Jamás he vendido una guitarra. Cuando me he desecho de ellas estaba enfadado, y ya me había comprado sustituta. Por enfadado quiero decir que la guitarra era cutre, y conseguí algo mejor. O que ya estaba hecha polvo, con los trastes limados y mellados. O que estaba harto de sus achaques. Me compro otra, y luego tiro la vieja, con gran placer y alegría. Nunca se me ha ocurrido vender ninguna. Si pienso que es una mierda, sería una estafa venderla.
Pero claro, yo soy un pringao de dormitorio, que no debería manchar con su presencia esta clase de hilos. Pido perdón por ello, voy a fustigarme con un bordón del 46.
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Yo también soy un pringao de dormitorio y muñón además jajaja.
Así que menos debía estar yo