Muy buenas a todos. Abro este hilo más que nada para tener las manos ocupadas, ya que de tanto comerme las uñas voy a llegar al hueso.
Me registré hace un par de años y cierto es que no he colaborado en los foros, más que nada porque no he tenido nada que aportar. Aprender eso sí, he aprendido un huevo y parte de otro. Con mi ampli sin marca de 50W, y mi strato-guarrer de marca cutre cuyo precio de mercado oscila entre los 3 y los 4 euros he tirado para lo básico, y al menos puedo decir que no se me cae la pua, que sé afinar una guitarra y que sé lo que es una escala o un ejercicio de sweep picking.
Ahora viene lo bueno. Me he comprado mi primera guitarra digna de tal nombre (le podría sacar mejor sonido a mi gato que a la que tengo ahora si le atase cuerdas de la nariz al rabo, y no me hagáis comentar sobre acabados, etc). La nueva es de gama baja, de principiante, pero es una guitarra de verdad. A mi señora le parecen mucho 500 euretes en una guitarra y unos accesorios ("¿qué le pasa a la que tienes?" me dice), pero si le explico lo que podría costar un instrumento profesional de calidad y primeras maderas, le puede dar un desmayo a la pobre.
Y tampoco es que en mis manos se aprovechase mucho, claro está XD
Llevo dos días que vivo sin vivir en mí, esperando que me llegue. La tuve que pedir a cierta web ultra-célebre alemana, ya que fue imposible encontrarla en ninguna tienda española que yo conociese. Y visité muuuuchas. Hubiera estado dispuesto a pagar un poco más por probarla y comprarla en una tienda física, pero no hubo manera.
Y ahora estoy con esa sensación que es nueva para mí que voy a cumplir 34 en verano. La del chavalín que va a poner sus muñones en una guitarra en condiciones de su propiedad. Los foreros supongo que sabrán a qué me refiero. Ver el codiciado objeto de deseo al alcance de mis torpes manos y las horas que no pasan. Soy un guitarrista inepto pero un adorador del OBJETO en sí. Me encanta ver y tocar guitarras, leer sobre guitarras y sus componentes y sus marcas y su historia y es la primera vez que compro una nueva y la espero con impaciencia.
Para aliviar la espera me he hecho con un amplificador de segunda mano. Un Peavey de 65W que al "2" de volumen desprendía la escayola de las paredes y con un canal de distorsión chulo, suficiente para mis sesioncitas en casa. No tengo nada digno a lo que enchufarlo, así que lo acuno y lo acaricio y le digo cosas bonitas como si fuera mi tercer hijo XD
Y aquí estoy, muerto de ganas de que llegue. Seguro que muchos se están acordando ahora de la sensación que da el ir a por la guitarra que querían tener con locura. Para mí es la primera vez, y mi cerebro está ahora mismo flotando en un mar de endorfinas. Las presiones del trabajo parecen menos importantes, y los problemas parecen más lejanos. Estoy más relajado y de mejor humor, y necesito más.
Todos los síntomas de una adicción, y aún ni la he tocado.
Es esta, por cierto (no es plato al gusto de mucha gente, pero me apasionan las King/Flying V y por ese precio para ese estilo musical es de lo mejorcito que hay):
Me registré hace un par de años y cierto es que no he colaborado en los foros, más que nada porque no he tenido nada que aportar. Aprender eso sí, he aprendido un huevo y parte de otro. Con mi ampli sin marca de 50W, y mi strato-guarrer de marca cutre cuyo precio de mercado oscila entre los 3 y los 4 euros he tirado para lo básico, y al menos puedo decir que no se me cae la pua, que sé afinar una guitarra y que sé lo que es una escala o un ejercicio de sweep picking.
Ahora viene lo bueno. Me he comprado mi primera guitarra digna de tal nombre (le podría sacar mejor sonido a mi gato que a la que tengo ahora si le atase cuerdas de la nariz al rabo, y no me hagáis comentar sobre acabados, etc). La nueva es de gama baja, de principiante, pero es una guitarra de verdad. A mi señora le parecen mucho 500 euretes en una guitarra y unos accesorios ("¿qué le pasa a la que tienes?" me dice), pero si le explico lo que podría costar un instrumento profesional de calidad y primeras maderas, le puede dar un desmayo a la pobre.
Y tampoco es que en mis manos se aprovechase mucho, claro está XD
Llevo dos días que vivo sin vivir en mí, esperando que me llegue. La tuve que pedir a cierta web ultra-célebre alemana, ya que fue imposible encontrarla en ninguna tienda española que yo conociese. Y visité muuuuchas. Hubiera estado dispuesto a pagar un poco más por probarla y comprarla en una tienda física, pero no hubo manera.
Y ahora estoy con esa sensación que es nueva para mí que voy a cumplir 34 en verano. La del chavalín que va a poner sus muñones en una guitarra en condiciones de su propiedad. Los foreros supongo que sabrán a qué me refiero. Ver el codiciado objeto de deseo al alcance de mis torpes manos y las horas que no pasan. Soy un guitarrista inepto pero un adorador del OBJETO en sí. Me encanta ver y tocar guitarras, leer sobre guitarras y sus componentes y sus marcas y su historia y es la primera vez que compro una nueva y la espero con impaciencia.
Para aliviar la espera me he hecho con un amplificador de segunda mano. Un Peavey de 65W que al "2" de volumen desprendía la escayola de las paredes y con un canal de distorsión chulo, suficiente para mis sesioncitas en casa. No tengo nada digno a lo que enchufarlo, así que lo acuno y lo acaricio y le digo cosas bonitas como si fuera mi tercer hijo XD
Y aquí estoy, muerto de ganas de que llegue. Seguro que muchos se están acordando ahora de la sensación que da el ir a por la guitarra que querían tener con locura. Para mí es la primera vez, y mi cerebro está ahora mismo flotando en un mar de endorfinas. Las presiones del trabajo parecen menos importantes, y los problemas parecen más lejanos. Estoy más relajado y de mejor humor, y necesito más.
Todos los síntomas de una adicción, y aún ni la he tocado.
Es esta, por cierto (no es plato al gusto de mucha gente, pero me apasionan las King/Flying V y por ese precio para ese estilo musical es de lo mejorcito que hay):