Saludos, colegas de la jungla de cuerdas. Tras haber reseñado por aquí guitarras de gama media y alta, me ha parecido interesante hablar de mi última adquisición: un instrumento de gama baja que me ha sorprendido gratamente, aunque no carezca de defectos.
Se trata de la guitarra más barata actualmente de la marca Jackson, fabricada en China. El motivo para adquirirla seguro que extrañará a algunos, pero era fundamental.
Pasemos a analizar esta Jackson de nada menos que 158 euros, que sorprendentemente parece ofrecer un poco más de lo que vale.
El modelo Dinky en su versión ultra barata.
Bien embalada en su caja.
¿Por qué una guitarra de menos de 200 euros? Bien. La respuesta es simple: yo buscaba una Jackson Dinky con un diapasón de 22 trastes, no de 24 como es habitual. No me acostumbro a esos 2 trastes más. Me sobran y buscaba una Jackson con los clásicos 22, que sólo la gama baja ofrece, si hablamos del modelo Dinky. De modo que tras ver algún video de prueba por internet, decidí arriesgarme.
Bien. Para empezar, el instrumento viene correctamente embalado, protegido por planchas de poliestireno y con la caja dentro de otra aun mayor. Tema transporte, correcto.
Una vez abierto el paquete, tenemos la guitarra envuelta en una funda blanca desechable, y comprobamos que el diseño de la caja de cartón la aloja perfectamente, incluso con apoyos para el mástil. Buen punto el buscar una adecuada protección, que se agradece.
Sacada de su envoltorio, se nos revela un instrumento con un acabado de pintura (en este caso blanco brillante, que se ha vuelto mi favorito) impecable, sin el más mínimo defecto, con un diapasón oscuro que combina muy bien con los herrajes negros y otra serie de detalles que veremos ahora.
A diferencia de otras de gama alta compradas nuevas, esta sí me trajo el juego completo de llaves allen de ajuste. Te deja pensando...
Empecemos por los defectos, para sorprendernos luego con sus virtudes.
Analizando en detalle la construcción, salta a la vista un único pero muy evidente defecto: la unión del mástil con el cuerpo. Observamos que dicha unión no es 100% perfecta. Como vemos en el fotomontaje que he hecho, en la parte superior el mástil está un milímetro desplazado hacia el interior del talón de atornillado. Resulta desagradable visualmente y cuando el pulgar pasa por ahí, ya que ese escalón se nota bastante. En la parte inferior, por contra, el mástil sobresale unas décimas de milímetro. Es una pena, porque una colocación un poco más cuidadosa previa al atornillado habría resultado en un acabado más fino y agradable. De todas formas no afecta a la tocabilidad y aun así el mástil está firmemente anclado en su sitio.
La línea negra que añadí muestra el límite del talón del mástil. Lo que vemos de ahí para afuera es el evidente espacio sobrante, que se prolonga por la parte curva del cutaway, quedando así bastante separado el mástil del cuerpo.
La cejuela.
Siendo la gama más baja, aquí no hay bloqueo. Se trata de una cejuela de plástico negro que funciona regular, teniendo en cuenta el gran ángulo que toman las cuerdas al pasar por ella camino de las clavijas.
El puente.
Se trata de un robusto puente flotante con apoyo de dos tornillos y que resulta, con el ajuste normal de fábrica... totalmente inusable. No solo es bastante duro el accionar la palanca, si no que la desafinación es inmediata. Sin duda un ajuste bien fino y un trabajo en la cejuela (mejor si se le hace una nueva de algún material como el nylon) podría hacerlo utilizable, pero por mi parte he optado directamente por anularlo. Como vemos en las fotos, le he puesto un taco de madera al bloque del puente para bloquearlo, aparte de ponerle goma espuma a los muelles para evitar vibraciones indeseadas, cosa que he logrado.
Preparando el trabajo de bloqueo del puente, aprovechamos para ver el buen aspecto de la madera con la que está construida.
Listo el taquito de madera para insertarlo tras el bloque del puente.
