Decidí abrir este tema teniendo en mente este artículo escrito en el foro Iron Maiden-Wasted years. - Guitarristas.info puesto que las creaciones de la doncella de hierro merecen un capítulo aparte.
Antes de empezar a comentar quiero hacer unas aclaraciones: soy un fan furibundo y consumado de la Doncella de Hierro desde que escuché por primera vez en el ya lejano 1988 el concierto "Live After Death" y compre la pasta "Seventh son of a Seventh son", ambos extraordinarios que comentaré más adelante. También considero que la banda ha tenido varios momentos cumbres y varios momentos de transición (algunos de indudable bajón) en especial la época en la cual es sustituido Adrian Smith por Janick Gers, la época en la que es incorporado el insufrible Blaze Bayley y la época en la que regresan Bruce Dickinson y Adrian y dejan de ser un quinteto para convertirse en un extraño grupo de seis. No voy a referirme al cambio de Paul D'ianno por Bruce sino someramente cuando hable de cada uno de los álbumes porque aunque hubo un cambio drástico (para algunos bueno, para otros malos), ese cambio formó parte de la evolución ascendente que llevaría a Maiden a la cima de los grupos de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (NWOBHM).
También quiero recomendar a todos los "maidenófilos" (perdonen el término) visitar la página | The Iron Maiden Commentary | la cual a pesar de que está en inglés (si usted es un verdadero fan de Iron Maiden o del Metal en general el idioma no es un problema) creo que es la mejor página de tributo, porque allí se encuentran comentados todos los álbumes, sencillos, videos, recopilaciones, etc., tema por tema y se pueden averiguar los orígenes de cada una de las canciones así como sus inspiraciones.
Bueno ahora si comencemos:
Primera Época (desde 1980 hasta 1990):
1. Seventh Son of a Seventh Son.

¿Por qué?: Simple y sencillo, esta representa la obra maestra de la madurez musical de Iron Maiden: Bruce Dickinson más que cantar declama como un poeta, con toda la energía y la potencia de sus casi treinta años (mejor época para un vocalista según los entendidos); Tanto Adrian como Dave en las guitarras vuelven a demostrar porque son uno de los dúos con mayor vigencia en la escena Heavy, con introducciones fantásticas (especialmente en Infinite Dreams, The Evil that men do, Seventh son of a Seventh son y Only the good die young), arreglos realizados a los temas en los cuales siguen, se anteponen o contrastan al vocalista en los estribillos (Moonchild, Infinite Dreams, The Evil that Men do, Seventh Son of a Seventh Son y the Clairvoyant), los punteos sobradamente técnicos, límpios, directos, francos y certeros, anudados con los contenidos y los temas principales de las canciones (especialmente en Moonchild, Infinite Dreams, Seventh son of a Seventh son), las muestras de virtuosismo musical de cada uno por separado en los punteos solitarios (Can I Play with Madness, The Evil that Men Do, The Clairvoyant) y, obviamente, lo que siempre ha distinguido a Maiden que son sus dúos de guitarra (especialmente en Infinite Dreams, Seventh son of a Seventh son, The Evil that men do y en forma menos marcada en casi todos los temas); El bajo galopante de Harris en toda su expresión demostrando la madurez que le permite acompañar todas las canciones realizando introducciones como en The Clairvoyant, introduciéndose y anteponiéndose a las guitarras en varias canciones; Por último, pero no menos sobresaliente, Mister Nicko McBrian in the drums, aunque debo confesar que siempre me ha parecido un baterista bastante limitado y balurdo, en este álbum no puedo más que elogiarlo porque saca lo mejor de sí: Ritmos asíncopados (que ya se habían visto en algunos temas del Somewhere in Time) en varios temas tales como: Seventh son of a Seventh son y The Clairvoyant, los cambios de ritmos sorprendentes en Infinite Dreams, The Evil that Men Do y The Clairvoyant, la velocidad en Moonchild y la soberbia y magistral ejecución de Seventh Son of a Seventh Son. Además como si fuera poco, es el primer álbum conceptual de la doncella, con unas composiciones bastante buenas, producto en su gran mayoría y como siempre de Steve Harris y la colaboración de Smith y Dickinson. Además cabe agregar que ocupó el primer lugar en las listas británicas. En resumen el mejor álbum de los mejores.
2. Somewhere in Time

