¡Tertulia Clásica!

#144 Ah, claro, en los gustos personales manda uno, faltaría más. Habrás visto que en este hilo se han puesto muchas muestras interesantes que diría resultarán de tu gusto. Por eso se me ocurrió darle un timonazo, ya que el propósito original del hilo era de tertulia de amiguetes: algo no formal, fortuito, errático y hasta cahondo y disparatado, como ya hemos visto

Es interesante lo que comentas; sólo por eso ya sabría que no eres de Galicia. Aquí la música medieval se ha tenido siempre en mucha consideración, porque fue una época de esplendor en todos los sentidos, también en las artes y particularmente en la música, y es algo que no sólo no escapó a los conservatorios y las cátedras de musicología, sino que desde ellos se estimuló. Estos días cogaré varios ejemplos de música medieval gallega, o al menos en gallego (Alfonso X compuso las Cantigas de Santa María en Toledo, pero lo hizo en gallego, que era la lengua «fina» de la corte y la elegida para la lírica junto al provenzal de lengua de oc).

Precioso ese piano de Ravel que has puesto. Qué gran compositor; no controlo lo suficiente para analizar sus propuestas compositivas, pero sí me llega su esfuerzo por romper esquemas volviendo a lo que cincuenta años antes se consideraba que sólo serviría para elaborar rudimentos: como tantos de su época, recogió mucho de los cimientos de la armonía y la gramática musical para desanquilosar y renovar conforme a su tiempo, y en su caso en comunicación con otras expresiones artísticas.

Yeahhh, Ravel. Aquí un fan. El concierto para piano en Sol y, sobre todo, el concierto para mano izquierda compuesta para WIttgenstein son genialidades absolutas.

Con respecto a la música del renacimiento, sin ser nada entendido, me parece muy popular y perfecta para cuerdas pulsadas. En las folias castellanas escuchas jotas y esa empanadilla que se ha llamado seguirilla o seguidillas, que además de un palo del flamenco, es un cante popular de castilla. Aunque bueno, el renacimiento, entendido como la música que se hizo en el siglo XVI (o lo que nos ha llegado de ella) es muy variada. Las danzas que ha puesto Miguelantxo son canela, pero me gusta más el populismo sanchopancero hispánico. La música popular me encanta. De hecho, ya lo dijimos (creo), el clasicismo no es otra cosa que la tecnificación de la música popular bajo el yugo inseparable del canon de cada época dada.

#143 Pues muy bien, como de costumbre cada vez que me acerco a L'auditori. A parte de la quinta extraordinariamente dirigida por Kazushi Ono (una versión digamos juguetona), pudimos escuchar una obra original encargada ad hoc por el propio Auditori. Creo que Hector Parra está en camino de convertirse en uno de los compositores más importantes de la historia de Cataluña. Muy bestia. Con tres percusionistas haciendo todo tipo de diabluras, más un vibrafonista, arpa y piano percusionando cuerdas acompañando una obra para baritono. Muchas texturas y atonalidad para acompañar un canto lírico y desesperado. Además de onomatopéyico ("me queda una hora para morir" clik, clak, "mis cenizas correrán por este torrente de agua" flux, glux, etc.)

Pongo unas folias castellanas para baile. Jamás se me ocurriría tildar esta música como "música clásica", es que tiene un carácter tan sumamente popular. Debe ser porque no llevan el trajecillo y tocan castañuelas:

Aquí una obra de Hèctor Parra para cuatro saxos explicado por él mismo:

astrako77 escribió:

el concierto para mano izquierda compuesta para WIttgenstein

coño...!

Qué buen comentario sobre el concierto de L'Auditori. Qué intersante programa. Qué curiosidad tanto por esa V gamberra como por esa propuesta de Parra original y bestia. A ver si encentro algo de ambas por el tubo. Que velada más completita para salir bien a gusto de allí. Además seguro que el Auditori está cojonudo, que Barcelona tiene tradición de cuidar muy bien estas cosas. Enhorabuena al desprejuiciado programador.

Y claro, no menos maravilla las variaciones de la folía que has colgado. Pero qué bestia el Jordi Savall, por dios... este hombre no tiene límites (tuve la suerte de conocerlo hace muchos años; yo era un crío y jugaba con su hijo Ferran, que ahora también es un gran músico). La preciosa viola que calza me ha parecido que es de trastes móviles... qué barbaridad, cómo suena y como la hace sonar, le saca las tripas. Muy completa también la parte de la vihuela; un arreglo con mucho mérito para un instrumento replicado, que difícilmente se podría tocar así en la época (para eso, estaba más bien el láud), y tocada con mucho estilazo. Bueo, y la percusión meha encatrado, marchosilla, como debe ser y no puede faltar en esta música.

