¡Tertulia Clásica!
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Uno de mis fetiches personales es el compositor inglés William Alwyn.
Responsable de una música luminosamente británica, excelencia en todas las expresiones (concerto, cámara, solista...), refinamiento a raudales, un conocimiento brutal de la tradición de las Islas.
Junto con Britten, mi favorito para los domingos por la mañana, con todo lo que eso implica.
Seguramente tiene piezas más sólidas ("Lyra Angelica", "Oboe concerto") pero esta especie de miniaturas inspiradas en la música de las épocas isabelinas me flipa desde que las descubrí en el Festival anual dedicado al compositor.
Decidme que el segundo movimiento (Waltz tempo - min 3.00) no es una cosa sublime y maravillosa.
William Alwyn.
Elizabethean dances. 1956-57
Como curiosidad, Alwyn es el responsable de la banda sonora de "El temible burlón", aquella delicia de Burt Lancaster que más de uno recordará de su infancia-adolescencia.
Y no me resisto a poner algo para piano solo
William Alwyn
Cricketty Mill. 1935
Responsable de una música luminosamente británica, excelencia en todas las expresiones (concerto, cámara, solista...), refinamiento a raudales, un conocimiento brutal de la tradición de las Islas.
Junto con Britten, mi favorito para los domingos por la mañana, con todo lo que eso implica.
Seguramente tiene piezas más sólidas ("Lyra Angelica", "Oboe concerto") pero esta especie de miniaturas inspiradas en la música de las épocas isabelinas me flipa desde que las descubrí en el Festival anual dedicado al compositor.
Decidme que el segundo movimiento (Waltz tempo - min 3.00) no es una cosa sublime y maravillosa.
William Alwyn.
Elizabethean dances. 1956-57
Como curiosidad, Alwyn es el responsable de la banda sonora de "El temible burlón", aquella delicia de Burt Lancaster que más de uno recordará de su infancia-adolescencia.
Y no me resisto a poner algo para piano solo
William Alwyn
Cricketty Mill. 1935
#58 Skriabin es lo más profundo de lo profundis. Muy bien vista la relación con la escuela de piano francés. Hay que pensar que en aquel momento la escuela rusa se expresaba en francés, tanto en lo literario como en lo musical. Estaba de moda en el antiguo régimen... Por cierto, sin el piano no hubiera habido atonalismo, ni clusters. Es el origen de la música/ruido y los serialistas.
Además luego está todo el rollo de la sinestesia.
Hay un episodio que marcó a Skriabin toda su vida... tuvo que presenciar como a su hijo pequeño de 11 años que, según cuentan tenía todavía más talento que el padre, se lo tragaba el río helado de Kiev y moría sin poder hacer nada al respecto (hubieran muerto los dos). Skriabin o Scriabin murió a mi edad por explotarse un grano que se infectó. Una vida muy muy rusa para uno de los compositores más decadentes y geniales que ha dado la historia de la humanidad.
Con respecto a Ligeti nada que decir. Quien admire Odisea 2001 y sepa algo de su vida se dará cuenta enseguida de su transcendencia y de que, por Dios ya, existe la música "clásica" contemporánea más allá de las bandas sonoras.
Te agradezco sinceramente este hilo. Las aportaciones de los participantes, en especial las de Miguel, las de Jaime y las tuyas son muy enriquecedoras. De verdad que da gusto leeros y escuchar vuestras recomendaciones. Gracias de verdad a todos.
#54 Una pequeñita polémica más. Jose Antonio. Entiendo la importancia de Narciso Yepes por su aportación a la guitarra clásica en una época en la que todo estaba por desarrollar, pero de verdad te gusta su timbre? Es verdad que proyecta mucho volumen con la guitarra, pero el tío era más seco que la mojama. Además de todo un bocazas, por cierto. Su manera de ejecutar no me llega. Es más duro que un hierro. A ti te gusta?
Además luego está todo el rollo de la sinestesia.