Sin lugar a dudas uno de los álbumes más técnicos de la Doncella. En mi opinión es el producto de la rigurosidad y la experiencia adquirida en sus anteriores álbumes y sobre todo de la gira mundial realizada en el World Slavery Tour. Aunque es una de las propuestas que no gustó mucho a algunos de sus fans tradicionales, hasta cuando se acostumbraron al cambio y en especial a las Synth Guitars, es indudable que temas como Somewhere in Time (con dos solos de guitarra impresionantes), Wasted Years, Heaven Can Wait, Stranger in Strange Land, son de los mejores temas de todos los tiempos de Maiden.
3. Killers

Si Seventh Son of a Seventh Son representa la madurez musical de la doncella con Dickinson, Harris, Murray, Smith y McBrian, este representa la madurez musical con los integrantes de esa época: D'ianno, Harris, Murray, Smith y Burr (inmesamente mejor, mucho más versátil y más acomodado al bajo galopante de Harris que McBrian). En este álbum se aprecia toda la calidad vocal de D'ianno (creo que eso era lo máximo que podía registrar y hasta estuvo bien que partiera dejando lo mejor de si para este álbum, porque sinceramente no veo a D'ianno cantando ninguno de los temas de The Number of The Beast) y su fuerza en la interpretación.
4. The Number of the Beast

El primer superhit de la banda y que los catapulto a la cima de la cual ya no bajarían nunca (incluso en nuestros días). Cierto es que el cambio de D'ianno por Dickinson estuvo muy certero, puesto que este último le imprimió una nueva dinámica a las canciones, la mayor profundidad y agudez de su voz y la verdadera sensación de que Maiden tenían un frontman que ayudaba a sus shows en vivo. Joyas: The Number of the Beast, Hallowed be Thy Name, Run to the Hills, Children of the Damned, The Prisoner, 22 Acacia Avenue. La verdad Invaders y Gangland no me parecen a la altura del álbum, algo les falta, sin querer decir que son malas. Fue una lástima la partida de Burr, porque en este álbum también se consagró como uno de los mejores bateristas de la época. Sin ofender a los hinchas de McBrian, pero para darse cuenta del virtuosismo de cada uno basta simplemente con escuchar a Nicko tratando de tocar los temas de este álbum o de algunos anteriores para darse cuenta quién es mejor, o si no comparece el álbum de estudio con el concierto de Live After Death en los siguientes temas: Children of the Damned, The Number of The Beast, The Phantom of the Opera.
5. Piece of Mind y Powerslave


¿Por qué ambos en el mismo lugar? En este tiempo la doncella producía un álbum por año y realmente los cambios en estos álbumes de uno a otro no son significativos (en cuanto a sonido, a modulación de la voz y a la batería de McBrian). Se extraña sobremanera la batería de Burr. Aunque en Where Eagles Dare, Nicko hizo lo que probablemente hubiese hecho Burr pero... ¡después se le olvidó!. Comenzaron los temas épicos de larga duración: To Tame a Land (7:25) y la impresionante (antes de poner el título me parece ver y oír a Bruce Dickinson anunciándola en los conciertos) The Rime of the Ancient Mariner (13:36). ¿Joyas?, por supuesto que muchas: Where Eagles Dare, Revelations, Flight of Icarus, Die with your Boots on, The Trooper, Still Life, Aces High, Two Minutes to Midnight, la egíptica (perdón por la palabra) Powerslave y The Rime of the Ancient Mariner (vuelvo a recordar a Bruce anúnciandola en los conciertos).
6. Iron Maiden

