Queridos compañeras y compañeros guitarreros,
En mi tradicional velocidad de crucero de crear un hilo por año, vengo ya queriendo escribir este post desde hace unos días, cuando de casualidad dí con u post de un compañero muy similar, y que creo que resume bien lo que de verdad puede suponer para nosotros como guitarristas, el mejor regalo que podemos hacer a otra persona.
Yo mismo escribiendo mi post anual donde me pille.
Hace un par de años, cuando iba a nacer mi primera hija, se me cruzó por la cabeza uno de esos ataques de gas incontrolable que todos tenemos a veces, de los fuertes, de esos que eres capaz de comprar hasta sin mirar el precio, vamos.
Pregunté y los dioses escucharon. Buscaba una R6 y alguien del foro me ofreció a muy buen precio a una belleza rubia goldtop con dark back (parezco vuestro jefe cuando hace una sesión de coaching de marketing y decide que hay que decirlo todo en inglés), que me enamoró al instante. Decidí que sería mi última gran compra previa al nacimiento de la pequeña. Mi último autoregalo, mi capricho...ya que se avecinaban tiempos oscuros de tocar poco, gastar mucho y de repente convertirme en mi padre.
Yo, viéndolas venir... ensayar poco, tocar menos y se acabó el comprar guitarras, winter is coming.
Al poco tiempo de nacer la peque, cuando tenía esos pequeños ratitos de calma, donde la madre da el pecho, la niña duerme como un oso hibernando y yo podía tocar desenchufado, me sentaba cerquita de ellas con la R6 a repetir incansablemente licks que ya he repetido mil veces y tratar de canturrear alguna canción (esto es complicado porque siempre se me olvidan).
En estos ratitos tuve ese pensamiento que supongo que todos tenemos, qué bonito sería qie se dedique la niña a la música, que la disfrute desde niña, que aprenda y sea mejor instrumentitsta y músico que yo... y que toque mis guitarras y use mi equipo! En fin, todos pensamos eso alguna vez, no?
Mi momento de epifanía
Este pensamiento me llevó a otro. ¿Qué mejor regalo para ella que esa última guitarra que había comprado egoístamente para mi? Los que llevamos años con esto sabemos como somos, nuestros tesoros son nuestras guitarras, nuestros pedales, nuestros amplis... son inversiones que hacemos sin pensar pero que suponen gastos, meses de trabajo, ahorros tirados, dejar para otro mes la revisión del coche etc. Así que, qué otra cosa le podía dar que eso que hasta que ella vino, guardaba con mas cariño que nada...
Evidentemente, pensaréis: Sisi, pero hasta que crezca tuya es, y si la niña encima no toca la guitarra o ningún otro instrumento... pues eso que te llevas, que seguirás con tus chuches sólo para ti...
Pues si, está claro , ella decidirá qué diantres hace con su vida, pero suya es. Y crece sabiendo que esa es su guitarra. Y si me ve tocándola en casa se acerca y me dice "con cuidado papá, que esta es mi guitarra" y a mi se me cae la baba.
Fue un regalo egoísta, lo admito, pero a la vez no creo que pueda darle algo material que yo quiera mas... podré o no podré en el futuro darle casa, coche, ropa a la moda, viajes exóticos para que haga fotos de instagram con amigas a la moda, etc. Pero siempre, para mi, tendrá mas valor mi guitarra, porque eso no se lo regalo a nadie, nunca, ni de broma, ni que las miren... pero a ella si, de hecho ya casi ni la toco, quiero que esté perfecta para ella, si algún día me la pide de verdad.
Y ahora resulta que viene otro! Otro en camino! Y no, no creo que vaya a comprar otra guitarra...creo que puedo regalarle una de las que ya tengo, pero igual si, ¿no? Quién sabe!
¿Y vosotros? ¿Habéis hecho lo mismo?¿lo haríais? ¿Lo habéis hecho?
Pues este es mi emocional post del día me alegra compartirlo con vosotros.
