Da pena este hilo tan abandonado, pero bueno, una vez que empezamos lo terminaremos
pero si me descuido tengo que ir a buscarlo a lo mas profundo y putrefacto del taller
Filetes y cenefas:
Con el cuerpo montado procedemos a poner los “filetes y cenefas”... que no es otra cosa que lo que llamamos binding en las guitarras eléctricas.
Cualquier podría pensar que su función en la guitarra española es puramente decorativa, pero no es así. Si bien no tienen la importancia que tienen en el violín (donde además de refuerzos son una “bisagra” que atempera la vibración de la tapa), la función en la guitarra es estructural, pues hace solidarios fondos, tapas y aros, que ya de por sí tienen una unión precaria.
Lo primero será preparar las maderas; para ello encolamos chapas de iroco, unas tintadas y otras sin tintar, sobre una tabla de palosanto. Es importante que el encolado tenga la misma presión en todos los puntos de ese “bocadillo” de chapas encoladas, pues de lo contrario, el perfil de la cenefa no será uniforme, sino que será más grueso en unos puntos que en otros. Para ello utilizamos un solo madero grueso para distribuir la presión de los torniquetes.
[ Imagen no disponible ]
Después cortamos tiras a lo largo de ese “bocadillo”, de modo que obtenemos unos listones muy finos en cuyo canto vemos el palosanto grueso y después capas alternas blanca y negra de las chapas de iroco.
Es importante ingeniárselas para que quede uno de los cantos bien lisos, ya sea a base de lija a mano o con la típica lijadora de rodillo que se utiliza a modo de regrueso.
[ Imagen no disponible ]
Tomamos medidas de nuestras tiras y procedemos al “cajeado” del borde de la guitarra. He de decir que se emplean gramiles de corte muy afilados y el formón, que meter una fresadora puede ahorrarnos el trabajo (o arruinarlo si no tenemos fresas muy afiladas reservadas solo para maderas blandas como la tapa armónica)
[ Imagen no disponible ]
Yo para este trabajo concreto utilicé gramil para la tapa armónica y fresadora para el arce, ya que al ser duro, el borde queda más nítido que sobre el abeto.
[ Imagen no disponible ]
Esta foto está borrosa, pero es la única que tengo del cajeado de la tapa armónica de abeto.
Como el abeto es tan blando, se empieza por este cajeado, ya que una vez tenga el filete de palosanto, servirá de refuerzo durante la manipulación de la guitarra en operaciones posteriores. De otra forma, cualquier pequeño golpe sobre la arista daría al traste con el trabajo. Ni que decir tiene que tiene que ser un cajeado limpio y uniforme, pues no nos podemos permitir ni una décima de milímetro de separación entre el filete y el resto de la guitarra. Además de sonar a cascado, sería estéticamente un desastre. Yo e puesto filete de adorno por el lateral, sin que exista adorno en frontal y fondo. Para hacerlo tendríamos que hacer dos cajeados, uno para los filetes del frente y luego pegar esas cenefas ya preparadas con el filete en el lateral.
Para pegar los filetes debemos darle forma primero... para ello colocamos los cuatro de forma simétrica y medimos y señalamos con cinta el espacio que ocupará la cintura.
[ Imagen no disponible ]
Le damos forma humedeciéndolos y conformándolos en la dobladora de aros (hay que hacerlo muy rápidamente y mojándolos muy poco pues van encolados con cola amarilla que no resiste ni el agua ni el calor, así que podemos recomendar para estas operaciones utilizar cola blanca de exteriores en la confección de los filetes).
Para fijar los filetes se usa cola amarilla (por si algún dia hay que retirarlos para una reparación). Tradicionalmente se usaba una cuerda de cáñamo con la que íbamos envolviendo literalmente la guitarra hasta sacar la cola del filete. Yo uso “cinta armada” que es una especie de celofán autoadhesivo con hilos dentro que le da dureza. Hay que tener cuidado al retirarlo, pues si tiramos de él al hilo de la veta podemos arrancarlo, por eso para despegarlo hacemos un chaflán de 45 grados y tiramos de el de forma perpendicular a la veta.
