También os cuento este caso.
El tío de un amigo mío toca la guitarra, y en mi opinión muy bien. Incluso en algún tiempo se dedicó a tocar, con unos compañeros, en locales en Cannes y parece que le fue bastante bien.
No tengo constancia que tenga estudios musicales. Para él es una afición que le provoca dependencia. Excepto en un período, relativamente corto, su vida laboral no tiene que ver con la música.
Que yo sepa no ha compuesto nada, y si lo ha hecho lo desconozco.
Yo le he visto tocar la música de la película Lawrence de arabia, y dudo que haya visto la partitura o tab de esa melodía. Cuando se la oí no había internet y demás facilidades de comunicación. Simplemente le gustaba la melodía y, con su instrumento es capaz de reproducirla.
Sus ratos libres no los entiende sin su guitarra.
Tiene sus preferencias y gustos y, cuando ha coincidido con mi amigo y yo, oyendo música con distorsión acaba huyendo como alma perseguida por el diablo.
Los fines de semana actuaba con un compañero en un pub de Valencia. Su auditorio era pequeño y de unos cuantos incondicionales (las modas de los gustos musicales supongo). Una vez que actuaron en la ciudad Los Panchos, uno de ellos (no sé cual) acabó en ese pub con algunos amigos. Ese hombre alucinaba con la forma de tocar del tío de mi amigo, y no entendía que solo tocara por afición y en un local tan pequeño.
Jamás le he oído hablar de marcas, gamas, precios y otras exquisiteces. Él sabía hasta donde podía llegar, y se recorría tiendas probando hasta que encontraba lo que le gustaba y podía pagar.
Sin estudios musicales, con dedicación e ilusión (y supongo que teniendo "esa habilidad", o como se quiera llamar), creo que también se puede disfrutar, y mucho.
Os dejo un vídeo que he localizado por internet, pues creo que ese pub ya no existe y ya no actúa en público. Me he fijado y se colgó en 2011, y el número de visualizaciones es pequeño.
Es otra forma de disfrutar de la guitarra ¿Qúe opináis?