Ale! Ya ha llegado la pequeñita a casa. 😊
Es preciosa, y me ha llegado impecable, y a precio de risa.
Solo la he manoseado unos minutos, y no sé que cuerdas lleva, así que no opinaré aún de su sonido. Pero en agudos se defiende muy bien. En medios regular, y en graves me suena un poco a "mandolina", je, je. Pero aún es pronto.
Volumen, espectacular, para lo peque que es.
La familia crece. Y por lo que me ha costado, estoy satisfecho con la compra.
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Bonito trio. Enhorabuena y a disfrutar. Cual es la de enmedio?
Muchas gracias Pepe.
La del medio es una Simon & Patrick, modelo Showcase Concert Hall.
Una 000 gran desconocida en España. En mi opinión, una pena. Para mí vale cada céntimo que pagué por ella.
Estas son mis dos amores, Lyis Guerrero F y Framus Parlor Sport
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Si un hombre que rebosa sensibilidad se permite desbordarla a través de una guitarra, el resultado es un viaje maravilloso pero que, al mismo, tiempo da cierto miedo. Es maravilloso porque, si sabes escuchar, hay pocos caminos más directos para ejercer de voyerista sobre lo más íntimo de su ser, que se desnuda sin tapujos y expone toda su vulnerabilidad sin frontera alguna. Y da miedo porque, si conectas, te desnudas sin remedio en una complicidad de la que cuesta escapar. Un hombre y una guitarra, ese es Carlos López en su trabajo "Nada será como antes", eso y una sinceridad descarnada, de esas que escapan a los cánones de la industria actual. Un hombre y una guitarra, nada más y nada menos. La primera vez que lo escuché, no pude evitar sacar al músico e instrumentista sin talento que llevo dentro y escudriñar en los fraseos, la armonía, las tensiones, resoluciones, modulaciones... hasta que Carlos me fue desarmando y me dije: déjate de tonterías, vuelve al tema 1 y, por una vez, sólo disfruta. Entonces me encuentro ante un espacio sonoro que, para mí, cobra la esencia de un álbum conceptual, que tiene sentido como un todo: un viaje por un universo que te sorprende en cada giro, en su plenitud de matices, por su delicadeza pero que, a su vez, esconde un ADN de una potencia y solidez muy difícil de replicar. Podría empeñarme en poner etiquetas a su trabajo, vislumbrar a Bensusan, a Dufour, a Lage o a Juber en algunos pasajes, pero la razón me dice que, en realidad, simplemente es él: Carlos López, un músico e instrumentista con unas cualidades propias de unos pocos elegidos, enorme por sí mismo y que, fuera de nuestras fronteras, sería seguramente mucho mejor valorado. Diría que, si eres guitarrista, o más allá de eso, si eres melómano, "Nada será como antes" es una pieza que te pondrá en contacto directo con la esencia de lo que es la música: un lenguaje de sentimiento a flor de piel.
5
Es un discazo como la copa de un pino!
Le he podido dar ya bastantes vueltas a buen volumen y a cada vez descubro algo nuevo, esta lleno de recovecos.