Me encanta tocar la guitarra, y me encanta hablar de mi equipo. Uno de las cosas que más agradezco cuando estoy pensando en comprar algo nuevo es encontrar información relevante sobre ese producto en cuestión, y poder ser más que la experiencia de una prueba limitada, la experiencia una vez pasado el primer subidón de compra.
Con esta idea abro este hilo sobre las Gretsch Streamliner a modo de comunidad para que podamos compartir nuestras experiencias con los diferentes modelos de esta gama de Gretsch, sus virtudes y sus defectos. Recordad que hablamos de la gama más económica de esta mítica marca, y que como tantas otras se han visto forzadas a introducir en su catálogo este tipo de precios por la presión de las copias asiáticas de sus gamas más altas y la mejora continua de su calidad. Toda la producción de estos modelos se encuentra localizada en Indonesia y según las declaraciones del presidente de Gretsch son fruto de la búsqueda de fábricas que pudiera cumplir con unos determinados estándares de calidad para poner el nombre de su marca en la pala al precio buscado, recodemos que se mueven entre los 350€ y los 425€ dependiendo de la tienda y el modelo.
Empiezo presentado mi Gretsch Streamliner G2622/FS, una semicaja, lleva un bloque central para prevenir de acoples indeseados al tocar con seteos de media y alta ganancia. La compré ya hace más de año y medio y creo que después de ese tiempo puedo hacer un análisis de la guitarra a fondo y habiéndola estado tocando durante muchas horas con muchos amplificadores diferentes.
Empezamos con los materiales:
Cuerpo: Arce laminado para las dos tapas (trasera y frontal) así como en los laterales.
Bloque central: Pícea
Mastil: Nato de 3 piezas (talón del mástil, mastil central, pala)
Diapasón: Palorosa con incrustaciones de Perloid y trastes Medium Jumbo, y radio de 12”
Pastillas: Humbucker Broad'tron
Puente: Tipo Tune – Matic
Cordal/vibrato: Bygsby B-70 licenced
Escala: 24,75”
Electrónica: Potes, Switch de 3 posiciones y condensadores genéricos
Cejuela: 42,6mm de hueso sintético Graph Tech
Acabado: Poliuretano rojo cereza translucido, con binding de dos capas en todo el cuerpo y el mástil.
Además de esto podemos decir que lleva un golpeador de plástico negro de una sola lámina, y botones para los potes sin numerar y de plástico dorado, bastante feos y que cambié por unos clásicos Speed Knobs dorados y numerados.
Aun así en líneas generales, su estética es realmente impactante, es que mola mucho a nivel estético esta Gretsch, es como el impacto visual que te genera un Cadillac de los 50 cuando lo ves, pero a nivel guitarra, algo muy de Gretsch.
Cómo se toca?
Lo primero decir que es una delicia tocar esta guitarra. Desde que la sacas de la caja ya notas que su mástil es tremendamente cómodo, los dedos bailan por sus trastes y diapasón de una forma muy cómoda, los bends salen con facilidad y no se apagan en ningún momento. Decir que el tacto del diapasón es tremendamente placentero y suave a diferencia de otros modelos que rondan su precio, este parece muy superior.
El acabado de los trastes es simplemente perfecto, sin ningún tipo de roce, bien pulidos y totalmente nivelados lo que permite un ajuste bajísimo de las cuerdas
El Bigsby B70 licenciado que incorpora funciona exactamente igual que el Bigsby original, lógico ya que hablamos de un diseño bastante sencillo que no tiene misterio. El cambio es estético ya que el aluminio está acabado en mate en muchas partes en lugar de ser brillante. Por lo demás no le he notado diferencia. Como todos los Bigsby, si haces bombas a lo Van Halen, se desafina, este tipo de vibratos están pensados para otra cosa mucho menos agresiva.
Su peso está alrededor de los 3,4 Kg. Es cómoda colgársela, no cabecea, y sentado también permite una ejecución cómoda.
Hay que entender al principio como funcionan los potes, al estilo Gretsch con un master volume para las dos pastillas, dos volúmenes independientes para regular la salida de forma individual de cada una de ellas y un tono master para las dos. En cuanto le pillas el truquillo, no es nada difícil tocar.