Todos sabemos el cuento de la mala producción, etc., etc., pero debemos de ser también concientes que a pesar de que Maiden llevaban tocando los temas por más de cinco años (desde su fundación en 1975 hasta la fecha en que se lanzó el primer álbum 1980), todavía les hacía falta mucho. Los temas carecían de la solidez y la consistencia que vino depués, pero eso no quiere decir que no tenga excelentes temas. Dentro de mis preferencias: Prowler (no entiendo por qué al menos de vez en cuando no la incluyen en sus conciertos en vivo), Running Free (uno de los himnos de Maiden), la melódica Remember Tomorrow, la extraordinaria Phantom of The Opera (aquí me parece escuchar a D'ianno anunciándola en los conciertos), la mejor composición y una de las escasas de Dave: Charlotte the Harlot y Transylvania. Me perdonarán los hinchas de la canción Iron Maiden pero creo que no es la adecuada para ser el himno del grupo (y de hecho no lo es, así la toquen por protocolo en todos sus conciertos) porque es muy insípida, seca y retorcida sin razón hacia el final. Pero así es la vida: El mejor grupo de la NWOBHM tienen el peor de todas las canciones homónimas. Sin querer ofender, fíjense en Black Sabbath (ojo que nos es de la NWOBHM) que tiene ese superhimno como canción homónima al grupo, que además es un hito en el Heavy Metal, porque fue el que lo inició, porque fue la maduración de una idea, porque tiene una batería que no se detiene solo a marcar las notas, los compases, etc, porque fue el producto de llevar a cabo la idea de Geezer Butler de hacer música para asustar a la gente (como lo hacen las películas de terror en el cine) y porque tiene hasta el intervalo del diablo (el tritono), todo reunido en una sola canción cuyo nombre es igual al del grupo, pero Iron Maiden... ¡Bueno no más! porque tampoco es que sea mala...
Segunda Época: 1990 a 1992 (parte Adrian Smith)
Les cuento que de los dos guitarristas de Iron Maiden, en mi concepto Adrian es el mejor: siempre contenido, siempre limpio en sus ejecuciones, siempre perfecto en vivo. Además es un muy buen compositor (Somewhere in Time es su obra conjunta de composición con Harris, pues ambos compusieron igual número de temas en dicho álbum). Murray es mucho más inspirado (eso no se puede negar) y su toque es más complejo y lleno de variantes que el de Smith, pero... Llegó Janick Gers. Sobre Gers tengo una opinión muy particular y realmente no es buena: Podrá ser todo un showman en el escenario, que canta, baila, hace piruetas con la guitarra y todo lo que ustedes quieran, pero su interpretación es bastante retorcida, arrítmica algunas veces, sosa y repetitiva otras y deforma los punteos de las canciones en las cuales intervenía Smith (Two Minutes to Midnight, The Trooper, The Number of The Beast, The Evil that men do, de estas la última es la que me da más coraje cuando veo que Gers la interpreta). Desafortunadamente fue una mala influencia para Dave, quien terminó haciendo punteos vanales, que no llevaban a ninguna parte, aunque al menos le enseñó a Gers a tocar en dúo (el rasgo más singular de Maiden). Bueno, pero como decía un amigo mío muy cercano "En la vida no todo puede salir bien".
Pero esta no es una crítica contra Gers, sino una clasificación de los álbumes de la doncella y aquí va:
1. Fear of The Dark

Buen álbum, no lo puedo negar, casi al nivel de sus antiguas glorias, pero tiene bastantes temas que no tienen nada que ver con lo que era Maiden. Buenas canciones: Be Quick or Be Death (una de las más veloces de Maiden), Afraid to Shoot Stranger, Childhood's End, Wasting Love, Judas be My Guide y Fear of the Dark. Con mucho pesar y mucha tristeza, aunque le guste mucho a Don Steve Harris, From Here to Eternity no es una buena canción, puede que tenga video, que sea el título de varios tributos y recopilaciones, pero musicalmente hablando es de lo más regularzongo de Maiden (sobre todo por el estribillo). De las otras canciones, mejor ni hablar. Ahhh, se me olvidaba, no sabemos todavía quién diablos le diría a Bruce Dickinson que esa voz ronca, raspada y desgarrada que tiene en este álbum le quedaba bien, yo sinceramente alcancé a pensar que ya estaba en su declive porque lo mismo hizo en No Prayer for the Dying (menos mal solamente fue el susto, porque en Brave New World volvió a cantar como cantan los dioses), tal vez ya no quería cantar con Maiden porque luego se fue.
2. No Prayer for The Dying

