Perdón, pero es que... Bienvenido Brizzi:
Ortografía lleva tilde en la i, duración en la o, "atinente" es incorrecto (mejor concerniente), después de un punto se escribe con mayúsculas, y si nos ponemos a dar clases de ortografía, procuremos predicar con el ejemplo.
Aparte me resulta altamente enervante que tras una clase de ortografía, venga una de teoría musical tan incompleta como incorrecta, porque da la impresión de querer demostrar lo que uno sabe, sin intención didáctica ninguna:
- Ante todo dejar claro que un acorde puede estar formado por más de tres notas (precísamente estos son los más interesantes).
- ¿La nota "central"? Bueno, el resto del mundo la conoce como tónica. ¿Notas complementarias? Por favor...
Tras esta aclaración, mi humilde opinión respecto al tema que nos ocupa. Yo he enseñado ya a unos pocos a tocar la guitarra. Si quisieran saber lo que es un subdominante se irían a un conservatorio.
Sinceramente, para querer profundizar en el conocimiento de un instrumento hay que amarlo, y para ello hay que conocerlo primero. Si el primer día lo acribillas con términos extraños, se irá pensando que todo eso es muy difícil para él.
Yo siempre les digo que practicando una hora al día, en un mes serán los reyes de toda barbacoa. Una vez explicado lo básico (coger la guitarra, afinarla, posición de la manos, etc) les enseño unos acordes que le acompañarán toda la vida: Mi, La, Re. Luego el rollo tono - semitono en la escala mayor y una vez asimilado esto le digo: ya te sabes todos los acordes mayores. La primera vez que razonan esto y ven que el Fa sale de subir un traste todas las notas del acorde de Mi (y el Sol un tono más, etc) FLIPAN, se dan cuenta que no es una cosa tan difícil.
En pleno subidón, dale una hoja con los los acordes mayores, menores y de séptima: esto de memoria. Y para que los practique, una cancioncilla fácil con Re Sol La y otra con Do Fa Sol (para irle metiendo el rollo de la cejilla y el concepto de tonalidad, demuéstrale que puede tocar casi cualquier canción con Do-Fa-Sol).
Una vez sea el Rey de las Barbacoas, él mismo tendrá una idea bastante aproximada de hasta dónde quiere llegar con el instrumento.