Hay un episodio que marcó a Skriabin toda su vida... tuvo que presenciar como a su hijo pequeño de 11 años que, según cuentan tenía todavía más talento que el padre, se lo tragaba el río helado de Kiev y moría sin poder hacer nada al respecto (hubieran muerto los dos). Skriabin o Scriabin murió a mi edad por explotarse un grano que se infectó. Una vida muy muy rusa para uno de los compositores más decadentes y geniales que ha dado la historia de la humanidad.
Con respecto a Ligeti nada que decir. Quien admire Odisea 2001 y sepa algo de su vida se dará cuenta enseguida de su transcendencia y de que, por Dios ya, existe la música "clásica" contemporánea más allá de las bandas sonoras.
Te agradezco sinceramente este hilo. Las aportaciones de los participantes, en especial las de Miguel, las de Jaime y las tuyas son muy enriquecedoras. De verdad que da gusto leeros y escuchar vuestras recomendaciones. Gracias de verdad a todos.
#54 Una pequeñita polémica más. Jose Antonio. Entiendo la importancia de Narciso Yepes por su aportación a la guitarra clásica en una época en la que todo estaba por desarrollar, pero de verdad te gusta su timbre? Es verdad que proyecta mucho volumen con la guitarra, pero el tío era más seco que la mojama. Además de todo un bocazas, por cierto. Su manera de ejecutar no me llega. Es más duro que un hierro. A ti te gusta?
Y bueno, ¿Nos dejamos de Baches y Striabins y vamos a cosas serías? Ja ja ja
Voy a proponer ahora el jevy metal porque pa dos días que duramos mejor no dejar la tralla para el final, no vaya a ser que venga el enemigo para jodértela.
Se trata de un movimiento de una sinfonía y también una sinfonía entera. El Adaggio es fácil de escuchar, la sinfonía no y sí. Un solo autor. Para mí: el autor: MAHLER. Y un director que no es Karajan, ni Bernstein, ni Abbado, ni Eschenbach, ni Dudamel. Se trata del director que, desde mi punto de vista, mejor ha sabido interpretar sus sinfonías, sobre todo los timbres y dinámicas de las percusiones, el tempo perfecto y la solidez del pulso y el dinamismo. Se trata de Klaus Tennstedt cuando al final de los ochenta y principios de los noventa estuvo al frente de la royal de Londres.
La sinfonía que os recomiendo dura lo mismo que una película. Qué coño, es que es una película. Se trata de la número 2 que escribió a la escalofriante edad de 34 años y necesita ser escuchada de principio a fin igual que una peli y con buenos cascos o equipo o, si podéis, de verdad, nada como el directo.
El día en que descubrí a Mahler fue en el Auditori de Barcelona con esta misma sinfonía. Me senté y sin esperar nada más ni nada menos que una buena sesión de música, comenzó el primer moviento fúnebre, medieval, tiránico como la fuerza de una ola chochando contra el arrecife y un ser que se descojona de nuestra fragilidad, con una sorprendente capacidad para combinar lo cómico y lo fúnebre. Tras ello, el patetismo del segundo movimiento, bellas melodías que recuerdan tiempos felices, los tiempos que fueron y ya no serán, como si uno se pudiera permitir el gran lujo de desdeñar el presente. Resulta casi cómico. Otra vez esos chistes macabros de Mahler. Pero todo se paga, y el tercer movimiento solo puede ser obra de un loco, de un desquiciado. Mucha desesperación en esas notas. El clímax, la muerte, la oscuridad. Se acabó el cachondeo.................................................................. encefalograma plano...................................................................................y tímidamente la mezzo empieza a dibujar un tímido lied, cuando ya parecía todo perdido. La esperanza empieza a resurgir, el fenix que renace porque todavía es capaz de admitir mucha más belleza de la que le destruyó. Y el lied da paso poco a poco tras varias transiciones plagadas de frases repetidas con anterioridad al coro final, cuando todo adquiere sentido, cuando lo más alto del vivir, de la plenitud humana se expresa en este coro, con las percus y los pitos por detrás apoyando y subiendo y se vuelven a repetir motivos de acompañamiento que ya salieron en anteriores movimientos pero ahora con un nuevo sentido final. Su ejecución es ahora una solución y no un problema intrincado imposible de resolver.
