Es coña, os leo, es bastante interesante. Yo cuando improviso (generalmente al hacer solos) no tengo ni idea de lo que estoy haciendo, soy bastante ignorante en el tema teórico. agacho la cabeza, me voy moviendo por lo que conozco y pa´lante.
La improvisación: el gran mantra musical
Es coña, os leo, es bastante interesante. Yo cuando improviso (generalmente al hacer solos) no tengo ni idea de lo que estoy haciendo, soy bastante ignorante en el tema teórico. agacho la cabeza, me voy moviendo por lo que conozco y pa´lante.
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#26 Pues sí, en improvisación el que piensa pierde. Hay que aprender a desfocalizar. Como han dicho antes, y aunque parezca una contradicción, para improvisar hay que estar bien preparado. Has de aprender (si no las llevas de serie) a desfocalizar, a que la mano ejecute la música que emerge en tu (digamos) mente, a entrenar el oído en intervalos, escalas, tonalidades, a entrenar también el oído para escuchar a los demás. Ese tipo de cosas son muy importantes.
#21 #23 #25 #26 #27
Pues os dejo una reflexión veraniega, que me había descolgado estos días.
Soy muy escéptico con el tema de la improvisación, y creo que esta frase de @Jambala es clave.
El dilema de la improvisación es la confrontación entre leer música y hablar música. Dialogar o conversar musicalmente también requiere vocabulario, gramática y estructura sintáctica. Improvisar no es más que hablar (interpretar) espontáneamente el lenguaje musical adquirido previamente.
Hacerlo fluida y espontáneamente no lo convierte en un lenguaje diferente, ya te ciñas a la partitura o uses el lenguaje según te fluyen las ideas. Por supuesto que hay estados intermedios: partituras con cierta flexibilidad de interpretación, cifrados de acordes, partes abiertas y partes cerradas, improvisación libre… Incluso admito que hay estados de gracia; pero todo requiere lenguaje previamente adquirido.
Lo que viene después, lo habéis dicho ya, depende de la calidad del músico y de la inspiración, de las ocurrencias, que ha veces crean atmósferas deliciosas.
Y no digamos el don que hay que tener para que la gente opine que improvisas como las musas.
Otra cosa es la improvisación como ejercicio experimental o preparatorio, digamos que como los ejercicio fonéticos o de dicción. Algo de musicalidad puede salir de estos ejercicio, si, pero eso es ensayo, como decía @Jambala, y aquí me refería a otra cosa.
Saludos veraniegos!
Pues os dejo una reflexión veraniega, que me había descolgado estos días.
Soy muy escéptico con el tema de la improvisación, y creo que esta frase de @Jambala es clave.
Jambala escribió:Una buena improvisación hay que llevarla muy bien ensayada.
El dilema de la improvisación es la confrontación entre leer música y hablar música. Dialogar o conversar musicalmente también requiere vocabulario, gramática y estructura sintáctica. Improvisar no es más que hablar (interpretar) espontáneamente el lenguaje musical adquirido previamente.
Hacerlo fluida y espontáneamente no lo convierte en un lenguaje diferente, ya te ciñas a la partitura o uses el lenguaje según te fluyen las ideas. Por supuesto que hay estados intermedios: partituras con cierta flexibilidad de interpretación, cifrados de acordes, partes abiertas y partes cerradas, improvisación libre… Incluso admito que hay estados de gracia; pero todo requiere lenguaje previamente adquirido.
Lo que viene después, lo habéis dicho ya, depende de la calidad del músico y de la inspiración, de las ocurrencias, que ha veces crean atmósferas deliciosas.
Y no digamos el don que hay que tener para que la gente opine que improvisas como las musas.
Otra cosa es la improvisación como ejercicio experimental o preparatorio, digamos que como los ejercicio fonéticos o de dicción. Algo de musicalidad puede salir de estos ejercicio, si, pero eso es ensayo, como decía @Jambala, y aquí me refería a otra cosa.
Saludos veraniegos!
Reconozco el mérito que tienen los buenos improvisadores, para mi es directamente imposible hilar media docena de notas con un mínimo de sentido sin darles cuarenta vueltas antes. Asi que todo mi respeto a quienes si son capaces.
Por otro lado, también creo que, especialmente entre guitarristas, se sobrevalora un tanto la improvisación. No digo que no sea divertido, ni que no tenga un mérito enorme improvisar con soltura, pero de cara a la composición, creo que un solo o una melodía bien pensada, y trabajada con detenimiento, no tiene rival, como en cualquier otra cosa en la vida. No digo que en un momento de inspiración no te pueda salir una genialidad, pero un buen cuadro, una obra de arquitectura, un clásico del cine o una sinfonía, no se improvisan (aunque la improvisación puede tener un cierto papel en la creación), sino que se planifican, se prueban una y otra vez puliendo errores hasta que el proyecto brilla.