Colocado en su lugar con apenas una tirita de cinta adhesiva para que ajuste a la perfección, el puente queda bloqueado, ya que realmente su funcionamiento no es adecuado.
Las clavijas.
Según algunas personas que han analizado esta guitarra, resulta sorprendente que las clavijas sean de la propia Jackson, en lugar de alguna otra marca de baja calidad. La verdad es que las clavijas no son ninguna maravilla, pero hay un truco evidente pero al parecer poco conocido: apretando el tornillito que cada clavija tiene en su parte superior, se logra un accionar más firme, haciendo que funcionen mejor.
Pero que bonito el arce del mástil.
El marco de la pastilla de puente estaba algo deformado, como si al atornillarlo se hubiera combado en los extremos laterales. Por suerte, simplemente colocándole unos tacos de madera, forzándolo hacia adentro durante unos días, la deformación se ha corregido y ahora se ve bien recto.
Hasta aquí los defectos, que para este precio son normales e incluso nada sorprendentes.
Pasemos ahora a ver lo bueno que nos ofrece, y que sí nos puede dar la sensación de que aporta más de lo que vale.
Madera.
El cuerpo es de álamo, y como hemos visto en las fotos de la cavidad de los muelles, se ve impecable.
Electrónica.
La salida de jack, los controles de volumen y tono y el selector de pastillas de tres posiciones funcionan todos sin problemas. Hace tres años compré una Tokai de 1300 euros que a los pocos días ya me dio problemas de mal funcionamiento del selector. Da que pensar.
El mástil.
El mástil es de arce, también de impecable aspecto, con un perfil bastante fino y agradable al agarrarlo con la palma de la mano.
El típico rebaje trasero de las Dinky atornilladas, que hacen menos masivo el talón del mástil.
El diapasón.
Es de madera de amaranto, que de por sí parece tener un aspecto rojizo oscuro. El diapasón se ve en un tono casi negro, por lo que me pregunto si ha recibido algún tintado para que luzca entonado con los herrajes. En cualquier caso, me gusta su aspecto. Su radio es bastante plano: 305 mm (12"), mientras que la anchura de la cejuela es de 42,8 mm (1,69"). Resulta ancho y me parece muy agradable. Más que otras guitarras de precio más elevado que he probado. Sin duda, el mástil está hecho con cuidado y mimo. Muy bien trabajado, aunque luego hayan estropeado su unión con el cuerpo.
Diapasón de amaranto. ¿Oscurecido?
Lo que no tenemos son los clásicos marcadores de traste de diente de tiburón. Eso sí queda reservado para las siguientes gamas. Pero es un detalle estético que hay que sacrificar en aras de un precio tan reducido.
Los trastes son "jumbo". Suficientemente bien terminados en los extremos. No arañan los dedos ni he detectado errores de altura, como sí en alguna guitarra de más de 1000 euros.
Las pastillas.
Las pastillas son Jackson humbucker con alto nivel de salida, sin especificar si hay alguna diferencia entre la de mástil y puente. Debo decir que suenan bastante bien. Me sorprendió nada más conectarla. Veamos, naturalmente no van a sonar como pastillas que cuestan más que toda esta guitarra, pero aportan un sonido correctísimo.
Para tocar Rock y Metal son ideales. Probadas ya a volumen de banda, con algún pedal de alta ganancia se producen molestos acoples dependiendo de la posición frente al amplificador, pero por ejemplo con un pedal Ratt con un buen empuje de overdive no hay ningún molesto pitido, ni zumbido. Suenan bien Rockeras y agradables. Me sorprendieron bastante, la verdad. La diferencia sonora entre la de mástil y puente es bien marcada y resulta muy agradable, por ejemplo, hacer solos con distorsión con la de mástil.
