Toda esta tradición la heredamos los europeos y tiene su reflejo en el folklore. Lo que pasó en Europa es que, con la llegada del barroco, Rameau y sus contemporáneos cambiaron la forma de hacer música, que antes era contrapuntística. Cuando se introdujo el bajo continuo, empezaron los acordes y la armonía vertical tal y como la conocemos.
Y decidieron utilizar por encima de todos, el jónico, como escala mayor y el eólico como escala menor.