A mí me ocurrió una vez lo siguiente: intercambié una Cort que apenas usaba (tenía 3 pastillas singles y soy más de humbuckers) y algo de pasta por una "paula" Vintage V100. Grabamos ambos unos mini vídeos tocando con nuestras respectivas guitarras, nos mandamos bastantes fotos, y ambos estábamos conformes.
Pues bien, el día que nos vimos para el intercambio (habíamos quedado como a mitad de camino aproximado de donde vivíamos), el tipo me dio junto a la guitarra una bolsa en la que decía que iba la correa que usaba para colgarse su guitarra, y me la regalaba.
La bolsa ni la miré, porque tenía ganas de llegar a casa y probar la Vintage V100. La guitarra estaba bastante usada, pero en condiciones aceptables (mi Cort también llevaba sus horas de uso).
Pero cuando tras probar la guitarra y quedar satisfecho con ella, abrí la bolsa y cogí la correa... ¡¡qué asco me dio!! Literalmente, se me quedaron los dedos pegados a ella. La parte frontal estaba decente, pero la parte trasera tenía más porquería que un vertedero de basuras... Luego le mandé un whatsapp al tipo comentándoselo y me dijo que él casi siempre tocaba con el torso desnudo porque hacía mucho calor en el sótano de su casa donde tocaba. Es decir, que la correa debía de llevar su sudor acumulado durante años y años... Lo curioso es que la guitarra estaba limpita, pero lo de la correa no tenía nombre.
Le conté la anécdota a un colega del grupo con el que ensayaba por entonces, y me dijo que si la iba a tirar, él se la quedaba, porque era "de marca" y le interesaba. Se la di, me dijo que la lavó en varias ocasiones, pero que ni con esas consiguió quitarle la mugre acumulada y el olor tan "peculiar" y "característico" que tenía. Así que el que la acabó tirando a la basura fue él.
Es increíble hasta qué punto el ADN del dueño quedó plasmado en aquella correa guarra de narices...