El selector de pastillas es fácil acceso, pero hacer el típico “Clack” de los switch económicos (el clack es mecánico, no sale por el amplificador)
Así que en general podemos decir que para ser una culona, esta guitarra muy muy cómoda de tocar.
Cómo se ajusta?
Pues el alma funciona a la perfección, responde muy rápido y en unos pocos minutos te deja tenerla con la curva adecuada.
El puente es un TOM de toda la vida, con selletas de alguna aleación (nisupu) que permite bajar la acción al mínimo sin dar problemas, también octava a la perfección jugando con la orientación de las silletas. Yo las cambié por unas silletas de latón y ranurado adhoc para un perfecto ajuste. A mi el latón para silletas me encanta.
Los afinadores son la parte más floja de la guitarra con diferencia. Su calidad es muy justita y hay que cambiarlos para un uso adecuado. En mi caso como veréis en las fotos opté por unos Kluson de bloqueo en cromo y palomillas clásicas metálicas, una gozada y encajan perfectamente en la pala sin tener que hacer nuevos agujeros, solo quitar y poner.
La cejilla por su parte no da problemas, las cuerdas no se enganchan al afinar y cumple a la perfección su cometido.
Cómo suena?
Bueno pues, esto no deja de ser algo muy subjetivo, aunque podemos dar valoraciones que todo el mundo pueda entender. Además os dejo un clip de audio para que juzguéis vosotros mismos.
Si estáis buscando el sonido Gretsch de toda la vida tipo Chet Atkins, esta guitarra lo deja entrever, pero no es exactamente el mismo, la Streamliner tiene más cuerpo en su sonido, acercándose algo más a lo que sería una ES335, pero con mayor definición en el crunch y más fino, sin ser tan tan fino como el de una Chet Atkins por ejemplo.
En cuanto amplificadores, se lleva bien con todos, los Marshall, Fender Tweed, Blackface, etc, aunque para mi el mejor sonido lo consigue con un tipo Vox AC15, en concreto me encanta tocarla con un Matchless Lightning, pero como no es un amplificador muy común por su alto precio, podemos decir que es del tipo Vox.
Y es que Gretsch aquí ha ido buscando un perfil de consumidor más extenso que el propio de su perfil de toda la vida, con un producto que sigue teniendo parte de su identidad sonora, pero ofreciendo la posibilidad de ir a terrenos más hard-rock, indi, blues, etc.
En parte esto es posible a las Broad'tron, una Humbuckers, que tienen una salida baja, no muy oscuras pero con mucho más cuerpo que unas Filter'tron, que suenan más afiladas y con menos bajos. (Esto os lo pongo en otro vídeo para que veáis la diferencia)
Deciros que consiguen totalmente el evitar los molestos acoples que tradicionalmente se asocian a las Gretsch cuando las llevas a sonidos saturados. A esta guitarra le puedes meter distorsión sin miedo.
Pero bueno yo creo que ya vale de chapa por ahora, y que lo mejor es dejaros con el clip de demostración de sonido. Está grabado con un JTM45 handmade, en el canal Brigth al 6 de volumen, e impulsos de una pantalla Marshall 1960A con cuatro Celestion Greenback y micrófonos Royer 121 + Shur 57.
Tanto el acompañamiento como el punteo están hechos con la misma guitarra en dos tomas. El punto hasta el minuto 3 aproximadamente, hay intercambio de pastillas pero solo guitarra y con el ampli para que podáis haceros una idea de la dinámica que aportan las Broad'tron en un ampli valvular clásico de rock. A partir del minuto 3 entra en acción un Klon Centaur para probar sonidos más saturados.
En líneas generales, es una de las mejores compras de guitarra que he hecho en los 25 años que llevaré tocando, una sorpresa muy muy grata porque cuando la compré pensé que no duraría mucho por casa, y en realidad desde hace año y medio es una de las que más toco, porque disfruto tocando con ella, me inspira y me da lo que pido en según qué registros musicales. Esto es de lo mejor que te puede pasar con una guitarra.
Espero no haberos aburrido, y espero leer también vuestras experiencias con las Streamliner. Toda información es valiosa para quien esté buscando una guitarra de este tipo y con este presupuesto.
Saludos.
