Lucas, es que no estamos discutiendo sobre eso. Estoy de acuerdo contigo en que un oído que no diferencie que dos sonidos distintos tenga diferentes alturas y los identifique como iguales no puede improvisar.
Yo lo que digo es que el concepto de improvisación que se suele manejar y que muchos defendéis es el de improvisación melódica. Adaptado a un estilo (generalmente jazz, blues, rock y derivados). Y está muy bien. Yo cuando sentí la necesidad de aprender los intervalos de oído y cantados me puse a ello. Cuando sentí la necesidad de aprender improvisaciones modales me puse una nota pedal en el piano y castigué los modos hasta que mi oído empezó a reconocer los colores, cuando sentí la necesidad de reemplazar dominantes y tocar out me puse con sonidos procedentes de escalas alteradas y disminuidas y así hasta donde llego, que no es muy lejos. A mí me encanta esta música y aprendí teoría por necesidad y la siento como necesaria. Me pongo palote cuando escucho la intro de Así hablaba zaratustra y distingo nítidamente los intervalos y la puedo tocar con la guitarra a la primera y de memoria. Sin la teoría no podía haber llegado a ello.
Pero lo que pongo en cuestión es el reduccionismo de este enfoque. Desde mi punto de vista la improvisación musical abarca mucho más que la impro melódica, es decir, crear melodías espontáneas y discursivas sobre un entramado armónico. La improvisación musical va mucho más allá. En primer lugar porque el mundo es ancho y abarca muchos tipos y experiencias musicales distintas. Improvisar en las diversas músicas africanas o en el choro brasileño o con los grandes órganos de iglesia parisinos en la tradición de Messiaen, o en free jazz o en música de vanguardia o en el minimalismo o en música serial o la música árabe o en noisepunkfree, por poner sólo algunos ejemplos, es completamente distinto. Repito que ancho es el mundo y grande la capacidad para ensanchar la conciencia y la educación auditiva.
También porque no sólo se improvisan melodías. En un momento dado puedo tocar el bolero de Ravel en una impro de Jevi metal y estoy improvisando, ya que arranco una melodía de su contexto y lo pongo en otro. Se pueden improvisar con paisajes sonoros, con timbres, con ruido, con silencio como hizo John Cage, con pulsos rítmicos, etc.
Tener un enfoque reducido de lo que es la improvisación ya ha frustrado a más de uno. Además puedes perder de vista el componente lúdico y significativo de la música (en muchísimos idiomas la música no se toca sino que se juega).
Espero que se comprenda que no estar de acuerdo con este enfoque reducido que proponéis, no significa que no se deba aprender teoría estándar occidental ni cosas parecidas. Lo que se dice es que la educación musical resulta más beneficiosa si partimos de un enfoque sobre la improvisación más ampliado y universalista. Espero que se entienda. Por supuesto es mi punto de vista. Lo expongo, ahora sí, por última vez y pasó a leeros. Por supuesto respeto plenamente que no estéis de acuerdo con mi enfoque (que por supuesto no es mío, es el que siguen muchísimas escuelas).
Dejo un par de vídeos de lo que puede dar de si una impro de guitarra. Para muchos de vosotros quizá solo sea ruido. El mismo ruido que la improvisación de los Beatles en A day in the life. Lenon robó literalmente el concepto de Stockhausen y Richter.
La primera es una impro de Marc Ribot, uno de los guitarristas vivos más aclamado y emergente por su forma de acercarse a la música cubana, entre otras cosas. Para muchos de vosotros esto no es más que un jueguecito. Y tenéis razón. Benditos juegos.
Yo lo que digo es que el concepto de improvisación que se suele manejar y que muchos defendéis es el de improvisación melódica. Adaptado a un estilo (generalmente jazz, blues, rock y derivados). Y está muy bien. Yo cuando sentí la necesidad de aprender los intervalos de oído y cantados me puse a ello. Cuando sentí la necesidad de aprender improvisaciones modales me puse una nota pedal en el piano y castigué los modos hasta que mi oído empezó a reconocer los colores, cuando sentí la necesidad de reemplazar dominantes y tocar out me puse con sonidos procedentes de escalas alteradas y disminuidas y así hasta donde llego, que no es muy lejos. A mí me encanta esta música y aprendí teoría por necesidad y la siento como necesaria. Me pongo palote cuando escucho la intro de Así hablaba zaratustra y distingo nítidamente los intervalos y la puedo tocar con la guitarra a la primera y de memoria. Sin la teoría no podía haber llegado a ello.
Pero lo que pongo en cuestión es el reduccionismo de este enfoque. Desde mi punto de vista la improvisación musical abarca mucho más que la impro melódica, es decir, crear melodías espontáneas y discursivas sobre un entramado armónico. La improvisación musical va mucho más allá. En primer lugar porque el mundo es ancho y abarca muchos tipos y experiencias musicales distintas. Improvisar en las diversas músicas africanas o en el choro brasileño o con los grandes órganos de iglesia parisinos en la tradición de Messiaen, o en free jazz o en música de vanguardia o en el minimalismo o en música serial o la música árabe o en noisepunkfree, por poner sólo algunos ejemplos, es completamente distinto. Repito que ancho es el mundo y grande la capacidad para ensanchar la conciencia y la educación auditiva.
También porque no sólo se improvisan melodías. En un momento dado puedo tocar el bolero de Ravel en una impro de Jevi metal y estoy improvisando, ya que arranco una melodía de su contexto y lo pongo en otro. Se pueden improvisar con paisajes sonoros, con timbres, con ruido, con silencio como hizo John Cage, con pulsos rítmicos, etc.
Tener un enfoque reducido de lo que es la improvisación ya ha frustrado a más de uno. Además puedes perder de vista el componente lúdico y significativo de la música (en muchísimos idiomas la música no se toca sino que se juega).
Espero que se comprenda que no estar de acuerdo con este enfoque reducido que proponéis, no significa que no se deba aprender teoría estándar occidental ni cosas parecidas. Lo que se dice es que la educación musical resulta más beneficiosa si partimos de un enfoque sobre la improvisación más ampliado y universalista. Espero que se entienda. Por supuesto es mi punto de vista. Lo expongo, ahora sí, por última vez y pasó a leeros. Por supuesto respeto plenamente que no estéis de acuerdo con mi enfoque (que por supuesto no es mío, es el que siguen muchísimas escuelas).
Dejo un par de vídeos de lo que puede dar de si una impro de guitarra. Para muchos de vosotros quizá solo sea ruido. El mismo ruido que la improvisación de los Beatles en A day in the life. Lenon robó literalmente el concepto de Stockhausen y Richter.
La primera es una impro de Marc Ribot, uno de los guitarristas vivos más aclamado y emergente por su forma de acercarse a la música cubana, entre otras cosas. Para muchos de vosotros esto no es más que un jueguecito. Y tenéis razón. Benditos juegos.