En mi tradicional velocidad de crucero de crear un hilo por año, vengo ya queriendo escribir este post desde hace unos días, cuando de casualidad dí con u post de un compañero muy similar, y que creo que resume bien lo que de verdad puede suponer para nosotros como guitarristas, el mejor regalo que podemos hacer a otra persona.
Yo mismo escribiendo mi post anual donde me pille.
Hace un par de años, cuando iba a nacer mi primera hija, se me cruzó por la cabeza uno de esos ataques de gas incontrolable que todos tenemos a veces, de los fuertes, de esos que eres capaz de comprar hasta sin mirar el precio, vamos.
Pregunté y los dioses escucharon. Buscaba una R6 y alguien del foro me ofreció a muy buen precio a una belleza rubia goldtop con dark back (parezco vuestro jefe cuando hace una sesión de coaching de marketing y decide que hay que decirlo todo en inglés), que me enamoró al instante. Decidí que sería mi última gran compra previa al nacimiento de la pequeña. Mi último autoregalo, mi capricho...ya que se avecinaban tiempos oscuros de tocar poco, gastar mucho y de repente convertirme en mi padre.
Yo, viéndolas venir... ensayar poco, tocar menos y se acabó el comprar guitarras, winter is coming.
Al poco tiempo de nacer la peque, cuando tenía esos pequeños ratitos de calma, donde la madre da el pecho, la niña duerme como un oso hibernando y yo podía tocar desenchufado, me sentaba cerquita de ellas con la R6 a repetir incansablemente licks que ya he repetido mil veces y tratar de canturrear alguna canción (esto es complicado porque siempre se me olvidan).
En estos ratitos tuve ese pensamiento que supongo que todos tenemos, qué bonito sería qie se dedique la niña a la música, que la disfrute desde niña, que aprenda y sea mejor instrumentitsta y músico que yo... y que toque mis guitarras y use mi equipo! En fin, todos pensamos eso alguna vez, no?
Mi momento de epifanía
Este pensamiento me llevó a otro. ¿Qué mejor regalo para ella que esa última guitarra que había comprado egoístamente para mi? Los que llevamos años con esto sabemos como somos, nuestros tesoros son nuestras guitarras, nuestros pedales, nuestros amplis... son inversiones que hacemos sin pensar pero que suponen gastos, meses de trabajo, ahorros tirados, dejar para otro mes la revisión del coche etc. Así que, qué otra cosa le podía dar que eso que hasta que ella vino, guardaba con mas cariño que nada...
Evidentemente, pensaréis: Sisi, pero hasta que crezca tuya es, y si la niña encima no toca la guitarra o ningún otro instrumento... pues eso que te llevas, que seguirás con tus chuches sólo para ti...
Pues si, está claro , ella decidirá qué diantres hace con su vida, pero suya es. Y crece sabiendo que esa es su guitarra. Y si me ve tocándola en casa se acerca y me dice "con cuidado papá, que esta es mi guitarra" y a mi se me cae la baba.
Fue un regalo egoísta, lo admito, pero a la vez no creo que pueda darle algo material que yo quiera mas... podré o no podré en el futuro darle casa, coche, ropa a la moda, viajes exóticos para que haga fotos de instagram con amigas a la moda, etc. Pero siempre, para mi, tendrá mas valor mi guitarra, porque eso no se lo regalo a nadie, nunca, ni de broma, ni que las miren... pero a ella si, de hecho ya casi ni la toco, quiero que esté perfecta para ella, si algún día me la pide de verdad.
Y ahora resulta que viene otro! Otro en camino! Y no, no creo que vaya a comprar otra guitarra...creo que puedo regalarle una de las que ya tengo, pero igual si, ¿no? Quién sabe!
¿Y vosotros? ¿Habéis hecho lo mismo?¿lo haríais? ¿Lo habéis hecho?
Pues este es mi emocional post del día me alegra compartirlo con vosotros.