[ Imagen no disponible ]
Se pega un lado y después el otro. Procurando que la junta de ambos sea invisible. Una vez concluido el secado y retiradas las tiras de cinta armada el resultado debe ser este:
[ Imagen no disponible ]
Ya con ese canto reforzado podemos encolar los filetes del fondo sin más miramiento que el que quede una unión perfecta entre ambos y que no queden huecos entre los filetes y las maderas de nuestra guitarra.
[ Imagen no disponible ]
Ay... con lo limpita que estaba la guitarra, tras esta operación se produce el desastre. Quitamos la cinta armada y solo vemos manchas de cola por todos lados, es inevitable ¿cómo limpiar si vamos pegando tiras de cinta encima de la cola?
Bueno, usamos una serie de adminículos para poner la guitarra de canto en unos gatos sin que dañen la tapa ni el fondo y procedemos al famoso “acuchillado” de toda la superficie.
[ Imagen no disponible ]
La cuchilla no es más que una hoja de acero en cuyo canto le hacemos unas “rebabas” afiladas de modo que levante viruta al rascar con ella. Sería como raspar la guitarra con un cristal para pulirla. Parece una nimiedad pero necesita mucha práctica el uso de esta herramienta en superficies planas, pues a veces, arañamos más que pulir.
Después de los filetes, queda hacer la junta de fondo (si lo queremos así) y la “junta de culata”. Para la junta de culata, pegamos dos trozos de filete entre si, de modo que quede el doble de ancho de un filete normal y con los dibujos en la parte exterior. Si hubiésemos puesto adornos en los frontales y el fondo deberíamos hacer lo mismo pero siguiendo su patrón para confeccionar una junta que incrustaremos llegado el caso.
[ Imagen no disponible ]
Ahora toca irse a la culata, marcar el ancho de esa pieza y con el cuchillo marcar limpiamente lo que serán los bordes de esta incrustación. No hay miedo de profundizar demasiado, pues detrás se encuentra el taco de unión de la culata.
Una vez cortados los bordes se rebaja con un formón, teniendo especial cuidado de cortar los filetes (sin tocar el palo santo) procurando un ángulo de 45º.
Se recorta la pieza anterior a la medida adecuada y se encola en ese rebaje para obtener un resultado pulcro como este:
[ Imagen no disponible ]
Una un poco mas cerca para que veáis la coincidencia perfecta de las chapas de madera:
[ Imagen no disponible ]
Eso mismo, pero con su patrón de dibujo habría que hacer en el fondo si quisiéramos tener ahí ese adorno, pues la tira del fondo es solo un adorno sin función estructural, ya que recordareis que en el interior de la guitarra se encoló un refuerzo.
Yo decidí ponerle un pequeño adorno en esta unión y veréis lo complicado que resultó. Si bien en otras guitarras el refuerzo de la junta es una tira continua, cuando rebajamos la unión del fondo para incrustar una cenefa, tenemos el margen que nos otorga ese grueso añadido. Yo por el contrario tengo un fondo que después del acuchillado estimo entre 2 y 1,9 mm de espesor, y sin una tira, sino con unos cuadraditos en punta de diamante que están separados unos milímetros entre sí.
Sería desastroso clavar ahí un formón y ver desde la espalda el interior de tu guitarra
, así que con mucho cuidado y más miedo aún, hice un rebaje de aproximadamente 0,8 mm e incrusté, con no cierta satisfacción de no haber estropeado la guitarra, una tira de palosanto del doble de ancho que quedarán los filetes después del acuchillado.
[ Imagen no disponible ]
El cuerpo está prácticamente terminado... ya tendremos tiempo de dar mas cuchilla y ajustar filetes y cenefas a sus grosores definitivo cuando procedamos al acuchillado final antes del barnizado con goma laca.
Espero que os guste este ultimo avance, pues se ven los resultados de como quedará estéticamente la guitarra.