El álbum debería llamarse No Crying for Adrian, porque se fue el guitarrista de Maiden y llegó el señor Gers (ya no lo critico más porque se puede pensar que es algo personal). Se anunció como un álbum muy parecido a lo duro de Maiden, un retorno a Piece of Mind o a Powerslave, un regreso a sus origenes, luego de estar "perdidos" en lo progresivo de Somewhere in Time y Seventh Son of a Seventh Son (lamentable si que no hubieran seguido por ese camino, quién sabe que habría salido), pero yo jamás de los jamases compararía este álbum con uno de los clásicos de Maiden, por dos razones fundamentales: La voz de Dickinson era inmensamente superior en Where Eagles Dare, Fligh of The Icarus, Aces High, Sun and Steel, que en las canciones de esta producción; en segundo lugar, jamás de los jamases me atrevería a comparar el estilo de Adrian Smith con el de Janick (¡no critico más! ¡ya lo dije!). Pero bueno, no todo lo malo es totalmente malo, ni todo lo bueno es totalmente bueno, por eso en este álbum tenemos una que otra joyita: No Prayer of the Dying, Public Enema Number One, Fates Warning. No me gustan, lo confieso, ni Tailgunner, por tratar de asemejarse a Aces High en su temática y por la vocalización de Bruce, ni tampoco (mucho menos) la famosísima y muy publicitada Bring you Daughter... to the Slaugther, nunca la comprendí ni la he comprendido, me parece enrevesada, con un estribillo hasta canzón y con no muy buena técnica en las guitarras, pero en cuestión de gustos... no hay disgustos, pero no quiero dejar por fuera a la reverenciada Holy Smoke: Yo no sé cuál innovación, pujanza o que se yo, tendrá esta canción tan sosa para ser alabada por algunos, a mi la verdad me parece bastante repetitiva y falta de tema, ¿Alguien ha visto el horrible video de esta canción? Por favor véanlo y sabrán que tengo la razón... No por el video sino porque eso es esta canción.
Tercera Época: El desastre de Blaze Bailey
Mejor de esto si ni siquiera hablo, ni pongo carátulas ni nada. El Factor X no está del todo mal, pero... mejor lean la crítica de la que hablé al principio y que está muy bien titulada como Iron Maiden - Wasted Years (años realmente desperdiciados): Iron Maiden-Wasted years. - Guitarristas.info
Cuarta Época: El resurgir
Como el gran grupo que es, Iron Maiden resurgió de sus cenizas e hizo el gran Álbum "Brave New World", ya no con cinco integrantes sino con seis y de regreso Bruce con Adrian (que alivio). Aunque siguió Gers, ya el daño fue menor. Indudablemente Brave New World es el mejor álbum de esta época pero no quiero hacer reseñas de cada uno de ellos, porque después de él la doncella se volvió repetitiva y poco innovadora, así que aquí les dejo simplemente el orden en el que creo deben ser clasificados estos álbumes:
1. Brave New World
2. A Matter of Life and Death
3. Dance of Death
4. The Final Frontier
Por último, me parece que los integrantes de Maiden no han sabido sacar el mejor provecho de sus tres guitarritas (cosa extraña porque el señor Harris es todo un visionario). Yo pienso que si se tienen personas con ese talento es para realizar obras musicales mucho más técnicas y complejas, inclusive un guitarrista puede seguir al vocalista durante toda una canción y los otros dos dedicarse a marcar uno el ritmo y otro a puntear o que se yo (como por ejemplo en Wrathchild), inclusive si los tres tocaran en diferentes notas las partes en que se acompañan sería una verdadera revolución... Sin embargo me parecen subutilizados. Y viene la pregunta de rigor: ¿Para qué tener tres guitarristas si con dos suenan igual?.
Muchas gracias
Antes de empezar a comentar quiero hacer unas aclaraciones: soy un fan furibundo y consumado de la Doncella de Hierro desde que escuché por primera vez en el ya lejano 1988 el concierto "Live After Death" y compre la pasta "Seventh son of a Seventh son", ambos extraordinarios que comentaré más adelante. También considero que la banda ha tenido varios momentos cumbres y varios momentos de transición (algunos de indudable bajón) en especial la época en la cual es sustituido Adrian Smith por Janick Gers, la época en la que es incorporado el insufrible Blaze Bayley y la época en la que regresan Bruce Dickinson y Adrian y dejan de ser un quinteto para convertirse en un extraño grupo de seis. No voy a referirme al cambio de Paul D'ianno por Bruce sino someramente cuando hable de cada uno de los álbumes porque aunque hubo un cambio drástico (para algunos bueno, para otros malos), ese cambio formó parte de la evolución ascendente que llevaría a Maiden a la cima de los grupos de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (NWOBHM).
También quiero recomendar a todos los "maidenófilos" (perdonen el término) visitar la página | The Iron Maiden Commentary | la cual a pesar de que está en inglés (si usted es un verdadero fan de Iron Maiden o del Metal en general el idioma no es un problema) creo que es la mejor página de tributo, porque allí se encuentran comentados todos los álbumes, sencillos, videos, recopilaciones, etc., tema por tema y se pueden averiguar los orígenes de cada una de las canciones así como sus inspiraciones.
Bueno ahora si comencemos:
Primera Época (desde 1980 hasta 1990):
1. Seventh Son of a Seventh Son.

