#114
Gracias! Efectivamente el aspecto es killer, y con cada aplicación de carnaubba el acabado se asienta. Ya tengo el conocimiento, si lo tengo que volver a hacer me saldrá mejor incluso.
Estoy pensando que ahora quizás le vaya mejor un golpeador aged white perloid, de los que tienen el brillo matado:
https://clandestineguitars.com/tienda/guitarras/repuestos-de-guitarra/pickguards/telecaster-3/pickguard-telecaster-humbucker-blanco-envejecido-perlado/
En fin, vengo a compartir otro gadget que acabo de aprender.
A veces si estáis tallando una cejuela, por alguna razón se calcula mal y la ranura se talla ligeramente más profunda de la cuenta, un pelín desviada, algo ancha. Poca cosa pero lo suficiente para dar al traste la debida precisión.
Pues solo vamos a necesitar Bicarbonato Sódico (Baking soda) y Loctite o similar.
Hay que proteger bien la zona para evitar movidas. Con cuidado se cubre la ranura con bicarbonato en su totalidad, hasta arriba. Y con cuidado se añade una gota de pegamento rápido. La combinación cristaliza inmediatamente y con una consistencia de acero de Panzers (mucho del cual la Rolls Royce recuperó tras la IIWW para hacer coches, por cierto).
Esperamos un ratico y ya se puede volver a tallar la ranura. Lo mejor es que las propiedades tímbricas y mecánicas permanecen inalteradas, el sonido y acabado es perfecto.
Es la solución perfecta a pequeños desvios, si hay un destrozo mayor creo que es mejor volver a tallar la cejuela, por lo que cuestan y el rato que se necesita.
Encontré la solución en un foro americano y la puse en práctica ayer mismo, en una acústica Gibson de los 70 propiedad de una amiga, que tenía ya las ranuras de las cuerdas finas muy pasadas. Nada, sonidazo y entonación increíbles, mantenemos el acabado original (acojonante) y solución práctica, barata, eficiente y fácil.
En fin, otra aplicación más del milagroso NaHCO3