Comienzo este hilo con lo que será mi humilde aportación al foro durante las próximas semanas.
En primer lugar quiero comenzar con un pequeño manifiesto, sobre porqué me he metido en este tinglado de hacer amplis a mano, con los quebraderos de cabeza que me genera y el negocio ruinoso que me supone... El manifiesto consta de 4 puntos. Aquí va...
MANIFIESTO
1. Me encanta la guitarra como hobby. Es un mundo en el que una vez que entras estás atrapado irremediablemente. Y es un hobby en el que caben todos. Desde el principiante que rasguea sus primeros acordes, al shredder más endiablado, pasando por el bluesero que defiende las esencias más puras; caben los que saben perfectamente que no hay nada como las válvulas y los que no tienen ninguna duda que donde estén los Helix y los Fractal que se quiten las toneladas que pesaban los equipos antiguos. Y cuando digo “caben todos” lo digo para bien, no como en otros hobbys.
Pongo un ejemplo (y que no se me enfade nadie) con otro hobby... La bici. Hubo una época en que salía todos los fines de semana con unos amigos a montar en bici. Desde el que tenía maillot, bici de carretera y se pasaba la semana entera poniéndola a punto hasta el que como yo tenía una bici de hace 20 años, con mis playeras y mi camiseta del carrefour, pasábamos grandes momentos... Y sin embargo cuando nos adelantaban por el carril bici de Madrid grupos de ciclistas “de los buenos” casi teníamos que pedir perdón por nuestra existencia... ¡No estábamos a su altura!
Pues el mundo de la guitarra yo lo veo en general más inclusivo, por llamarlo de algún modo. Si eres guitarrista ya podrás discrepar y discutir que si válvulas que si transistores que si modelado digital, pero al fin y al cabo todos somos guitarristas y eso ya crea un vínculo...
2. En mi caso disfruto no tanto tocando (que también, pero por cuestiones de curro y familia al final sólo puedo tocar a partir de las 22:00, y a esas horas ya no estoy para muchos ensayos...) sino que disfruto haciendo amplis a manini. Luego los malvendo casi siempre a pérdidas, porque no me los puedo quedar en casa, pero me suponen un reto al que me encanta enfrentarme. Y ni qué decir tiene que los posts que más me gustan del foro son los de la peña que se hace sus propias guitarras (de hecho las 4 hardrockeras y la tv yellow han sido quienes me han animado a crear este post).
3. Sin embargo, como me gusta hacer amplis y cada vez sé más sobre ellos, y me gusta el mundo de la guitarra como hobby, hay una sola cosa que no soporto: no puedo ver la sección de compraventa con anuncios del tipo “Vendo Mesa Boogie Triple Rectifier en estado impoluto, no ha salido de casa”. Lo siento pero no, no y no. No puedo con ello. Es como cuando se vendían preferentes a las abuelas: no era un producto para ellas. Es como que te vendan un Ferrari si lo que tú necesitas es un monovolumen para tu familia numerosa. Deberían detener al vendedor que vendió un Triple Rectifier a alguien que sólo lo iba a usar en casa; da igual que lo quisiera y que lo pudiera pagar. ¡Al paredón con él!
He puesto este ejemplo porque es muy claro, pero que levante la mano quien no haya estado en un grupo con un ampli “sobredimensionado”, con toda la banda pidiendo que te bajes y tú con cara de póquer diciendo “pero si estoy sólo al 2 y así el ampli no suena como debe”.
4. Y es aquí donde nace la idea de este ampli y de este post. Sé que hay otros hilos, como el de guitarristas de dormitorio, y que ahora hay grandes productos (casi todas las marcas tienen ahora amplis con reductores de potencia) que valen casi para todo: ensayos, conciertos, grabaciones, etc.
Pero quise hacerme yo “el ampli de mis sueños”. Habrá quien diga que todo este trabajo para nada, que eso ya lo hace tal o cual ampli, con más prestaciones y por menos dinero, o que el modelado digital hace que esto sea cosa del pasado, etc etc etc. Es por esto que a este ampli de mis sueños he querido llamarle PW, de Perfect Wife, en honor a mi chica que soporta todas mis rarezas, entre ellas dedicar muchas noches a trastear con resitencias, condensadores y soldador hasta las tantas... Pero he querido llamarle así sobre todo por lo siguiente: este ampli es lo que yo necesito. Todo lo que necesito. No sobra ni falta nada. Y en esto es como mi chica: nadie va a decirme qué le falta o qué le sobra. Podrán pensar lo que quieran, pero no decirme que es lo que para mí es perfecto.
Y ahora, ¡COMENZAMOS!