Como guitarrista inquieto que anda contínuamente buscando he comprado y vendido decenas, si no llegan a la centena, de pastillas y trabajado en similar cantidad de guitarras. Una cosa que me resulta curiosa y que además he visto en guitarras que llevaban décadas sin usarse (así que esto viene de lejos) es la necesidad imperativa que sienten determinadas personas al ver una pastilla, de manera casi obsesiva, de pintar las pastillas por detrás. Que si 8.78kOhm, que si B, Neck, el modelo (super distortion, 498T...), alnico, todo eso junto, un retrato a carboncillo del sobrino...
A veces, de manera más impactante, teniendo ya una pegatina que los señores de Seymour Duncan o Gibson han puesto amablemente para decirnos de qué pastilla se trata.
Es algo que me he encontrado muchas veces y en mis inicios cuando se me quedaba alguna pastilla suelta en mi caja de piezas sentía la necesidad, como si me llamase el espíritu del rotulador, de cogerlo y determinar con dos decimales cuantos kilo ohmios de resistencia tenían las bobinas. Ahora, la pastilla estaba correctamente validada.
La cosa es que en el fondo yo desde el principio sabía qué pastilla era, la misma medición de los ohmios lo podía hacer si hacía falta con mi multímetro (así como cualquiera que se digne a gastarse unos 7 € en nuestro chino de confianza en su propio multímetro) y por lo tanto el garabato no servía para nada.
Hace tiempo vendí un set de pastillas, impecable, como nuevo. Al dueño siguiente no debieron de gustarle o se quedó sin proyecto y las puso a la venta, una semana después, con no una sino dos B's y N's en dos rotuladores diferentes respectivamente pintadas bien grandes en el reverso, cuando las dos pastillas eran del mismo modelo y especificaciones idénticas, cogiendo dos pastillas nuevas y haciéndolas parecer un frankenstein. Considerando el poco tiempo que han estado en uso parece ser que son los rotuladores los que le han controlado para traer una nueva víctima a casa, cebarse y entonces liberarle del trance, encontrándose el hombre de repente con dos pastillas pintadas y ninguna memoria de lo ocurrido.
A ver, sé que es un tema bastante tonto, una pérdida de tiempo y a lo mejor es que me dan venazos de TOC pero genuinamente:
¿Alguno de vosotros lo ha hecho? ¿por qué? ¿os controla el rotulador en otras situaciones, más peliagudas, para saciar su hambre? ¿os fastidia encontraros esto?