Desde hace un tiempo que vengo componiendo, me pasa un algo muy estúpido que quería compartir, porque no sé si seré yo un tipo raro (más allá del rutilismo que me acompaña desde que nací), o si, tal vez, es más común de lo que pienso.
Normalmente, soy bastante rápido componiendo. Macero una idea durante un tiempo, a veces no es una idea musical, sino un concepto en mi cabeza, y cuando creo que está lo suficientemente maduro, agarro la guitarra y me siento a vomitar ese concepto. Este proceso suele ser rápido, y casi siempre, vomito todo de una vez. Es más, las canciones que dejo a medias, se suelen quedar a medias demasiado tiempo.
En cualquier caso, cuando estoy en ese momento de creación, desde el concepto hasta el vómito, me suele pasar que no quiero escuchar música nueva, por miedo a oír algo ajeno a mi bagaje histórico-musical y que "se me cuele" en la creación, y lo omita por falta de familiaridad con esa interferencia adherida inconscientemente. Lo curioso de la historia es que no me preocupa oír mi música de siempre, las influencias claras están en mi música y no me importa que asomen, pero tengo pánico en el túnel a coger algo prestado por error de un artista nuevo/contemporáneo.
Dicho de otro modo, si veo que he hecho algo que ya conozco, lo detecto rápido y lo modifico o elimino, pero, si es algo demasiado nuevo, me puede pasar desapercibido.
De esta manera, me pierdo un montón de grandes artistas, a los que oigo una vez, y me obligo a no oír nada más, especialmente si me gustan mucho, por si mi ceLebro se queda con algo y luego no lo recuerdo. En general, intento no escuchar nada durante esos días/semanas, al menos, voluntariamente, pero sobre todo, rechazo muy activamente escuchar música desconocida. La putada es que, al final, "siempre" estoy en proceso de creación...
Me gustaría saber si a alguien más le pasa la paranoia ésta, con música nueva o antigua, por eso de no sentirme demasiado rarito
Y nada más, hasta aquí mi visita al psicólogo.
Gracias por leer, y Rock para tod@s!
Nando