Tambien he conocido guitarristas que se refugian en sus dotes de improvisación para no dar un palo al agua y no ensayarse los temas... pero eso es otro cuento
Por otro lado, también creo que, especialmente entre guitarristas, se sobrevalora un tanto la improvisación. No digo que no sea divertido, ni que no tenga un mérito enorme improvisar con soltura, pero de cara a la composición, creo que un solo o una melodía bien pensada, y trabajada con detenimiento, no tiene rival, como en cualquier otra cosa en la vida. No digo que en un momento de inspiración no te pueda salir una genialidad, pero un buen cuadro, una obra de arquitectura, un clásico del cine o una sinfonía, no se improvisan (aunque la improvisación puede tener un cierto papel en la creación), sino que se planifican, se prueban una y otra vez puliendo errores hasta que el proyecto brilla.
Tambien he conocido guitarristas que se refugian en sus dotes de improvisación para no dar un palo al agua y no ensayarse los temas... pero eso es otro cuento
Yo creo que en la música se puede aplicar casi siempre principios propios del lenguaje hablado.
Por ejemplo:
-Alguien va a hablar en público. Puede llevar preparado un discurso o puede improvisar. O puede llevar preparada una estructura e improvisar sobre ella, llevar unas frases de emergencia preparadas por si se le va la olla o no se le ocurre nada destacable.
Hay quien lleva el discurso memorizado y lo suelta de forma natural, y hay quien se lo va inventando sobre el camino y tiene la capacidad de ir llevándote con las palabras hacia donde quiere. Cada uno es de una manera. En la música es lo mismo.
Todos los que hablamos ante el público deberíamos conocer unas cuantas figuras literarias, saber lo que es una metáfora, una ironía, un circunloquio... Pero, mientras estas hablando, lo normal debería ser que esas cosas salieran solas, sin tener que pensarlas.
En cualquier caso, lo mejor de la improvisación es que puede sorprender al propio músico y hacerlo increíblemente feliz. Y, si esa felicidad se trasmite al público, pues ya es la hostia.
Por ejemplo:
-Alguien va a hablar en público. Puede llevar preparado un discurso o puede improvisar. O puede llevar preparada una estructura e improvisar sobre ella, llevar unas frases de emergencia preparadas por si se le va la olla o no se le ocurre nada destacable.
Hay quien lleva el discurso memorizado y lo suelta de forma natural, y hay quien se lo va inventando sobre el camino y tiene la capacidad de ir llevándote con las palabras hacia donde quiere. Cada uno es de una manera. En la música es lo mismo.
Todos los que hablamos ante el público deberíamos conocer unas cuantas figuras literarias, saber lo que es una metáfora, una ironía, un circunloquio... Pero, mientras estas hablando, lo normal debería ser que esas cosas salieran solas, sin tener que pensarlas.
En cualquier caso, lo mejor de la improvisación es que puede sorprender al propio músico y hacerlo increíblemente feliz. Y, si esa felicidad se trasmite al público, pues ya es la hostia.
#30 Estoy de acuerdo. Hay sitio para todo, momentos de hacer un estribillo que está bien machacado en la banda y momentos para realizar pequeñas improvisaciones más fluidas. La capacidad de improvisar es un recurso más, y tiene otra sensación.
Por eso que se entiende mal lo que es la improvisación. La capacidad de inventiva al improvisar de un Keith Jarrett por ejemplo, eso es impagable, y desde luego no se puede comparar con un tipo que no sabe improvisar y toca notas a lo loco sin sentido.
En ciertos otros estilos de música tipo Beyoncé, Bon Jovi o Duran Duran, la improvisación no queda bien, la canciones deben estar bien preparadas al milímetro. Entonces no se espera, ni encaja. Pero estilos hay mil, y a veces es lo que te muestra realmente como es la mente del artista.
Por eso que se entiende mal lo que es la improvisación. La capacidad de inventiva al improvisar de un Keith Jarrett por ejemplo, eso es impagable, y desde luego no se puede comparar con un tipo que no sabe improvisar y toca notas a lo loco sin sentido.
En ciertos otros estilos de música tipo Beyoncé, Bon Jovi o Duran Duran, la improvisación no queda bien, la canciones deben estar bien preparadas al milímetro. Entonces no se espera, ni encaja. Pero estilos hay mil, y a veces es lo que te muestra realmente como es la mente del artista.
Tocaguitar escribió:Improvisar conlleva dejar que el subconsciente tome el control.
Exacto. No es inmediato. Normalmente uno empieza improvisando sabiendo lo que hace. Pensando. En terreno conocido. Con frases controladas, propias de nuestro vocabulario. Pero casi de repente y sin darte cuenta tu subconsciente toma el control, y dejas de hacer música para ser música. En ese momento no piensas, no controlas, no sabes. Es terreno desconocido, te flipas, tus manos van a su aire y cuando la cosa se acaba ha sido como un orgasmo, sientes como si regresaras a ti despues de haberte pegado un viaje de la ostia. Y es tan mágico que sabes que ese solo que te acabas de hacer es único e irrepetible. Nunca volverá a sonar igual. Nadie volverá a tocarlo jamás.
Y vuelves a recordar por qué amas tanto tocar un instrumento.
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