Ambas cuerdas, viola y vihuela, no están afinadas en escala temperada; vieja reivindicación de quienes criticaban, con bastante razón, las recreaciones de música del XVI y XVII que se hacían con los instrumentos actuales. Savall ha hecho mucho por esto, demostrando que no tiene que ir necesariamente en detrimento del sonido, que era el principal argumento de quienes defendían, también con razón, que los instrumentos han evolucionado para mejorar.

Al pie de lo qeu comentas sobre ese aún no discernimiento entre música popular y áulica o cortesana que se daba en esa época, viene a cuento precisamente la etimología del término «folía»: del latín folicare, «gozar», «disfrutar», «holgar», vaya, esa palabra precisamente tan sanchopancesca (tenía que tomarte prestada esta palabra)... y de ahí viene también «follar», claro.

En gallego se conserva el verbo «foliar», referido fundamentalmente a una velada musical popular, básicamente improvisada: es lo que se denomina hacer una «foliada», en la que cada uno toca el instrumento que quiere y se hacen variaciones sobre temas populares más o menos conocidos por todos, improvisaciones, «regueifas» (eso que ahora se llama rap y que se ha descubierto desde los EE.UU., pero que se da en todas las culturas populares), a menudo hoy considerables políticamente incorrectas por la tremenda mojigatería actual, porque en gran medida se basan en enfrentamientos verbales con carga sexual en dobles sentidos, o no tan dobles tras unas rondas de queimada o bebedizos similares. Hasta alguna pequeña masterclass puede caer por el medio. Es la manera adecuada en que se debe llenar la tarde tras toda buena comida, con lo cual se engancha con la cena y se sigue foliando de madrugada. Si váis a Galicia veréis que en muchas fiestas se anuncia «xantar e foliada» o «cea e foliada» (comida/cena y foliada); apuntaos y llevad instrumento, aunque si no tenéis podréis pedirlo y os lo cederá, de eso se trata.

La folía era para eso: hacer variaciones, tocarla con lo que se tuviera a mano, danzar, gozar... Y esta de Jordi Savall y su conjunto es que dan hasta hambre... no dejo de escucharla.

Lo de Parra: ostiazo! a ver si lo encuentro entero por ahí, que lo que se escucha aquí me ha parecido buenísimo. M egusta esa concepción orgánica de la que habla, no desligar la música del músico, y fundir el instrumento, en este caso metálico, con esa cosa de carne blanda que sopla y respira a través de él. Una experiencia total, vital, en la que la experiencia del público sí la encuentro muy distanciada respecto a lo que el ejecutante puede, debe, experimentar al interpretar la obra, que va más allá de lo que una partitura pueda indicar. Recordemos los trances en los que entran algunos gurúes y yoguis de la India y Afganistán, y otros lugares, supongo, mediante ejercicios respiratorios que realizan mientras tocan instrumentos de viento.

Quizá es otra carencia de la que ha adolecido el rollo áulico del que se fue rodeando la música occidental durante los úlitmos cuatro siglos largos: el desgajarla del resto del ser, el contemplarla como un espectáculo ajeno, en lugar de interiorizarla como una experincia orgánica global, de experimentarla, vivirla.

#148 Joer qué buen comentario Miguel. Lo que se aprende. Y jordi Saball pues un músico y un recuperador extraordinario; asistí a dos conciertos suyos y me cuesta entender que este hombre no tenga mucha más repercusión y reconocimiento.

"Short ride in a fast machine" es una de las obras demás representativas de John Adams, considerado el compositor comtemporáneo más relevante del momento.
La obra es relatívamente reciente (1986) y la compuso después de un paseo en un coche de carreras. Adams es americano, y va un paso más allá de compositores que fueron su referencia como Steve Reich o Phllip Glass. Pertenece al grupo de los denominados post-minimalistas. Esta obra también se denomina "fanfare for orchestra".
https://www.youtube.com/watch?v=Ro81AgLYrk8

Es que has puesto cosas muy interesante. Bueno, es que este hilo la verdad es que es de sentarse mucho tiempo con él y a fliparlo. Es toda una gozada (una foliada ) escuchar toda la variedad de musica que proponéis y leer vuestros comentarios.

