Por ejemplo, ya que os gusta el tema. En lo que respecta al surf, que conozco el tema.
Entre un Bing americano hecho a mano en California por un reconocido y experto shaper (artesano) que invierte muchos dias y semanas en el trabajo meticuloso con materiales selectos que dan una tabla duradera y fiable.
A una Takayama montada en Asia, fabricada en serie con máquinas, repasada por personal mal pagado y que no sabe de surf ni el nombre.
Que pagas la etiqueta y el diseño que hizo Donald Takayama hace muchos años , nada más.
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Y que por encima, ambas
te salen al mismo precio. La elección es clara.
Luego está la tercera opción. Los shapes artesanos nacionales, muy buenos la mayoría. Que fabrican con una calidad altísima a la mitad de precio y a medida. Pues bien, apenas ninguno sobrevive por su cuenta a estas alturas y tienen que trabajar para fábricas más grandes como Pukas.
La globalización se los ha llevado a todos por delante. Hoy se paga la fabricación especial sólo en el mercado exclusivo y de lujo.
Para el resto, Asia. Es lo que hay. Otra cosa es comulgar con ruedas de molino..
A diferencia de con las guitarras; en el surf, esas tablas nacionales a medida se pagan bien en el mercado de segunda mano y se valoran de forma aceptable. Sin embargo en las guitarras, una hecha por Luthier por encargo apenas tiene salida en el mercado de ocasión.
En todo lo demás preferimos lo que nos inculcaron. La necesidad de tener muchas cosas a bajo precio, que luego durarán un año, pero que nos permitirán comprar y actualizar, dar rienda suelta a la enfermedad mental del GAS, aunque seamos pobres.
Donde quedaron los tiempos en los que las cosas se hacían para durar y cuando eran nuevas olían bien... no a plástico requemado como a ahora. Que las heredaban tus hermanos pequeños y sus hijos luego las vendían a alguien que las tiene como joyitas de colección
Ya cada vez quedan menos cosas así. Vivimos tan rápido que perdimos hasta la memoria.