Tengo en mente tener una copia de la strato Monterey, y mirando las que vender Fender y algunas otras que circulan por ahí, veo que prácticamente ninguna se ajusta a las pocas fotos que existen de la original. El trabajo del compañero es digno de elogio y admiración, y me va a servir de muchísimo (eso sí, sobre un Squier que no tengo presupuesto para más) porque ha intentado reproducir lo más fielmente posible la guitarra que quemó Jimi.
El motivo de hacer una Monterey y no otra, es para involucrar a la jefa que es aficionada a pintar cuadros y también a la restauración de muebles. Así mato dos pájaros de un tiro, me hago con otra guitarrilla y la tengo contenta con sus aficiones.
Saludos y enhorabuena por el resultado.