#5946 Lo leí, pero no estoy de acuerdo con todo. Parto de la base de que todos tenemos un sonido idealizado en nuestra cabeza, con un componente objetivo, otro subjetivo y otro porcentaje sujeto a placebo. Las Martin prewar tenían un tipo de construcción determinada, las hemos escuchado en muchos discos y, en nuestro imaginario, son una referencia de sonido: aquello que coincida con esa referencia, es muy probable que digamos que suena bien -es un componente subjetivo, suena bien porque tenemos una referencia a la que se ajusta, no porque nada haga pensar que ese sonido sea mejor que otro; de hecho, guitarras que suenan muy bien, pero que no tienen esa referencia, solemos decir que "no tienen personalidad". Por otro lado, el componente objetivo tiene que ver con cosas como que una guitarra afine aproximadamente bien en todo el diapasón, que su timbre sea coherente en cada traste, etc. Por último, el placebo es eso que sucede cuando tocas, por ejemplo, una Burst original y, suenen como suene, decides que suena bien porque "es una burst original" -un poco como que, en los 80, las stratocaster de los setenta eran una basura y en los 2000-2018 resultan ser la quintaesencia, que se puede extender a Martin y cómo construyó en la década de los 70, y ahora parece que son canela en rama cuando, objetivamente, están mejor hechas ahora.
Centrándonos en lo anterior, yo creo que los guitarreros tienen que llegar a un compromiso entre sonido y construcción. Por ejemplo, estoy seguro -en contra de lo que dice el artículo-, que el tongue brace influye sí o sí en la vibración del instrumento y afecta al sonido; sin embargo, la alternativa por retirarlo y tener una Martin "mucho más auténtica", es la de la siguiente foto:
Duele ¿eh? Si me dan a elegir, prefiero que lleve el refuerzo, aunque sí pienso que la tapa vibra menos por culpa de él -y eso que no es una zona crítica-. Mi experiencia es que, determinadas "tonterías" como cambiar unos clavijeros cerrados con más masa por unos abiertos más ligeros, sí influyen en el sonido final y, en el caso de las acústicas, los segundos proporcionan un sonido más abierto; en un caso como éste, debes lidiar con la siguiente disyuntiva ¿prefiero unos clavijeros cerrados, que no necesitarán mantenimiento y que serán menos delicados, o unos abiertos que están más expuestos a dejar de funcionar correctamente pero me dan un sonido levemente más rico? Al final, yo creo que hay que decidir cuánto tiene tu guitarra de fetiche y cuánto tiene de herramienta y, ahí, decidir.