Sentarse y solo escuchar como los sentimientos de alguien son expresados en su instrumento, es quizá uno de los placeres y de los lujos que cualquier persona en el mundo se puede dar, haciendo que mas haya de nuestro cuerpo físico, lo sienta nuestro espíritu y nuestra alma.
Cuando alguien coge un instrumento y lo toca sencillamente plasma en el, todas las ideas e impresiones que tiene de una manera que así como el los siente, los haga sentir a los demás; y a su vez dejando una ventana para que el alma pase por cualquier emoción.
Pero expresar eso solo se logra con dos cosas: la pasión y la disciplina.
La pasión de querer coger un instrumento y de explorarlo.
La disciplina de aunque nunca dominar el instrumento, por lo menos nunca rendirse e intentar llegar a ello aunque jamás se logre.
Por esto si en verdad gusta de la música y lo ve como el medio de expresión más prodigioso que existe en este planeta y en cualquier otro lugar. nunca olvide que la pasión y la disciplina algún día lo recompensaran haciendo música…
Juan Carlos Corrales.
gracias por leer y espero que se identifiquen en algo jaja.