¿Por qué?: Simple y sencillo, esta representa la obra maestra de la madurez musical de Iron Maiden: Bruce Dickinson más que cantar declama como un poeta, con toda la energía y la potencia de sus casi treinta años (mejor época para un vocalista según los entendidos); Tanto Adrian como Dave en las guitarras vuelven a demostrar porque son uno de los dúos con mayor vigencia en la escena Heavy, con introducciones fantásticas (especialmente en Infinite Dreams, The Evil that men do, Seventh son of a Seventh son y Only the good die young), arreglos realizados a los temas en los cuales siguen, se anteponen o contrastan al vocalista en los estribillos (Moonchild, Infinite Dreams, The Evil that Men do, Seventh Son of a Seventh Son y the Clairvoyant), los punteos sobradamente técnicos, límpios, directos, francos y certeros, anudados con los contenidos y los temas principales de las canciones (especialmente en Moonchild, Infinite Dreams, Seventh son of a Seventh son), las muestras de virtuosismo musical de cada uno por separado en los punteos solitarios (Can I Play with Madness, The Evil that Men Do, The Clairvoyant) y, obviamente, lo que siempre ha distinguido a Maiden que son sus dúos de guitarra (especialmente en Infinite Dreams, Seventh son of a Seventh son, The Evil that men do y en forma menos marcada en casi todos los temas); El bajo galopante de Harris en toda su expresión demostrando la madurez que le permite acompañar todas las canciones realizando introducciones como en The Clairvoyant, introduciéndose y anteponiéndose a las guitarras en varias canciones; Por último, pero no menos sobresaliente, Mister Nicko McBrian in the drums, aunque debo confesar que siempre me ha parecido un baterista bastante limitado y balurdo, en este álbum no puedo más que elogiarlo porque saca lo mejor de sí: Ritmos asíncopados (que ya se habían visto en algunos temas del Somewhere in Time) en varios temas tales como: Seventh son of a Seventh son y The Clairvoyant, los cambios de ritmos sorprendentes en Infinite Dreams, The Evil that Men Do y The Clairvoyant, la velocidad en Moonchild y la soberbia y magistral ejecución de Seventh Son of a Seventh Son. Además como si fuera poco, es el primer álbum conceptual de la doncella, con unas composiciones bastante buenas, producto en su gran mayoría y como siempre de Steve Harris y la colaboración de Smith y Dickinson. Además cabe agregar que ocupó el primer lugar en las listas británicas. En resumen el mejor álbum de los mejores.
2. Somewhere in Time