Era una obra perfecta, no me lo creía. Allí sentado en el auditori, quieto como un clavo. Cuando los platillos tocaron a final y todas las voces de cuerdas y vientos se funden en un solo acorde de tensión que da paso al acorde del "release", a la conclusión final y tú ves claro que solo puede acabar así, con esos redobles de timbales, que no hay otra forma y entonces lloras. No sientes nada, ni frío, ni dolor, ni alegría, ni tristeza. Lloras porque no te crees lo que has oído, porque te parece imposible, porque después de eso tú ya no vas a ser más tú. Y lloras y lloras hasta que vuelves a la realidad y el público todavía está aplaudiendo y a ti te da vergüenza y te frotas la cara para taparte las lágrimas y empiezas a aplaudir con el resto.....
Esto solo me pasó una vez. Es la experiencia directa más grande que he tenido con la música, quizá porque tenía la regla aquel día o vete tú a saber, quizá no me tomé la pastilla y disculparme de verdad que lo narre con tanta emoción a estas horas de la mañana; trabajo de noche y el día me afecta en el ánimo a la hora de escribir y es raro que escriba estas cosas en un foro abierto pero bueno, como decía, pa dos días que nos quedan. O hablas o te callas.
Así que os recomiendo esta escucha que es como comer caviar a puñados. Dejarla para un par de horas que tengáis libres, solos o acompañados, desnudos y con cava frió en el vaso. Cerrad los ojos y a volar...
Pero antes, os dejo algo más accesible. Se trata del Adagio de la V sinfonía. Es, simplemente, hermoso y evocador. Este tipo de cosas, junto a otras como la amistad, la pasión, los hijos, el conocimiento, la lujuria o una una strat serie "L", hacen que vivir sea mejor que morir. Simplemente es así. Disculpad, estoy hoy con el sentimiento a flor de piel. Muchísimas horas sin dormir me desparraman el hipotálamo. Me voy a cerrar los ojos y dormir el sueño de los justos con Herr Mahler. Que lo disfrutéis:
Voy a proponer ahora el jevy metal porque pa dos días que duramos mejor no dejar la tralla para el final, no vaya a ser que venga el enemigo para jodértela.
Se trata de un movimiento de una sinfonía y también una sinfonía entera. El Adaggio es fácil de escuchar, la sinfonía no y sí. Un solo autor. Para mí: el autor: MAHLER. Y un director que no es Karajan, ni Bernstein, ni Abbado, ni Eschenbach, ni Dudamel. Se trata del director que, desde mi punto de vista, mejor ha sabido interpretar sus sinfonías, sobre todo los timbres y dinámicas de las percusiones, el tempo perfecto y la solidez del pulso y el dinamismo. Se trata de Klaus Tennstedt cuando al final de los ochenta y principios de los noventa estuvo al frente de la royal de Londres.
La sinfonía que os recomiendo dura lo mismo que una película. Qué coño, es que es una película. Se trata de la número 2 que escribió a la escalofriante edad de 34 años y necesita ser escuchada de principio a fin igual que una peli y con buenos cascos o equipo o, si podéis, de verdad, nada como el directo.
