Filomeno escribió:
Completamente de acuerdo. Nada es bueno ni malo al 100%, es más, yo diría que nada tiene más de 60% de bueno o de malo. Si hubiera sistemas para medirlo nos encontraríamos que incluso Hitler, Franco, Stalin, o Chavez, por decir algunos, están absolutamente convencidos de que lo que hacen, o hicieron, es lo correcto. Estoy seguro que ellos sopesaron varias posibilidades de hacer las cosas y eligieron la que creyeron mejor dentro de su época, su cultura, su educación, su inteligencia, etc. Sus circunstacias en general, como decía Ortega y Gasset, creo recordar. ¿Qué tiene que ver esto con el tema en cuestión? Pues que, por ejemplo, no tenemos ni idea de lo que pasó aquella noche con Marta, pero aquí estamos hablando sin saber. Os recuerdo que hace unos años pasó un caso parecido con una tal Dolores Vázquez, podéis buscar información en internet. Esa mujer pasó 2 años en la carcel, creo recordar, y luego resultó que era inocente. En estos casos el Estado te da un dinero como "compensación" por "daños y perjuicios", pero acaso alguien piensa que se pueden recuperar dos años de la vida de una persona inocente. ¿Cuánto valdría eso en euros para vosotros?
En resumen, no se debe hablar sin saber, o al menos si se habla, porque se siente la irrefrenable necesidad de hablar, cosa nada inteligente, hay que estar dispuesto a que te corrijan. Acordaros de cuando empezabais con la guitarra, os enseñaron 4 acordes y ya hacíais algunas canciones, incluso sacasteis alguna vosotros mismos y pensasteis "que bueno soy", "que bien se me da", o algo así, tranquilos, es humano. Pero luego os disteis cuenta que había un mundo de acordes y los aprendisteis todos. Entonces volvisteis a pensar, "jo, sé mogollón de guitarra". Entonces llegaron las escalas y un amigo que improvisaba de puta madre, y entonces os disteis cuenta de que no sabíais tanto, y desarrollando un poco esa idea os disteis cuenta que como no se sabe lo que no se sabe, es imposible saber cuanto no se sabe, y por tanto es mejor decir siempre que no se sabe nada. Este razonamiento no es mío, es de Sócrates, sobre el año 500 A. C. lo plasmó en su célebre frase: "Sólo sé que no sé nada". Pero aún así seguro que hay alguien que sabe más que Sócrates.
Estando de acuerdo contigo, que lo estoy sobre todo en tu primer razonamiento. Tampoco pienso que sea un tema exclusivo a este caso, como ha dicho más de un compañero por arriba. Es un tema general lo de la aplicación de la cadena perpetua. Lo que pasó con Marta no lo sabemos, es verdad, pero no te entiendo muy bien que quieres decir con eso. Si te refieres a que si el chico tenía una razón para matarla o qué
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Porque lo que si parece claro es que muerta está.
Yo soy del pensamiento que una persona cuando comete un crimen o varios, cree que hace lo correcto (enfermedad, posiblemente como decís), pero por esa misma regla, cuando un padre que le asesinan a su hija le rompe la cabeza al
"presunto" asesino, también tiene su motivo, como cualquier pirado.
Desde este punto de vista, podríamos llegar a la conclusión de que nos tomemos todos la justicia por nuestra mano y que luego nos impongan la pena, y ya saldremos y así pues casi que volvemos a la ley del oeste, o la da los duelos.
También en el caso de Marta al que te has referido, hay que tener en cuenta que por lo visto son
CUATRO los posibles implicados y creo que eso merece como mínimo un análisis más frío, que tendría cierta lógica si los asesinos y cómplices estuviesen en un manicomio, pero no es el caso.
Y por otro lado, creo que las circunstancias de muchos crímenes que se cometen son muy diferentes y se podrían delimitar mucho mejor las penas de lo que lo están. No es lo mismo matar a un tío que está robando en tu casa, que cargarse a una chica que tiene toda la vida por delante por la puta cara y es muy posible que cumplas más pena en la primera suposición.
A todos los asesinos hay que apartarlos de la sociedad y con su correspondiente seguimiento psiquiátrico para que se pueda entender una posible reinserción, pero engañar a un psiquiatra tampoco es tan difícil.
Sobrevivir a los hijos es lo peor que hay y la objetividad se va a tomar pol saco.
Iñigo, muy bueno lo de la caza.