Sin lugar a dudas uno de los álbumes más técnicos de la Doncella. En mi opinión es el producto de la rigurosidad y la experiencia adquirida en sus anteriores álbumes y sobre todo de la gira mundial realizada en el World Slavery Tour. Aunque es una de las propuestas que no gustó mucho a algunos de sus fans tradicionales, hasta cuando se acostumbraron al cambio y en especial a las Synth Guitars, es indudable que temas como Somewhere in Time (con dos solos de guitarra impresionantes), Wasted Years, Heaven Can Wait, Stranger in Strange Land, son de los mejores temas de todos los tiempos de Maiden.
3. Killers

Si Seventh Son of a Seventh Son representa la madurez musical de la doncella con Dickinson, Harris, Murray, Smith y McBrian, este representa la madurez musical con los integrantes de esa época: D'ianno, Harris, Murray, Smith y Burr (inmesamente mejor, mucho más versátil y más acomodado al bajo galopante de Harris que McBrian). En este álbum se aprecia toda la calidad vocal de D'ianno (creo que eso era lo máximo que podía registrar y hasta estuvo bien que partiera dejando lo mejor de si para este álbum, porque sinceramente no veo a D'ianno cantando ninguno de los temas de The Number of The Beast) y su fuerza en la interpretación.
4. The Number of the Beast

El primer superhit de la banda y que los catapulto a la cima de la cual ya no bajarían nunca (incluso en nuestros días). Cierto es que el cambio de D'ianno por Dickinson estuvo muy certero, puesto que este último le imprimió una nueva dinámica a las canciones, la mayor profundidad y agudez de su voz y la verdadera sensación de que Maiden tenían un frontman que ayudaba a sus shows en vivo. Joyas: The Number of the Beast, Hallowed be Thy Name, Run to the Hills, Children of the Damned, The Prisoner, 22 Acacia Avenue. La verdad Invaders y Gangland no me parecen a la altura del álbum, algo les falta, sin querer decir que son malas. Fue una lástima la partida de Burr, porque en este álbum también se consagró como uno de los mejores bateristas de la época. Sin ofender a los hinchas de McBrian, pero para darse cuenta del virtuosismo de cada uno basta simplemente con escuchar a Nicko tratando de tocar los temas de este álbum o de algunos anteriores para darse cuenta quién es mejor, o si no comparece el álbum de estudio con el concierto de Live After Death en los siguientes temas: Children of the Damned, The Number of The Beast, The Phantom of the Opera.
5. Piece of Mind y Powerslave


¿Por qué ambos en el mismo lugar? En este tiempo la doncella producía un álbum por año y realmente los cambios en estos álbumes de uno a otro no son significativos (en cuanto a sonido, a modulación de la voz y a la batería de McBrian). Se extraña sobremanera la batería de Burr. Aunque en Where Eagles Dare, Nicko hizo lo que probablemente hubiese hecho Burr pero... ¡después se le olvidó!. Comenzaron los temas épicos de larga duración: To Tame a Land (7:25) y la impresionante (antes de poner el título me parece ver y oír a Bruce Dickinson anunciándola en los conciertos) The Rime of the Ancient Mariner (13:36). ¿Joyas?, por supuesto que muchas: Where Eagles Dare, Revelations, Flight of Icarus, Die with your Boots on, The Trooper, Still Life, Aces High, Two Minutes to Midnight, la egíptica (perdón por la palabra) Powerslave y The Rime of the Ancient Mariner (vuelvo a recordar a Bruce anúnciandola en los conciertos).
6. Iron Maiden

