Bien, en éste post quiero tratar el tema de la composición y la improvisación desde un punto de vista más clásico o escolástico, como prefiráis llamarlo, y en lugar de la utilización de escalas, empezando casi desde cero; e intentaré interrelacionar ambos estilos. Vamos a ello.
En primer lugar hablar de que en la armonía clásica se le da especial trato a las disonancias, y no son tratadas como producto de la escala a desarrollar, sino de diferentes formas que veremos más adelante. En base a ésto comenzamos a ver la melodía: si por ejemplo estamos sobre el acorde de do mayor, las únicas notas que se utilizarán para realizar la melodía serán las pertenecientes al acorde do-mi-sol, nada más ni nada menos. Este aspecto es fundamental.
Bien, si sólo pudiesemos tocar tres notas encima de un acorde sería frustrante, ¿no?. Si bien se pueden tocar otras notas, pero no como principales, y ahora viene el ladrillo de la explicación:
- En una melodía trataremos como notas principales las que se encuentran sobre el tiempo del compás, es decir, en un 4/4, en los tiempos 1-2-3-4, dando especial importancia a los tiempos fuertes, como son, en éste caso el 1 y el 3. Por ello, si realizamos una melodía en negras en un compás de do mayor a 4/4 podremos utilizar los tiempos 2 y 4 con notas diferentes a las del acorde, siempre justificadas como veremos después; mientras que si tratamos la melodía con rítmo de corchea los tiempos válidos serán los cuatro, exceptuando las mitades, es decir, de las 8 corcheas podrán estar en disonancia las pares, y así sucesivamente.
El trato que se le dará a dichas disonancias puede ser como notas de paso o de adorno, es decir, un re entre medias de un do y un mi, como nota de paso, o un re entre do y do (la misma nota) a modo de floreo, e incluso alguna nota escapada, como puede ser un fa entre do y mi, pero siempre tratando éstas últimas con sumo cuidado.
Ya fuera del trato de la consonancia y una vez tenemos claro lo anterior, podemos empezar a hablar de retardos y apoyaturas. Éstas son disonancias que o bien se amplían hacia el tiempo siguiente en síncopa, o bien son notas que anticipan su caída, es decir, como puede ser una melodía en los tiempos 1-2-3-4 del 4/4 en la que hacemos 1(do)-2(re)-3(mi)-4(mi), podríamos adornarla con un retardo 1(do)-2(re)-3(re)-4(mi) o bien con una apoyatura descendente 1(do)-2(re)-3(fa)-4(mi). Todos éstos ejemplos ejecutados sobre el acorde de do mayor.