. Decir que hay gente que los cambia por Waverly; yo tengo guitarras Martin con ambos y, la verdad, no veo motivo para cambiarlos porque funcionan perfectamente.
El diapasón, de 20 trastes con catorce libres, es de ébano. En series más económicas los marcadores suelen ser dots, en este caso son los típicos diamantes y cuadrados ranurados (sloted diamonds and squares) en trastes cinco, siete y nueve, lo que llaman patrón corto (short pattern) usado a finales de los años veinte y principio de los treinta. Tiene un ancho de cejuela de 44,45 mm y, en el traste 12, de 50,8mm; el radio es de 16”. Este ancho de diapasón hoy se ha convertido en un estándar para las Martin más enfocadas al fingerstyle.
El conjunto del mástil se une al cuerpo por el método del dovetail joint, un sistema que dota al conjunto de solidez y estabilidad pero que, en caso de necesidad de separarlo a futuro por una reparación tipo neck reset, obliga a tener pericia: no vale cualquier “luthier” ajustaguitarras para ello.
El puente es de ébano tipo Belly. La selleta del puente es la larga (Long saddle) en lugar de la corta de las series standard y, hasta el número de serie #1015728 (a mediados de 2004), estaba fabricada con Micarta: a partir de ahí fue de hueso. Otro dato curioso es que está pegada al puente, como se hacía históricamente, algo que cambiaron en 2003, donde empezaron a dejarla suelta. Al igual que sucede con la cejuela, no tengo ninguna intención de cambiarla; tampoco cambiaré los pines, que son de plástico (incluso guardando un juego de Bob Colosi de hueso). Cuando algo funciona, es mejor dejarlo estar.
Y, ¿qué nos encontramos dentro? A continuación encontramos una fotografía con retroiluminación del interior de una OM-28VR de 1998 –créditos a dschmude, del UMGF-. Antes de explicarla, conviene fijar algunos conceptos.
La tapa de una guitarra acústica está sometida a dos tensiones muy significativas cuando está encordada. La primera tira del puente hacia arriba -si alguien le ha puesto unas cuerdas de acústica a una guitarra española, algún tiempo después sabrá de qué hablo-, la segunda es muy patente en guitarras vintage, pero no sólo vintage, y es que, por presión, el diapasón tiende a colapsar bajo la tapa del instrumento. Para contrarrestar los efectos de estas tensiones, los constructores disponen una serie de refuerzos bajo la tapa armónica que otorgan rigidez a esta zona. Al conjunto de refuerzos se le llama varetado o varetaje; hay muchos estandarizados y suelen ser firma "de la casa", porque, además, tienen una influencia crítica en el comportamiento sonoro del instrumento, ya que afectan directamente a la vibración del mismo.
Si vamos de arriba hacia abajo en la foto (me van a perdonar ustedes los anglicismos siguientes), encontramos una barra gruesa horizontal llamada Top Plate o Popsicle brace que en muchos instrumentos antiguos no existe, ya que su función es evitar el hundimiento del diapasón sobre la tapa; como no se usaban al principio cuerdas de acero, la tensión recibida en esa zona no era tan crítica y podía evitarse. Paralela y cercana a la anterior está la primera barra armónica. No se ve muy bien, pero rodeando la boca de la guitarra una serie de tiras pequeñas y, justo debajo de la boca, lo que es el sello de la marca Martin: una X (X-braces) que atraviesa casi toda la tapa y de la que luego hablaremos más despacio. Saliendo de cada una de las aspas inferiores de la X hay dos barras armónicas pequeñas que discurren hacia los lados, llamadas Side Tone Bars o finger braces y, por último y bajo el puente, dos barras armónicas oblicuas más largas.