El día en que descubrí a Mahler fue en el Auditori de Barcelona con esta misma sinfonía. Me senté y sin esperar nada más ni nada menos que una buena sesión de música, comenzó el primer moviento fúnebre, medieval, tiránico como la fuerza de una ola chochando contra el arrecife y un ser que se descojona de nuestra fragilidad, con una sorprendente capacidad para combinar lo cómico y lo fúnebre. Tras ello, el patetismo del segundo movimiento, bellas melodías que recuerdan tiempos felices, los tiempos que fueron y ya no serán, como si uno se pudiera permitir el gran lujo de desdeñar el presente. Resulta casi cómico. Otra vez esos chistes macabros de Mahler. Pero todo se paga, y el tercer movimiento solo puede ser obra de un loco, de un desquiciado. Mucha desesperación en esas notas. El clímax, la muerte, la oscuridad. Se acabó el cachondeo.................................................................. encefalograma plano...................................................................................y tímidamente la mezzo empieza a dibujar un tímido lied, cuando ya parecía todo perdido. La esperanza empieza a resurgir, el fenix que renace porque todavía es capaz de admitir mucha más belleza de la que le destruyó. Y el lied da paso poco a poco tras varias transiciones plagadas de frases repetidas con anterioridad al coro final, cuando todo adquiere sentido, cuando lo más alto del vivir, de la plenitud humana se expresa en este coro, con las percus y los pitos por detrás apoyando y subiendo y se vuelven a repetir motivos de acompañamiento que ya salieron en anteriores movimientos pero ahora con un nuevo sentido final. Su ejecución es ahora una solución y no un problema intrincado imposible de resolver.
Era una obra perfecta, no me lo creía. Allí sentado en el auditori, quieto como un clavo. Cuando los platillos tocaron a final y todas las voces de cuerdas y vientos se funden en un solo acorde de tensión que da paso al acorde del "release", a la conclusión final y tú ves claro que solo puede acabar así, con esos redobles de timbales, que no hay otra forma y entonces lloras. No sientes nada, ni frío, ni dolor, ni alegría, ni tristeza. Lloras porque no te crees lo que has oído, porque te parece imposible, porque después de eso tú ya no vas a ser más tú. Y lloras y lloras hasta que vuelves a la realidad y el público todavía está aplaudiendo y a ti te da vergüenza y te frotas la cara para taparte las lágrimas y empiezas a aplaudir con el resto.....
Esto solo me pasó una vez. Es la experiencia directa más grande que he tenido con la música, quizá porque tenía la regla aquel día o vete tú a saber, quizá no me tomé la pastilla y disculparme de verdad que lo narre con tanta emoción a estas horas de la mañana; trabajo de noche y el día me afecta en el ánimo a la hora de escribir y es raro que escriba estas cosas en un foro abierto pero bueno, como decía, pa dos días que nos quedan. O hablas o te callas.
Así que os recomiendo esta escucha que es como comer caviar a puñados. Dejarla para un par de horas que tengáis libres, solos o acompañados, desnudos y con cava frió en el vaso. Cerrad los ojos y a volar...
Pero antes, os dejo algo más accesible. Se trata del Adagio de la V sinfonía. Es, simplemente, hermoso y evocador. Este tipo de cosas, junto a otras como la amistad, la pasión, los hijos, el conocimiento, la lujuria o una una strat serie "L", hacen que vivir sea mejor que morir. Simplemente es así. Disculpad, estoy hoy con el sentimiento a flor de piel. Muchísimas horas sin dormir me desparraman el hipotálamo. Me voy a cerrar los ojos y dormir el sueño de los justos con Herr Mahler. Que lo disfrutéis:
#67
Intentaré escucharla en directo. La he escuchado pero nunca en directo.
Impresionante tu descripción! Sentí algo parecido (incluido el vergonzoso final jajaja) hace un par de años escuchando la Pasión según San Juan (con el agravante de que en el coro infantil cantaba uno de mis hijos). Además de la sensación que describes al final, después, cuando iba andando por la calle, veía y escuchaba y sentía todo de una forma especial, más intensa. Es difícil de describir, es como una realidad aumentada en la que hasta los ruidos del tráfico se convierten en música. El arte es capaz de cambiar nuestro modo de ver el mundo. Es como si aumentara nuestra capacidad de percibir. Me encanta la música moderna, pero nunca he experimentado con ella algo parecido.
Intentaré escucharla en directo. La he escuchado pero nunca en directo.