Al principio algunos acordes parecían no sonar del todo bien, sutilmente incorrectos, pero le hice una revisión de la octavación en la que tuve que realizar algún pequeño ajuste, y eso unido a un ajuste de curvatura del mástil y altura de cuerdas, ha resultado en una tocabilidad casi exquisita. Realmente agradable, pudiendo tocar los acordes tanto en la parte baja como más allá de traste número doce con perfecta entonación.
El clavijero.
Tiene la clásica forma y ángulo agresivo de Jackson. Carece de adornos como el "binding" blanco en su contorno, pero está bien pintado en negro brillante y con el gran logo bien visible.
En conclusión:
Un instrumento nastante correcto, con defectos y aciertos. Pero que por su precio resulta una sorpresa en varios aspectos. Creo, sinceramente, que siendo poseedor de guitarras de gama alta, no dudaría en llevármela a un concierto.
Fabricada en China. No hay intención de ocultarlo.
Le he comprado una funda blanda bien acolchada y he optado por dejarle la correa permanentemente, con unas arandelas que impiden que se pueda descolgar.
He tenido otras Jackson de gama media (en tornos a los 600 euros) y gama alta de más de 2000, y puedo afirmar que esta Jackson, la más barata, cumple bastante bien y la utilizo más y con más alegría que las otras, de las que me deshice hace tiempo. No voy a decir que no vale la pena comprar las gamas altas teniendo esta, por supuesto, pero que da más de lo que se espera (sin tener en cuenta el tema trémolo) sí puedo afirmarlo.
Además, al contrario que otras, esta viene con su juego de llaves allen de ajuste. En serio, Jacksons de 2500 euros no traían ni una llave. Sorprendente.
He repetido a lo largo de este análisis varias veces que me he encontrado defectos en guitarras de mucho mayor precio que no estaban presentes en esta, pero recordemos que las guitarras son una lotería. No hay dos al 100% iguales, y los defectos de una no estarán en otra y viceversa.
En fin, amigos. Hasta aquí el análisis de esta estupenda guitarra de gama ultra baja. Bien construida y tocable. Una delicia para alguien como yo que empezó con guitarras baratas fabricadas con madera de aglomerado o láminas apiladas de contrachapado. Aberraciones que pesaban una tonelada y sonaban fatal.
¡Gracias por leer y hasta la próxima!
Se trata de la guitarra más barata actualmente de la marca Jackson, fabricada en China. El motivo para adquirirla seguro que extrañará a algunos, pero era fundamental.
Pasemos a analizar esta Jackson de nada menos que 158 euros, que sorprendentemente parece ofrecer un poco más de lo que vale.
El modelo Dinky en su versión ultra barata.
Bien embalada en su caja.
¿Por qué una guitarra de menos de 200 euros? Bien. La respuesta es simple: yo buscaba una Jackson Dinky con un diapasón de 22 trastes, no de 24 como es habitual. No me acostumbro a esos 2 trastes más. Me sobran y buscaba una Jackson con los clásicos 22, que sólo la gama baja ofrece, si hablamos del modelo Dinky. De modo que tras ver algún video de prueba por internet, decidí arriesgarme.
Bien. Para empezar, el instrumento viene correctamente embalado, protegido por planchas de poliestireno y con la caja dentro de otra aun mayor. Tema transporte, correcto.
Una vez abierto el paquete, tenemos la guitarra envuelta en una funda blanca desechable, y comprobamos que el diseño de la caja de cartón la aloja perfectamente, incluso con apoyos para el mástil. Buen punto el buscar una adecuada protección, que se agradece.
Sacada de su envoltorio, se nos revela un instrumento con un acabado de pintura (en este caso blanco brillante, que se ha vuelto mi favorito) impecable, sin el más mínimo defecto, con un diapasón oscuro que combina muy bien con los herrajes negros y otra serie de detalles que veremos ahora.
A diferencia de otras de gama alta compradas nuevas, esta sí me trajo el juego completo de llaves allen de ajuste. Te deja pensando...
Empecemos por los defectos, para sorprendernos luego con sus virtudes.