El concepto es sencillo –si no se quiere entrar en profundidad en el asunto, porque no lo es tanto como parece-; mucha gente mide la distancia entre la intersección de la X y la boca del instrumento para saber si esto permite vibrar más o menos la tapa, influidos por la forma de Martin de denominar al asunto (X adelantada), pero la realidad es que funciona otra manera, pues el sonido se transmite principalmente del puente hacia la tapa, y lo que "libera" la tapa, es alejar la intersección de la X del puente, así como hacerlo también con esas barras armónicas de la parte inferior... a costa de perder estabilidad y solidez. De este modo, y resumiendo muchísimo, Martin aleja las barras en X del puente de dos maneras: adelantando la intersección hacia la boca del instrumento y, algo que no se suele mencionar, abriendo el ángulo de la X. Si se observa una Martin moderna de las series estándar, la intersección de las aspas de la X está más cerca del puente y, además, las aspas inferiores lo cruzan mucho más cerca de su centro. Realmente, en los años 30, cuando empezaron a usarse con más frecuencia cuerdas de acero y vieron los estragos que causaban en la arquitectura del instrumento, ya se atrasó la posición de las barras en X (lo que llaman posición central), sin embargo, en esta OM-28V sí se respeta el espíritu de las Martin más añejas. En este punto, quiero decir lo siguiente: la tapa vibra que es un escándalo, proporciona una respuesta inmediata a la pulsación y una dinámica asombrosa y, por eso, no necesita eso que está tan de moda: poner calibres 012 o 013 para sacar lo mejor de ella, es más: hay que recordar que hemos quitado rigidez a la tapa a costa de hacerla más frágil, y son guitarras a las que, si no quieres meterte en el fregado de hacerles un neck reset transcurrido un tiempo, conviene mimar –aunque el neck reset llegará, tarde o temprano, en casi cualquier Martin-. A cambio, tienes un instrumento con un tono y respuesta que no encuentras en guitarras de corte más moderno: ni de cerca.
En realidad puedes liberar la tapa o aportar rigidez a la misma de muchas más maneras. Lowden, por ejemplo, hace tapas más gruesas en determinadas zonas y un varetaje más liviano para conseguir el mismo compromiso (de ahí procede el sonido Lowden). Martin también hace dos cosas con estas barras cuando quiere que sean más livianas y permitan más vibración: hacerlas más finas y/o rebajarlas en profundidad (lo que llaman Scalloped bracing). En este caso, no sólo las barras están rebajadas, sino que, además, son más livianas; es más, los OM de los años 30 tenían la X sin adelantar y con ancho de 5/16” bordeado por barras tonales de ¼”, sin embargo, en estas Martin de la serie Vintage todas las barras son de ¼”.
Como curiosidad, algo que hace mucha gente es eliminar el Popsicle brace, el más grueso superior. Ellos sabrán: sí, suena mucho más contundente el instrumento, pero es un ticket de ida hacia el colapso del mástil sobre la tapa, sobre todo si lo combinas con un calibre de cuerdas contundente.
Para acabar, la guitarra viene en un estuche Geib Style de la serie 500, con sus papeles y chucherías.
Conclusión y sonido
Hoy la serie Vintage ya no se fabrica, ahora se ha incluido dentro de algo parecido a un cajón desastre de instrumentos con espíritu antiguo (un cajón con equivalentes a las series Golden Era, Authentic, Marquis etc.). Por precio, eran las mejores Martin que, a precio mortal, se podían conseguir, un valor seguro y muy apreciado. No eran baratas, hablamos de precios de lista hace veinte años de más de 3.500$. Mirado con perspectiva, si te gusta Martin y su sonido, es lo que los americanos llaman un “Must have”. Antes de adquirir esta Martin ya había probado alguna de esta serie y alguna Marquis, y ya sabía que era la Martin “definitiva”. He tenido dos D-28, una HD-28, D-15, D-35 y 000-28EC, y he probado muchas otras… pero esta guitarra, cuando la estuvo en mis manos, sencillamente fue para mí “el sonido”, todo el que la prueba puede dar fe de ello. No es una dread, es muy equilibrada, todo suena en su sitio y, sobre todo, tiene unos agudos espectaculares, con un contenido armónico precioso; además, siendo versátil, sobresale cuando tocas con dedos.
La construcción es impecable, realmente se entiende por qué se llama la segunda Golden Era a las Martin construidas en los noventa, momento en el que la compañía empezó a salir de malos momentos económicos. No es una réplica ni Martin la vendió como tal (para eso había otras series, mucho más caras, por cierto), sino una mezcla de lo mejor de la construcción añeja y moderna. Además, se nota que, tras veintiún años, el sonido ha crecido y tiene ese tono a madera curada que muchos buscamos.
El único vídeo que tengo tocando con ella está grabado sin mucha pretensión, deprisa y sin buscar demasiado la calidad de sonido, pero siendo el único, lo pongo por aquí, ya colgaré algo mejor, pero mi fuerte no es ni tocar y ni grabar en casa:
Si buscas una Martin definitiva, decide qué tipo de cuerpo te gusta: 000, OM, D… y luego busca una de esta serie o similar: si la pruebas no hay vuelta atrás.
Me consta que la guitarra es muy conocida por parte de alguna gente del foro que, si quieren añadir algo más, aquí tienen toda la libertad para hacerlo, porque la historia de cómo llego a España también es muy curiosa.
Un saludo