Impresionante tu descripción! Sentí algo parecido (incluido el vergonzoso final jajaja) hace un par de años escuchando la Pasión según San Juan (con el agravante de que en el coro infantil cantaba uno de mis hijos). Además de la sensación que describes al final, después, cuando iba andando por la calle, veía y escuchaba y sentía todo de una forma especial, más intensa. Es difícil de describir, es como una realidad aumentada en la que hasta los ruidos del tráfico se convierten en música. El arte es capaz de cambiar nuestro modo de ver el mundo. Es como si aumentara nuestra capacidad de percibir. Me encanta la música moderna, pero nunca he experimentado con ella algo parecido.
#69 Joder Jaime, he de reconocer que lo has descrito mucho mejor que yo y sin tanta palabreja y discurso. Qué bien!!!!!
Yo iré comentando todas las cosas que habéis colgado y he escuchado. Es que va poco a poco que hay mucho que escuchar y me gustaría, en vez de colgar tanto, escuchar más y mejor lo que habéis propuesto.
Yo iré comentando todas las cosas que habéis colgado y he escuchado. Es que va poco a poco que hay mucho que escuchar y me gustaría, en vez de colgar tanto, escuchar más y mejor lo que habéis propuesto.
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#67
Me ha encantado esta grabación.
He vivido el mismo enaltecimiento de las emociones que describes, en más de una ocasión. En un auditorio, teatro de ópera, etc, el impacto se muñtiplica porque recibes la vibración y la carga orgánica en primera persona, es muy fácil soltar la lagrimita.
No soy exactamente un fanático de las sinfonías, en general (por ejemplo en este sentido Schumann sigue hablándome de tanto en tanto pero yo no lo entiendo), pero tengo un puñado de unas 20 o 25 favoritas que mataría por ellas.
De la segunda de Mahler siempre me quedé con Otto Klemperer y la Orquesta Filarmonia, con la Schwarzkopf - Dudamel no tiene nada que hacer delante de esto!!!! - Creo que es un maestro suficientemente viejo para haber descubierto todas las trampas y al mismo tiempo necesariamente valiente y decidido en un tratamiento pasional de los contrastes de esta sinfonía.
Con la misma Orquesta de tu versión favorita, tienes la grabación de Gilbert Kaplan que es una preciosidad, y anda por ahí un registro en vivo de Pierre Boulez que sin ser tan emotiva, si que tiene un sonido como de "madera", resonante, muy interesante...no recuerdo la Orquesta, urgh.
Dejo la de Klemperer para los interesados.
Gustav Mahler
Sinfonía num. 2 "Resurrección" 1894
Me ha encantado esta grabación.
He vivido el mismo enaltecimiento de las emociones que describes, en más de una ocasión. En un auditorio, teatro de ópera, etc, el impacto se muñtiplica porque recibes la vibración y la carga orgánica en primera persona, es muy fácil soltar la lagrimita.
No soy exactamente un fanático de las sinfonías, en general (por ejemplo en este sentido Schumann sigue hablándome de tanto en tanto pero yo no lo entiendo), pero tengo un puñado de unas 20 o 25 favoritas que mataría por ellas.
De la segunda de Mahler siempre me quedé con Otto Klemperer y la Orquesta Filarmonia, con la Schwarzkopf - Dudamel no tiene nada que hacer delante de esto!!!! - Creo que es un maestro suficientemente viejo para haber descubierto todas las trampas y al mismo tiempo necesariamente valiente y decidido en un tratamiento pasional de los contrastes de esta sinfonía.
Con la misma Orquesta de tu versión favorita, tienes la grabación de Gilbert Kaplan que es una preciosidad, y anda por ahí un registro en vivo de Pierre Boulez que sin ser tan emotiva, si que tiene un sonido como de "madera", resonante, muy interesante...no recuerdo la Orquesta, urgh.
Dejo la de Klemperer para los interesados.
Gustav Mahler
Sinfonía num. 2 "Resurrección" 1894
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