Pero lo cierto es que, prácticamente, ya no voy a bares ( a por tabaco un domingo si acaso).
En cualquier caso, celebro que se pueda detestar, incluso odiar; eso de proscribir las emociones legítimas es una señal mala.
Arturo escribió:Yo no lo soporto como pensador, como pensadores la mayoría de estrellas del rock más bien son dispensadores (de toallitas para secarse las manos).Neil Young
Círculodequintas escribió:A mí me echa de un bar, toda aquella música que no me permita hablar a un volumen normal. Si encima tienen puesto chunda-chunda, reguetón o latineo moderno del que está de moda, ni entro. Lo borro de la lista y no vuelvo a pasar por allí.
Paso de que me taladren el cerebro, me piten los oídos cuando voy al sobre o decir las cosas a gritos para que se me oiga. Además de bares, incluye macro festivales o eventos en grandes estadios con sus correspondientes colas, problemas de acceso y su peculiar funcionamiento.
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