Todos sabemos el cuento de la mala producción, etc., etc., pero debemos de ser también concientes que a pesar de que Maiden llevaban tocando los temas por más de cinco años (desde su fundación en 1975 hasta la fecha en que se lanzó el primer álbum 1980), todavía les hacía falta mucho. Los temas carecían de la solidez y la consistencia que vino depués, pero eso no quiere decir que no tenga excelentes temas. Dentro de mis preferencias: Prowler (no entiendo por qué al menos de vez en cuando no la incluyen en sus conciertos en vivo), Running Free (uno de los himnos de Maiden), la melódica Remember Tomorrow, la extraordinaria Phantom of The Opera (aquí me parece escuchar a D'ianno anunciándola en los conciertos), la mejor composición y una de las escasas de Dave: Charlotte the Harlot y Transylvania. Me perdonarán los hinchas de la canción Iron Maiden pero creo que no es la adecuada para ser el himno del grupo (y de hecho no lo es, así la toquen por protocolo en todos sus conciertos) porque es muy insípida, seca y retorcida sin razón hacia el final. Pero así es la vida: El mejor grupo de la NWOBHM tienen el peor de todas las canciones homónimas. Sin querer ofender, fíjense en Black Sabbath (ojo que nos es de la NWOBHM) que tiene ese superhimno como canción homónima al grupo, que además es un hito en el Heavy Metal, porque fue el que lo inició, porque fue la maduración de una idea, porque tiene una batería que no se detiene solo a marcar las notas, los compases, etc, porque fue el producto de llevar a cabo la idea de Geezer Butler de hacer música para asustar a la gente (como lo hacen las películas de terror en el cine) y porque tiene hasta el intervalo del diablo (el tritono), todo reunido en una sola canción cuyo nombre es igual al del grupo, pero Iron Maiden... ¡Bueno no más! porque tampoco es que sea mala...
Segunda Época: 1990 a 1992 (parte Adrian Smith)
Les cuento que de los dos guitarristas de Iron Maiden, en mi concepto Adrian es el mejor: siempre contenido, siempre limpio en sus ejecuciones, siempre perfecto en vivo. Además es un muy buen compositor (Somewhere in Time es su obra conjunta de composición con Harris, pues ambos compusieron igual número de temas en dicho álbum). Murray es mucho más inspirado (eso no se puede negar) y su toque es más complejo y lleno de variantes que el de Smith, pero... Llegó Janick Gers. Sobre Gers tengo una opinión muy particular y realmente no es buena: Podrá ser todo un showman en el escenario, que canta, baila, hace piruetas con la guitarra y todo lo que ustedes quieran, pero su interpretación es bastante retorcida, arrítmica algunas veces, sosa y repetitiva otras y deforma los punteos de las canciones en las cuales intervenía Smith (Two Minutes to Midnight, The Trooper, The Number of The Beast, The Evil that men do, de estas la última es la que me da más coraje cuando veo que Gers la interpreta). Desafortunadamente fue una mala influencia para Dave, quien terminó haciendo punteos vanales, que no llevaban a ninguna parte, aunque al menos le enseñó a Gers a tocar en dúo (el rasgo más singular de Maiden). Bueno, pero como decía un amigo mío muy cercano "En la vida no todo puede salir bien".
Pero esta no es una crítica contra Gers, sino una clasificación de los álbumes de la doncella y aquí va:
1. Fear of The Dark

Buen álbum, no lo puedo negar, casi al nivel de sus antiguas glorias, pero tiene bastantes temas que no tienen nada que ver con lo que era Maiden. Buenas canciones: Be Quick or Be Death (una de las más veloces de Maiden), Afraid to Shoot Stranger, Childhood's End, Wasting Love, Judas be My Guide y Fear of the Dark. Con mucho pesar y mucha tristeza, aunque le guste mucho a Don Steve Harris, From Here to Eternity no es una buena canción, puede que tenga video, que sea el título de varios tributos y recopilaciones, pero musicalmente hablando es de lo más regularzongo de Maiden (sobre todo por el estribillo). De las otras canciones, mejor ni hablar. Ahhh, se me olvidaba, no sabemos todavía quién diablos le diría a Bruce Dickinson que esa voz ronca, raspada y desgarrada que tiene en este álbum le quedaba bien, yo sinceramente alcancé a pensar que ya estaba en su declive porque lo mismo hizo en No Prayer for the Dying (menos mal solamente fue el susto, porque en Brave New World volvió a cantar como cantan los dioses), tal vez ya no quería cantar con Maiden porque luego se fue.
2. No Prayer for The Dying

