Bueno, no de un perro, claro; de una Les Paul marca Bulldog Guitar Bodies. Pero antes que nada las presentaciones, porque es la primera vez que posteo aquí aunque llevo un tiempo leyendo en Lutheria. El caso es que hace cosa de un año o así desde la Asociación de Padres de Alumnos del cole de mis hijos se montaron unas clases extraescolares de guitarra y algunos padres, de esos que escuchábamos a Lou Reed cuando aún pensábamos que nunca se nos iba a caer el pelo, nos apuntamos. No puedo decir que sea buen alumno, porque aún no junto tres acordes, pero me divierto, y como no parece que Jack White me vaya a llamar para la próxima gira tampoco tengo prisa.
Pero al asunto: ocurre que a poco de empezar me dio por hacerme con una guitarra eléctrica, claro, y viendo que aquí también existe esto del HUM (lo que los yanquis dicen DIY) me planteé ¿Para qué me voy a comprar una guitarra si puedo emplear mucho más dinero y tiempo en fabricarme una? Desgraciadamente no cuento con el espacio, material ni conocimiento para construirla completamente, así que tiré por la vía montaje de kit y así voy aprendiendo algo; ya vendrán tiempos mejores. Me aposté en Ebay y al tiempo tenía un kit usaco de esos de Bulldog, de los que vienen con algún defectillo y salen más baratos. Luego poco a poco, mucho leer, mucho plantearme qué opciones tomar, mucho probar cosas que luego usaría o no y mucha paciencia. Me ha llevado bastantes meses para ser una cosa sencilla, pero me lo he tomado como terapia ocupacional y lo he ido disfrutando.
Unas fotillos:
Resaltando la veta con tinte negro al agua comprado en el Leroy Merlin.
Lijado al gusto, hasta que me gusta cómo queda la veta y pasamos al amarillo.
Empezamos con el Tru Oil, un poco a la brava, debo decir.
Ajustando el encaje del mástil, que no venía lo bastante recto.
Tomando referencias de todo lo tomable antes de pasar al Titebond, que luego ya no tiene arreglo.
Las tapas de la electrónica salen de una tapa de ordenador.
Dal cela, pulil cela…
Un experimento con la electrónica que funcionaba, pero deseché porque era demasiado lioso. En cualquier caso, sí lleva dos potes “push-pull” para cambiar la configuración de las pastillas.
Haciendo pruebas con la pala (qué guerra me dio la jodida) en mi cabina de pintura semiprofesional.
Y bueno… el trasto tiene muchos defectos, claro: algún golpe, algún acabado que no me convence, la pala chapucienta… pero me gusta y estoy contento. Ya le arreglaré cosas cuando me dé la gana… si me da la gana. La acción es demasiado alta, 2,5 mm. en el traste 12 y ya trastea, quizé lo pueda ajustar retocando la cejilla, que creo que la dejé muy alta, pero sospecho que es más bien cosa del ángulo del mástil. Una lástima no habérmelo imaginado antes, porque hubiese sido muy fácil de solucionar. Pero bueno, es coqueta y no suena mal.
Y todo esto para que, total, el cabrón este toque mejor que yo.
Un saludo y muchas gracias por la información y la inspiración que ofrecéis desde estas páginas. Abrazos.
Pero al asunto: ocurre que a poco de empezar me dio por hacerme con una guitarra eléctrica, claro, y viendo que aquí también existe esto del HUM (lo que los yanquis dicen DIY) me planteé ¿Para qué me voy a comprar una guitarra si puedo emplear mucho más dinero y tiempo en fabricarme una? Desgraciadamente no cuento con el espacio, material ni conocimiento para construirla completamente, así que tiré por la vía montaje de kit y así voy aprendiendo algo; ya vendrán tiempos mejores. Me aposté en Ebay y al tiempo tenía un kit usaco de esos de Bulldog, de los que vienen con algún defectillo y salen más baratos. Luego poco a poco, mucho leer, mucho plantearme qué opciones tomar, mucho probar cosas que luego usaría o no y mucha paciencia. Me ha llevado bastantes meses para ser una cosa sencilla, pero me lo he tomado como terapia ocupacional y lo he ido disfrutando.
Unas fotillos:
Resaltando la veta con tinte negro al agua comprado en el Leroy Merlin.
Lijado al gusto, hasta que me gusta cómo queda la veta y pasamos al amarillo.
Empezamos con el Tru Oil, un poco a la brava, debo decir.
Ajustando el encaje del mástil, que no venía lo bastante recto.
Tomando referencias de todo lo tomable antes de pasar al Titebond, que luego ya no tiene arreglo.
Las tapas de la electrónica salen de una tapa de ordenador.
Dal cela, pulil cela…
Un experimento con la electrónica que funcionaba, pero deseché porque era demasiado lioso. En cualquier caso, sí lleva dos potes “push-pull” para cambiar la configuración de las pastillas.
Haciendo pruebas con la pala (qué guerra me dio la jodida) en mi cabina de pintura semiprofesional.
Y bueno… el trasto tiene muchos defectos, claro: algún golpe, algún acabado que no me convence, la pala chapucienta… pero me gusta y estoy contento. Ya le arreglaré cosas cuando me dé la gana… si me da la gana. La acción es demasiado alta, 2,5 mm. en el traste 12 y ya trastea, quizé lo pueda ajustar retocando la cejilla, que creo que la dejé muy alta, pero sospecho que es más bien cosa del ángulo del mástil. Una lástima no habérmelo imaginado antes, porque hubiese sido muy fácil de solucionar. Pero bueno, es coqueta y no suena mal.
Y todo esto para que, total, el cabrón este toque mejor que yo.
Un saludo y muchas gracias por la información y la inspiración que ofrecéis desde estas páginas. Abrazos.