Esta vez no va de guitarras.
Tiene poco que ver con la jungla de las seis cuerdas y mucho con el ámbito estrictamente personal.
Algunos ya conocéis la experiencia, sea propia o de alguna persona cercana.
Cuando un medico mira la pantalla del ordenador, ojea un papel, levanta la cabeza y mirándote a los ojos te menciona la palabra adenocarcinoma, lo que viene a ser el cáncer de toda la vida. Puede resultar traumático.
Aunque tengo que reconocer que para mí no ha supuesto ningún shock, quizás porque no ha sido ninguna sorpresa, incluso lo esperaba.
Lo afronto con naturalidad, no digo sin preocupación o incertidumbre, pero desde el minuto cero he tratado de asumirlo con tranquilidad y espontaneidad, sabiendo a lo que me enfrento, conociendo a mi enemigo, exactamente el mismo que antes que a mi tuvo a bien afectar a mi padre y mis tíos. Herencia genética, parece ser.
Guitarras no he heredado, dinero tampoco, pero mira tú por donde, algo tenía que tocarme.
Compañeros, sin anestesia ni tapujos, tengo cáncer.
No había realizado comentario alguno en este foro, aunque algún pequeño número de foreros y compañeros eran conocedores, por mí mismo, a través de otro medio.
Sinceramente creo que hay que normalizar estas situaciones.
Plantarles cara sin grandes cambios en tu rutina, continuando con el día a día, haciendo lo mismo que si no lo tuviera. Se le conoce como vivir.
La historia es de lo más simple, un análisis rutinario evidencio que algo estaba pasando en mi cuerpo, y tras las pruebas correspondientes, se le puso nombre a lo que ya era un secreto a voces.
Tras casi un año de pruebas, esperas, más pruebas, más esperas, hace poco más de tres meses fui sometido a la preceptiva intervención quirúrgica, para extirpar el susodicho.
Y la segunda parte es someterse a los tratamientos que los especialistas estimen convenientes.
Saber que el futuro es incierto me está haciendo exprimir la vida de una forma más intensa. Problemas que así eran considerados, han perdido esa categoría y pasan a ser anécdotas secundarias. Detalles que antes no tenían importancia ahora adquieren otra dimensión.
De repente un giro inesperado consigue saborear cada momento, apreciar cada persona. Vivir, compañeros, esa es la palabra clave.
Podría incluso asegurar sin miedo a equivocarme que hasta me siento mejor, ya ves tú.
El destino ha querido que este pequeño inconveniente coincidiera con una nueva relación y me siento enormemente afortunado de esa circunstancia.
Igual ese destino existe, yo que nunca había creído en el. Hay que joderse.
Compañeros, no busco palmaditas en la espalda, ni escuchar frases hechas al estilo "veras como no es nada", que ya os digo yo que de esta salgo.
Si no me mato el wisky DYC, va a poder conmigo este, lo que sea.
Que soy un viejo rocker y un mal bicho, y ya se sabe aquella frase del bicho malo nunca muere.
Comparto algo muy personal que muchos ocultan y yo mismo había mantenido a salvo en un círculo reducido, entiendo que llego la airearlo, sin más historias.
La ultima hora es que todos los resultados analíticos y mi propio estado de recuperación, hacen ser muy optimistas a los médicos, hasta el punto de prácticamente descartar acciones terapéuticas adicionales.
Con la prudencia que esta situación requiere, sin poder cantar victoria todavía, todo apunta a que esta batalla, la estoy ganando y no albergo duda alguna de que así será.
Os doy las gracias por haber empleado unos minutos de vuestro preciado tiempo en leer esta confesión y agradezco todo el apoyo y animo recibido.