El álbum debería llamarse No Crying for Adrian, porque se fue el guitarrista de Maiden y llegó el señor Gers (ya no lo critico más porque se puede pensar que es algo personal). Se anunció como un álbum muy parecido a lo duro de Maiden, un retorno a Piece of Mind o a Powerslave, un regreso a sus origenes, luego de estar "perdidos" en lo progresivo de Somewhere in Time y Seventh Son of a Seventh Son (lamentable si que no hubieran seguido por ese camino, quién sabe que habría salido), pero yo jamás de los jamases compararía este álbum con uno de los clásicos de Maiden, por dos razones fundamentales: La voz de Dickinson era inmensamente superior en Where Eagles Dare, Fligh of The Icarus, Aces High, Sun and Steel, que en las canciones de esta producción; en segundo lugar, jamás de los jamases me atrevería a comparar el estilo de Adrian Smith con el de Janick (¡no critico más! ¡ya lo dije!). Pero bueno, no todo lo malo es totalmente malo, ni todo lo bueno es totalmente bueno, por eso en este álbum tenemos una que otra joyita: No Prayer of the Dying, Public Enema Number One, Fates Warning. No me gustan, lo confieso, ni Tailgunner, por tratar de asemejarse a Aces High en su temática y por la vocalización de Bruce, ni tampoco (mucho menos) la famosísima y muy publicitada Bring you Daughter... to the Slaugther, nunca la comprendí ni la he comprendido, me parece enrevesada, con un estribillo hasta canzón y con no muy buena técnica en las guitarras, pero en cuestión de gustos... no hay disgustos, pero no quiero dejar por fuera a la reverenciada Holy Smoke: Yo no sé cuál innovación, pujanza o que se yo, tendrá esta canción tan sosa para ser alabada por algunos, a mi la verdad me parece bastante repetitiva y falta de tema, ¿Alguien ha visto el horrible video de esta canción? Por favor véanlo y sabrán que tengo la razón... No por el video sino porque eso es esta canción.
Tercera Época: El desastre de Blaze Bailey
Mejor de esto si ni siquiera hablo, ni pongo carátulas ni nada. El Factor X no está del todo mal, pero... mejor lean la crítica de la que hablé al principio y que está muy bien titulada como Iron Maiden - Wasted Years (años realmente desperdiciados): Iron Maiden-Wasted years. - Guitarristas.info
Cuarta Época: El resurgir
Como el gran grupo que es, Iron Maiden resurgió de sus cenizas e hizo el gran Álbum "Brave New World", ya no con cinco integrantes sino con seis y de regreso Bruce con Adrian (que alivio). Aunque siguió Gers, ya el daño fue menor. Indudablemente Brave New World es el mejor álbum de esta época pero no quiero hacer reseñas de cada uno de ellos, porque después de él la doncella se volvió repetitiva y poco innovadora, así que aquí les dejo simplemente el orden en el que creo deben ser clasificados estos álbumes:
1. Brave New World
2. A Matter of Life and Death
3. Dance of Death
4. The Final Frontier
Por último, me parece que los integrantes de Maiden no han sabido sacar el mejor provecho de sus tres guitarritas (cosa extraña porque el señor Harris es todo un visionario). Yo pienso que si se tienen personas con ese talento es para realizar obras musicales mucho más técnicas y complejas, inclusive un guitarrista puede seguir al vocalista durante toda una canción y los otros dos dedicarse a marcar uno el ritmo y otro a puntear o que se yo (como por ejemplo en Wrathchild), inclusive si los tres tocaran en diferentes notas las partes en que se acompañan sería una verdadera revolución... Sin embargo me parecen subutilizados. Y viene la pregunta de rigor: ¿Para qué tener tres guitarristas si con dos suenan igual?.
Muchas gracias
