Pues yo siempre me fijo en el mástil en primer lugar.
Probarla es lo recomendable, pero si no tengo ocasión de probarla me fijo en el grosor, el perfil y el ancho de cejuela. Es la única pista para saber si me resultará cómoda al tocarla.
Si el mástil me resulta cómodo puedo adaptarme/modificar lo demás.
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Lo primero que me fijo es si me gusta el sonido desenchufada, asea el brillo y resonancia que produce el conjunto de maderas, para mi esto es lo mas importante.
Le sigue la geometria del mástil, a ver si se adapta a lo que me gusta (los V y soft V no son para mi).
Luego miro los detalles de construcción, si el cuerpo es de una pieza o de varias, que tipo de corte y veta lleva el mástil, lo vistoso de su tapa si lleva, o si es en color sólido miro si me atrae el color (aunque en esto suelo hacer una excepción).
Luego pruebo a fondo la estabilidad del tremolo y afinación en general (poco margen de error doy para esto).
Y por último a ver que tal suenan las pastillas en limpio y con poca gain. Si no me convencen y el mueble es bueno las puedo cambiar mas adelante, pero para hacerlo espero un tiempo porque aveces me termina molando unas que no tenia pensado utilizar nunca.
Doy por sentado que el ajuste general siempre lo termino modificando (mástil, acción, altura de pastillas) asi que a esto le doy menos importancia.
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Con el paso de los años y la experiencia acumulada, las preferencias son muy cambiantes.
La estetica que al principio era determinante, pasa a un segundo plano y pierde mucho peso.
Por el contrario hay otros elementos que adquieren mucha mas influencia. Se me ocurren unos cuantos, desde el mastil (fundamental en el conjunto de sus caracteristicas, perfil, grosor, radio,...) hasta las cualidades tonales que ofrece, punto este que termina siendo el de mayor importancia, con especial atencion a determinados matices de la paleta sonora, sin olvidar los ruidos, o mejor dicho la ausencia de estos, que en mi caso tiene una relevancia extrema. No admito ni tolero el mas minimo ruido, sea de la clase que sea. Tono y solo tono.
Como curiosidad, mi mejor guitarra, la que ocupa el primer lugar de mis preferencias en los mas de 40 años como guitarrista, es de un modelo por el que nunca senti especial atraccion y de un color que simplemente aborrecia.
Hasta llegar llegar a ella, tuve los modelos y colores que si me ponian, pero tras mas de treinta guitarras en propiedad y otras cuantas docenas de uso, la senda que marca el rumbo se abre paso por si misma. No llegue a ella por casualidad, han sido años de busqueda constante, de aprendizaje, descartes, decepciones y mucha pasta en el camino, para que negarlo. Es el precio del tono ideal, si es que eso existe.
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Para mí el primer factor es la estética, la guitarra me tiene que gustar estéticamente. Por ejemplo no me gustan nada las guitarras picudas o de aspecto muy moderno o vanguardista (Prince), me gustan las guitarras de corte clásico. Y los colores no deben ser tampoco muy estridentes, la pala también de corte clásico
A partir de ahí, que tengo muchos modelos donde elegir (Es335 o 339, Les Paul, SG, Telecaster, Duesenberg Starplayer, Gretch,...) me fijo mucho en que el mástil me resulte cómodo, no puedo con mástiles muy finos y tampoco puedo con los muy gordos
Luego ya bajando a otros detalles, no quiero diapasones con mucha curvatura (7,25") porque requieren más cuidado en el ajuste
No quiero pastillas muy cañeras
Los bigsby me encantan estéticamente pero son insufribles si cambias a menudo las cuerdas...
Y que no estén muy curradas, cada vez me gusta menos el relic
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Comodidad. He estado tentado por una Flying y no quiero andar peleándome con la postura. En ese saco entran las Explorers, Warlocks, Warriors, Kellys y similares.
El color me daba un poco igual pero he tenido algunos que eran para matar al fabricante y ahora no volvería a comprar el marrón que tuve en una Collings o el wine red de Gibson.
Me hice habitual de los mástiles gordos pero últimamente me voy a los medios.
En puentes aunque tengo alguna con Floyd o Bigsby, prefiero Tune-O-Matic o puente Strato.
No puedo con los trastes pequeños, ni con los extra jumbo.
En su día no quería radios de menos de 9.5 pero ahora tendría que verlo.
Lo primero para mí el precio, hasta dónde puedo llegar. A partir de ahí busco algo que se adecue lo máximo posible a las características que ando buscando en esos momentos.
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Primero el mástil. Fundamental. Si no es cómoda de tocar, para que seguir con sonidos, colores y demás. Que sea ligera, a no ser que vaya a tocar sentado, que es prácticamente, nunca, ya que la espalda no es lo que era. Luego configuración de pastillas y quizás la estética en general, aunque a mí, por desgracia, me gustan todas.
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-Lo primero en que me fijo es el precio. Detesto aquellas guitarras por las que hay que pagar un alto sobreprecio ridículo por el simple hecho de que tengan determinados logos en la pala.
-Comodidad: no puedo con los mástiles ultrafinos ni tampoco con los gordos de más. Me siento cómodo con los perfiles en C, modern C, thin U... El radio también es fundamental en mi elección: diría que el perfecto para mis gustos es el de 12", pero un 10 o un 14 también me resultan cómodos.
-Tono: si no me gusta cómo suena, no hay nada que hacer.
-Que tengan al menos una humbucker, pero mi configuración preferida es directamente HH, ya que soy sobre todo de "paulas" o "single cut".
-Que el puente sea fijo o, como mucho, con trémolo (me espantan los puentes flotantes floyd).
-Trastes: medium o jumbo. Pero vaya, los típicos 6105 son un estándar válido para mí. Si son de acero inox., mucho mejor.
-Que no sean picudas (flying, explorer, warlock, etc.) ni offset (jaguar, jazzmaster). No puedo con esos tipos de guitarras, no son para mí.
-Y desde luego, y no precisamente en último lugar, en la estética. Que tengan un acabado que me llene los ojos también aporta lo suyo.
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A mí que la guitarra sea fea me da igual. Se le acaba pillando cariño, siempre que sea cómoda y amable. Además, cuando le pillas cariño ya no te parece tan fea. Y como el precio también me importa, suelo huir de acabados lujosos que encarecen el producto sin aportar otra cosa que la estética. Para colmo, a veces el logotipo de la pala es en sí mismo un acabado lujoso. Lo cual ya me hace imposible considerar ciertas marcas, o ciertos "made in". Pero no es lo mismo usarla para hacerte fotos en la portada de un disco, que para tocar en tu cuarto. Para casa, es como la ropa que llevas puesta. Cómoda, asequible, confortable. La gente suele quitarse el traje cuando vuelve de la oficina, y ponerse el chandal. Yo que no voy a la oficina, no necesito el traje, ni la buena presencia. No sé si me he explicao.
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Primero el sonido, luego la comodidad y ergonomía, y por último la estética. Al final es un instrumento, es para hacer música.
Yo en como suenan los pal mute con distorsión
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