¡Tate! aquí he enbcontrado el Sigma Waves en México. Fíjate que no sé hasta qué punto lo habrán pensado así, pero esa indumentaria de los músicos tan parca y pulcra, virginal, les da ese toque de hábito, de santón, de que nada interfiera en la percepción. No es un ensimismarse, porque no puedes desvincularte de los compañeros de cuarteto, pero desde luego el público no puede ser el objetivo de atención tratándose de hacer esto. El espectador aquí es casi un voyeur. También van descalzos, y Parra hablaba en el video de la cosa de las ondas terrestres y tal. Supongo que esto lo mejor es tocarlo en pelotas, como casi todo.

Bueno, pues lo estoy escuchando mientras escribo y me parece acojonante esto que hacen... increíble... estoy medio acojonado, mete algo de miedo a estas horas que me sobrecoge, vamos.

No puede haber sonido más moderno, consiguen timbres que me recuerdan a las repentizaciones electrónicas que se hacían en los 70 y 80 y se dejaron de escuchar tanto luego.

Estoy alucinado, completamente.

Pues tirando del hilo, en el mismo canal del Sigma Project Quartet, llegamos a este desmadre: «La boca, los pies, el sonido». Fantástico minidocumental, además, sobre su paranoia orgánica, cinética y demás. Ya te digo si se lo pasan bien...

La página de su canal en el tubo:

https://www.youtube.com/channel/UCWpRDfToA4HwP11bp5I-zyg

¿De verdad me hacéis esto sólo por haber dicho que le iba a pegar un timonazo medievalizante al hilo? Sois intratables...

#151 Es un capo. Y maneja las texturas de los instrumentos llevándolos a límites insospechados. Si ves sus partituras flipas. Me gustaría tener una en facsimil para colgarla con un marco.


#150 Creo que te has confundido de link. De todas formas ni tan mal. Hablando de Ravel y la escuela de piano francesa otro que faltaba: César Frank.
De todas maneras me encanta la obra que has citado de Adams. Es muy reconocida y con toda la razón. Es una obra que mira casi más a Copland (con el título y todo de referencia, o al menos eso me lo parece a mí) que a los minimalistas que citaste. Es verdad que le influenciaron, pero desde mi punto de vista Adams está muy alejado de estos y la obra que has puesto es un claro ejemplo de colores y texturas y dinamismo extremo en las antípodas de lo que conozco de Glass y Reich, que he de reconocer que no mucho. ¿De verdad le llama la crítica post-minimalista? ¿Es porque va detrás de ellos en algún sentido o porque parte de la obra de estos? No he leído casi nada de él. Me pongo a ello a ver si me entero.

#153 Desde luego, hay que tener muy conocido el isntrumento para manejar esos extremos, texturas para los que en principio no fueron concebidos y para las que no se cuenta con la referencia de una tradición. Más que de conocerlo, se trata de interiorizar el instrumento.

Alguna partitura se ve de pasada en alguno de estos videos que hemos colgado, y aunque no me he parado en ellas (incapaz de darle al pause), se ven lo suficiente para apreciar esa caligrafía de notación musical contemporánea con indicaciones de esas que no te enseñan en primero de solfeo, muchas de ellas en fase de propuesta o incluso personales.

La que finalmente ha colgado Logan de César Frank yo también la veo en una onda francesa, o quizá centroeuropea; me ha remitido bastante a las sonatas de Beethoven, y no sólo por la ejecución que me he parecido Wilhelmkempfinanamente (!) delicada, no sé a vosotros. En cualquier caso, una belleza explorando y explotando ese fraseo que tanto da en su sencillez, y que sí entiendo que astrako ligue con Ravel, incluso Debussy. La sencillez quizá requiera un ánimo expresionista.

Siguiendo en título de lo que proponía Logan, he encontrado estas Two fanfares for orchestra, que sí tiene reminiscencias del minimalismo tanto en la orquestación como en lo melódico. La verdad es que me ha gustado y sigo picando por John Admas; dejo más abajo sus Common tones in simple time, que me están encantando en este momento, cuyo ánimo minimalista empieza por el título, aunque la cosa luego se queda en un respeto, porque le falta quietud, diría yo; como comentaba Logan, algo más bien post-minimalista ¿no?

Lo dicho: vaya manera de boicotearme el espíritu medieval con el que me aproximaba yo... modelnos, que sois unos modelnos

#149

Bueno, sobre Savall, ya sabrás que por ahí fuera es un tío archirreconocido; Spain is different, of course.

Hace unos pocos años rechazó el Premio Nacional de Música precisamente porque se lo otorgaba un gobierno que no había hecho nada por la cultura, según sus propias declaraciones, aparte de intentar que desapareciera.

Una pasada de tío, vamos.

Y la citada "Short ride in a fast machine" que es una maravilla. De verdad que me suena muy a lo Copland modernizado.