Si son usadas me fijo que al pasar la mano por el mástil por detrás no tengan golpes que molesten al tacto,
Por alguna razón preferí tener mas guitarras de segundo mano, lo que me permitió tener más guitarras y variedad de modelos.
También me fijo en que mi mente pueda ignorar que no habrá espacio para ponerla mientras estoy maquinando la compra. Esto es bastante difícil como esfuerzo, pues significa estar atento a algo que debo ignorar.
Yo igual digo una perogrullada, pero muchas veces voy con una idea a probar algo a una tienda y vuelvo con otra idea muy diferente. Incluso con la guitarra ya comprada.
Igual voy pensando en que me apetece X concepto (para mí es muy importante), como una strato clásica, una tele con un pedazo de twang, una superstrato para hacer metal... Y una vez probando... Pues qué quieres que te diga. A veces se baja el gas.
Yo en lo primero que me fijo al probar una guitarra es en que me sorprenda, en que me apetezca seguir probandola y pasar tiempo tocando. Que sea una reacción casi de amor a primera vista. Hay veces que simplemente esa reacción no aparece aunque vayas con el GAS por las nubes. Y otras veces que te sorprende una guitarra de una gama de entrada.
Para mí lo más importante es esto: ¿Cuando la pruebo me apetece seguir tocando? ¿Encuentro que puedo hacer cosas que no puedo hacer con otras? Si es así, ya sigo después con mi método de descarte.
Yo soy un promiscuo. Me gustan todas.
1
Todo influye. Por mucho que una guitarra suene increíble y se toque de lujo, si no me entra por los ojos no me la compro. Es una conjunción de elementos.
Yo soy un depravado, me gustan todas, y me fijo en sus c**** y sus t****...
Ah, que habláis de guitarras?
2
Lo primero la estética, si no me llama la atencion, no me fijo en ella.
Después, me interesa mucho la sensación al tocarla, he tenido guitarras que sonaban bien, y estéticamente me gustaban, pero me daban una sensación de "guitarra barata" que no me gustaba nada, sobretodo el tacto del mastil. La comodidad. Y por supuesto, el sonido.
Me fijo primero en su elegancia y atractivo clásico.
Después, al tenerla al regazo y enchufarla, que me traiga el sonido de los discos que tengo tatuados en la memoria.
Pues yo será que con el tiempo aparte de cambiar de ideas y estereotipos hasta llegar a pasar de casi todo, hay cosas que no he conseguido "superar"..XD, y como dice el creador de este post las palas 70 de Fender y las de Epiphone no puedo con ellas, no puedo, es imposible, y ya después de tanto tiempo para qué me voy a engañar, no me gustan y no me da igual...jajaja!
De todas formas si son nuevas en una tienda, en muchas décadas y centenares y centenares que cogido para ver que tal...sola unas pocas estaban tocables, solo unas pocas....y no es que sea exquisito ni epicúreo, un poco s,í qué coño, pero no llegan a 100 las guitarras que tenían una altura de cuerdas que a mi permitiera probarlas, cuerdas malas, pasadas, altura de pastillas, lijas de diapasón, trastes, mástiles perchaos (incluyendo guitaras top en tiendas top de muchos sitios)...en fin todo lo que ajusto para ver si la guitarra me gusta, que tampoco es tanto; y solo en algunos sitios me permitían ser un pelma que pide llaves allen, al menos, para ajustar algo...
La estética (forma, color y cosas que no son muy determinantes en la comodidad y/o el sonido) es tremendamente influyente en mi caso, con el tiempo cambias a veces a extremos, pero me ha hecho gracia lo de las palas....no puedo con esas 2, y algunas otras menos conocidas...es lo bueno de las sin pala, que por cierto hace años ni muerto me hubiera pillado una, y mira tú, tengo una y me encanta, pasé de la estética, que no era cuestión baladí y el resultado ha sido, sin mucha auto-sugestión( que siempre algo haaaaay...), muy bueno.
Saludos.