Yo (puede ser por años y años de "deformación" escuchando blues mayormente), pero el caso es que la guitarra de jazz, en general, me produce a menudo poca cosa más que bostezos. Tengo "excepciones", claro.
Django Reinhardt. Y algunas cosas (algunas) de
Wes Montgomery (tiene, por ejemplo, un directo europeo de mediados de los 60 absolutamente bestial), de
Barney Kessell o de
Joe Pass (a estos dos últimos llegué a verlos en directo en España hace años). Ya sé que es una herejía decir esto, pero es lo que siento. En general, y salvo excepciones, repito, lo que es el guitarrista de jazz digamos "típico" (basado en Charlie Christian/Parker y Wes Montgomery) no me entusiasma.
Para mi gusto, es un problema de sonoridad, de tono, no de fraseo o de estilo: cuando escucho una de esas guitarras típicas "de jazz", me suena un tanto hueca e inane, siempre echo de menos el sonido de un saxo, una trompeta o incluso un buen piano ahí. Y me aburro. Y tengo que ponerme inmediatamente a escuchar algo de cualquier gran saxofonista o trompetista de jazz, que esos sí que me comunican "cosas".