Hola.
Me uno al hilo, contando mi escasa experiencia con las guitarras en general y las acústicas en particular.
Mi primera y única guitarra acústica hasta la fecha es una Alhambra W3 con tapa de abeto y aros y fondo de palosanto. Durante mucho tiempo fui reacio a probar guitarras Alhambra por su fama de guitarras duras y por su estética. Cuando por fin lo hice (una Alhambra W1) me di cuenta de que estas guitarras ganan bastante en persona y de que, sin ser lo más blandito del mundo, no son para nada incómodas de tocar. Estoy muy contento con ella. Quizá algún día la cambie por otra con un sonido más americano (o si me lo pudiera permitir, quedarme con las dos), pero por ahora cumple sus expectativas.
En cuanto a las cuerdas, monta unas D’addario fósforo-bronce 0,12-0,53. Me gusta el tacto que tienen, pero como han dicho antes, se apagan a la semana. Probé unas Martin que no me convencieron (se admiten recomendaciones).
Antes de decidirme probé unas cuantas: varias Tanglewood, Fender, Taylor 212 CE (la guitarra más cómoda que he probado), Ibanez, Takamine… Por aquella época estuve de luna de miel en Nueva York. Es una gozada poder probar cualquier guitarra del amplísimo repertorio que tienen por aquellos “lares” sin tener al dependiente encima de ti queriéndote vender lo que le da la gana o poniéndote mala cara. Guitarras que me llamaron la atención fueron la Martin D16GT, Martin D15 (entera de caoba, sonido muy peculiar, pero buscaba algo más versátil, por decirlo de alguna manera), Gibson Hummingbird y Gibson J45. Esta última es la guitarra que siempre he querido tener, por estética, sonido y tocabilidad. Estuve todo el viaje pensando en traérmela, pero entre que se salía mucho de mi presupuesto y el miedo con el tema del avión, aduanas y demás, me rajé.
Me uno al hilo, contando mi escasa experiencia con las guitarras en general y las acústicas en particular.
Mi primera y única guitarra acústica hasta la fecha es una Alhambra W3 con tapa de abeto y aros y fondo de palosanto. Durante mucho tiempo fui reacio a probar guitarras Alhambra por su fama de guitarras duras y por su estética. Cuando por fin lo hice (una Alhambra W1) me di cuenta de que estas guitarras ganan bastante en persona y de que, sin ser lo más blandito del mundo, no son para nada incómodas de tocar. Estoy muy contento con ella. Quizá algún día la cambie por otra con un sonido más americano (o si me lo pudiera permitir, quedarme con las dos), pero por ahora cumple sus expectativas.
En cuanto a las cuerdas, monta unas D’addario fósforo-bronce 0,12-0,53. Me gusta el tacto que tienen, pero como han dicho antes, se apagan a la semana. Probé unas Martin que no me convencieron (se admiten recomendaciones).
Antes de decidirme probé unas cuantas: varias Tanglewood, Fender, Taylor 212 CE (la guitarra más cómoda que he probado), Ibanez, Takamine… Por aquella época estuve de luna de miel en Nueva York. Es una gozada poder probar cualquier guitarra del amplísimo repertorio que tienen por aquellos “lares” sin tener al dependiente encima de ti queriéndote vender lo que le da la gana o poniéndote mala cara. Guitarras que me llamaron la atención fueron la Martin D16GT, Martin D15 (entera de caoba, sonido muy peculiar, pero buscaba algo más versátil, por decirlo de alguna manera), Gibson Hummingbird y Gibson J45. Esta última es la guitarra que siempre he querido tener, por estética, sonido y tocabilidad. Estuve todo el viaje pensando en traérmela, pero entre que se salía mucho de mi presupuesto y el miedo con el tema del avión, aduanas y demás, me rajé.