
No se llaman así, es una forma de contar que se usaba cuando era pequeño: "Una, dos y tres, Juan, Perico y Andrés", pero no me digas de dónde viene, seguramente de cuando las niñas jugaban a la goma...
Os voy a explicar cómo hago el envejecido de los fierros y los plásticos.
- Los afinadores: Pretendo solo que pierdan ese brillo de cromado nuevo. Así que con las lijas de tela, en seco, le voy dando, primero con 1500 y acabo con 1800
Cuidadín con pasarse, porque aparece la capa de debajo del cromado, de color cobre. Fijaos en alguna esquina
- Los fregaderos: Los quiero oscuritos y manchados. Los lijo con 1800. Preparo una disolución de cloruro férrico (el que se usa para los circuitos impresos), los sumerjo, y en unos segundos ennegrecen. Los saco rápidamente y los lavo bien bien con agua, para que el ácido no siga actuando.
- La bisagra y el tornillo: Aquí quiero roña a tope, porque son nuevos de la ferretería. Ahora los meto en cloruro y los dejo un buen rato. Cuando su superficie está bien vulnerada, los aclaro poco y los meto en una bolsa. Los dejo ahí, y cada tantos días vaporizo agua y cierro. Cuando voy a usarlos, los limpio del polvillo de óxido para que no manchen, y listo. La bisagra lleva una mano de barniz al agua, para estabilizar el óxido mejor
- Los plásticos: Trato de que tengan un tono crema, y algo de apariencia de sucios. Son blancos, menos el marco de la hum, que es crema.
Utilizo tinte para madera al alcohol de valresa, en color miel. Lo uso puro, y lo aplico con un pincelito. Al ser al alcohol, tengo un margen de secado (unos segundos) en el que retiro el sobrante con un trapo. Si te pasas de oscuro, lo solucionas como con el betún de judea: vuelves a aplicar, y los propios disolventes te ayudan a clarear la cuestión.