Analizando en detalle la construcción, salta a la vista un único pero muy evidente defecto: la unión del mástil con el cuerpo. Observamos que dicha unión no es 100% perfecta. Como vemos en el fotomontaje que he hecho, en la parte superior el mástil está un milímetro desplazado hacia el interior del talón de atornillado. Resulta desagradable visualmente y cuando el pulgar pasa por ahí, ya que ese escalón se nota bastante. En la parte inferior, por contra, el mástil sobresale unas décimas de milímetro. Es una pena, porque una colocación un poco más cuidadosa previa al atornillado habría resultado en un acabado más fino y agradable. De todas formas no afecta a la tocabilidad y aun así el mástil está firmemente anclado en su sitio.
La línea negra que añadí muestra el límite del talón del mástil. Lo que vemos de ahí para afuera es el evidente espacio sobrante, que se prolonga por la parte curva del cutaway, quedando así bastante separado el mástil del cuerpo.
La cejuela.
Siendo la gama más baja, aquí no hay bloqueo. Se trata de una cejuela de plástico negro que funciona regular, teniendo en cuenta el gran ángulo que toman las cuerdas al pasar por ella camino de las clavijas.
El puente.
Se trata de un robusto puente flotante con apoyo de dos tornillos y que resulta, con el ajuste normal de fábrica... totalmente inusable. No solo es bastante duro el accionar la palanca, si no que la desafinación es inmediata. Sin duda un ajuste bien fino y un trabajo en la cejuela (mejor si se le hace una nueva de algún material como el nylon) podría hacerlo utilizable, pero por mi parte he optado directamente por anularlo. Como vemos en las fotos, le he puesto un taco de madera al bloque del puente para bloquearlo, aparte de ponerle goma espuma a los muelles para evitar vibraciones indeseadas, cosa que he logrado.
Preparando el trabajo de bloqueo del puente, aprovechamos para ver el buen aspecto de la madera con la que está construida.
Listo el taquito de madera para insertarlo tras el bloque del puente.
Colocado en su lugar con apenas una tirita de cinta adhesiva para que ajuste a la perfección, el puente queda bloqueado, ya que realmente su funcionamiento no es adecuado.
Las clavijas.
Según algunas personas que han analizado esta guitarra, resulta sorprendente que las clavijas sean de la propia Jackson, en lugar de alguna otra marca de baja calidad. La verdad es que las clavijas no son ninguna maravilla, pero hay un truco evidente pero al parecer poco conocido: apretando el tornillito que cada clavija tiene en su parte superior, se logra un accionar más firme, haciendo que funcionen mejor.
Pero que bonito el arce del mástil.
El marco de la pastilla de puente estaba algo deformado, como si al atornillarlo se hubiera combado en los extremos laterales. Por suerte, simplemente colocándole unos tacos de madera, forzándolo hacia adentro durante unos días, la deformación se ha corregido y ahora se ve bien recto.
Hasta aquí los defectos, que para este precio son normales e incluso nada sorprendentes.
Pasemos ahora a ver lo bueno que nos ofrece, y que sí nos puede dar la sensación de que aporta más de lo que vale.
Madera.
El cuerpo es de álamo, y como hemos visto en las fotos de la cavidad de los muelles, se ve impecable.
Electrónica.
La salida de jack, los controles de volumen y tono y el selector de pastillas de tres posiciones funcionan todos sin problemas. Hace tres años compré una Tokai de 1300 euros que a los pocos días ya me dio problemas de mal funcionamiento del selector. Da que pensar.
El mástil.
El mástil es de arce, también de impecable aspecto, con un perfil bastante fino y agradable al agarrarlo con la palma de la mano.
El típico rebaje trasero de las Dinky atornilladas, que hacen menos masivo el talón del mástil.
El diapasón.
