En mi pueblo había un pub que se llamaba "Escándalo" (nada que ver con el tema de Rafael, sino más bien con el heavy metal, je, je...).
Era horrible, sucio, con mala decoración, mal servicio a los clientes, incómodo... Pero para mí era un Edén, ya que ponían la música que a mí más me gustaba: Rosendo, Leño, Barricada, Ñú, Medina Azahara, Obús, Megadeth, Metallica, Iron Maiden, Halloween... No ponían nada de metal extremo (que descubrí después y me encanta), pero sí las bandas nacionales e internacionales que eran referencia en la época. Allí iba con mis amigos con mucha frecuencia y coincidíamos en aquel garito muchos de los "heavys del pueblo". Los que además estábamos empezando a soltarnos con la guitarra eléctrica, yo creo que disfrutábamos aún más. Hacíamos el burro, cantábamos, chillábamos (bailar no era lo nuestro), reíamos, conversábamos, tomábamos alguna cerveza que otra y, sobre todo, escuchábamos una música excelente... disfrutábamos como enanos.
Más tarde, cuando fui a vivir a Murcia capital (época de la Universidad), solía frecuentar todo tipo de bares, ya que los amigos no eran los mismos del pueblo y tenían gustos musicales muy dispares. Echaba muuuucho de menos mis "tardeos" en el Escándalo. Por tanto, sí que diría que cuando yo elegía los bares y pubs a los que acudir, sí era por la música que ponían, y cuando eran otros amigos los que decidían dónde ir y había que acoplarse, solía aburrirme y siempre estaba como melancólico y nostálgico, a no ser claro está, que apareciese alguna chica que por razones obvias me despertase del letargo melancólico, je, je...
¡Qué buenos tiempos aquellos!
Luego, en mi época de regreso a Bolivia, las músicas eran otras, claro... Y al volver a España finalmente, todavía hoy disfruto mucho cuando entro a algún pub o bar donde suene un buen tema de hard rock o metal, con independencia de que sea una banda española o internacional