Del artículo " las casas de discos no apuestan por artistas que tienen poco o bajo streaming " . Traducido: si tienes 10.000 millones de reproducciones (gratis) en Spotify, eres una estrella mundial infinitamente mayor que Julio Iglesias que con 50 años de carrera, ha vendido más de 200 millones de discos y y todavía muchos más millones de entradas para sus conciertos. Derivado de esto " a las casas de discos nos resulta mucho más rentable grabar en estudio, enlatarlo, girar sin músicos tirando de ordenadores con pistas pregrabadas y poner el auto-tune a todo trapo o que hagan playback si hace falta.
" La música latina está conquistando USA y a nadie le resulta extraña porque la oye de su vecino o del jardinero ". De traca. Falso y poco menos que delirante.
Los latinos que realmente han tenido relevancia en USA ha sido cantando en inglés. Algunas excepciones en castellano. Pero si han querido mantener el éxito, han pasado por cantar en inglés. Y eso no ha cambiado ni lo va a hacer.
Todo esto de los streaming, las reproducciones y demás, son humo. Generado por las propias discográficas y empresas de representación. Para vender como artistas de primer nivel lo que no deja de ser un grupo muy variopinto de gente con escaso talento cultural y musical y una ambición desmedida por el dinero y la fama ganados sin trabajar. Pura fachada. ¿ Quién se puede tomar en serio que un artista tenga 10 millones de reproducciones en Spotify o Apple Music cuando muchas de esas reproducciones son simples búsquedas o están bucle de hilos musicales en centros comerciales, negocios hosteleros o en un banco de un parque donde se juntan una docena de adolescentes con el altavoz bluetooth conectado y al mismo tiempo están hablando todos a la vez sin prestar atención a la música.?
En fín, podría seguir pero no tiene sentido rebatir algo que es un brindis al sol. Para todas estas figuras tan superferolíticas ellas, una dedicatoria : Ave Caesar, morituri te salutan. Los que tengan algún talento real, podrían sobrevivir. El resto desaparecerán como vinieron. Tras ellos, no quedará nada salvo polvo en el camino.