Es de madera de amaranto, que de por sí parece tener un aspecto rojizo oscuro. El diapasón se ve en un tono casi negro, por lo que me pregunto si ha recibido algún tintado para que luzca entonado con los herrajes. En cualquier caso, me gusta su aspecto. Su radio es bastante plano: 305 mm (12"), mientras que la anchura de la cejuela es de 42,8 mm (1,69"). Resulta ancho y me parece muy agradable. Más que otras guitarras de precio más elevado que he probado. Sin duda, el mástil está hecho con cuidado y mimo. Muy bien trabajado, aunque luego hayan estropeado su unión con el cuerpo.
Diapasón de amaranto. ¿Oscurecido?
Lo que no tenemos son los clásicos marcadores de traste de diente de tiburón. Eso sí queda reservado para las siguientes gamas. Pero es un detalle estético que hay que sacrificar en aras de un precio tan reducido.
Los trastes son "jumbo". Suficientemente bien terminados en los extremos. No arañan los dedos ni he detectado errores de altura, como sí en alguna guitarra de más de 1000 euros.
Las pastillas.
Las pastillas son Jackson humbucker con alto nivel de salida, sin especificar si hay alguna diferencia entre la de mástil y puente. Debo decir que suenan bastante bien. Me sorprendió nada más conectarla. Veamos, naturalmente no van a sonar como pastillas que cuestan más que toda esta guitarra, pero aportan un sonido correctísimo.
Para tocar Rock y Metal son ideales. Probadas ya a volumen de banda, con algún pedal de alta ganancia se producen molestos acoples dependiendo de la posición frente al amplificador, pero por ejemplo con un pedal Ratt con un buen empuje de overdive no hay ningún molesto pitido, ni zumbido. Suenan bien Rockeras y agradables. Me sorprendieron bastante, la verdad. La diferencia sonora entre la de mástil y puente es bien marcada y resulta muy agradable, por ejemplo, hacer solos con distorsión con la de mástil.
Al principio algunos acordes parecían no sonar del todo bien, sutilmente incorrectos, pero le hice una revisión de la octavación en la que tuve que realizar algún pequeño ajuste, y eso unido a un ajuste de curvatura del mástil y altura de cuerdas, ha resultado en una tocabilidad casi exquisita. Realmente agradable, pudiendo tocar los acordes tanto en la parte baja como más allá de traste número doce con perfecta entonación.
El clavijero.
Tiene la clásica forma y ángulo agresivo de Jackson. Carece de adornos como el "binding" blanco en su contorno, pero está bien pintado en negro brillante y con el gran logo bien visible.
En conclusión:
Un instrumento nastante correcto, con defectos y aciertos. Pero que por su precio resulta una sorpresa en varios aspectos. Creo, sinceramente, que siendo poseedor de guitarras de gama alta, no dudaría en llevármela a un concierto.
Fabricada en China. No hay intención de ocultarlo.
Le he comprado una funda blanda bien acolchada y he optado por dejarle la correa permanentemente, con unas arandelas que impiden que se pueda descolgar.
He tenido otras Jackson de gama media (en tornos a los 600 euros) y gama alta de más de 2000, y puedo afirmar que esta Jackson, la más barata, cumple bastante bien y la utilizo más y con más alegría que las otras, de las que me deshice hace tiempo. No voy a decir que no vale la pena comprar las gamas altas teniendo esta, por supuesto, pero que da más de lo que se espera (sin tener en cuenta el tema trémolo) sí puedo afirmarlo.
Además, al contrario que otras, esta viene con su juego de llaves allen de ajuste. En serio, Jacksons de 2500 euros no traían ni una llave. Sorprendente.
He repetido a lo largo de este análisis varias veces que me he encontrado defectos en guitarras de mucho mayor precio que no estaban presentes en esta, pero recordemos que las guitarras son una lotería. No hay dos al 100% iguales, y los defectos de una no estarán en otra y viceversa.
En fin, amigos. Hasta aquí el análisis de esta estupenda guitarra de gama ultra baja. Bien construida y tocable. Una delicia para alguien como yo que empezó con guitarras baratas fabricadas con madera de aglomerado o láminas apiladas de contrachapado. Aberraciones que pesaban una tonelada y sonaban fatal.
¡Gracias por leer y hasta la próxima!