El otro día sin ir mas lejos, andaba yo ajustando una guitarra cuando sonó el timbre de la puerta...
abrí sin asomar el ojo por la mirilla y allí me los encontré. Dos señores trajeados, no los conocía de nada y aunque presentaban un aspecto normal, yo sospechaba que escondían algo y que algún interés oculto los había movido a llamar a mi puerta.
Con la mosca de tras de la oreja pregunté que qué quienes eran y qué querían...
no lo dudaron un momento, y el mas alto de ambos, el que parecía el jefe, me lo confirmó sin titubeo:
"somos del Planeta d'Agostini, queremos compartir con usted un compendio de conocimientos"
Como seguía sospechando que ocultaban algo más tras esa información, les dije que no me interesaban las enciclopedias y cerré la puerta.