Creo que si ese diálogo existiera de veras,creo que muchos independentistas te aseguro que se lo replantearían. Me remito al documental que es claro, desde siempre se ha reivindicado a Tarradellas como el hombre que salvó a Cataluña, pero fíjate que el mismo amaba a España com el que más. Y Jordi Pujol aunque algunos no lo quieran creer también. Recuerda que ellos y unos cuantos más moldearon el nuevo país. Estos políticos, origen a parte desayunaban tostadas con café con leche y eran mas que felices con una buena tortilla.
Digamos que a mi modo de ver se sigue notando cada vez que los oigo hablar aquellos políticos que se acuerdan perfectamente donde estaba el país, antes de que ellos metieran mano, hablan incluso con miedo de que sabían que tenían una responsabilidad atroz y actuaban en consecuencia. El problema viene de los políticos que han crecido en el estado de abundancia, esos les es muy difícil ceder el trozo del pastel que han obtenido, sobre todo a base del esfuerzo de acumular riqueza de forma impropia, sin que además les hayan pasado factura desde los organismos judiciales, por no hablar que no tienen responsabilidad futura ninguna, para ellos solo existe el salvar su propio culo o el de su partido.
Existe una forma de sometimiento que se llama "indefensión aprendida", y es la forma en que se puede dominar a otro. Hazle creer a alguien que si nace pobre no puede aspirar nada en la vida y asi será. Despide al trabajador mas importante de tu empresa y los demás agacharán la cabeza y se resignarán.
El problema de los catalanes, es que ya sufrimos hace tiempo de la indefensión aprendida a la que fuimos sometidos por el "innombrable enano de los cojones". Cuando vimos la salida, y algunos nos dijeron que era posible, nos crecimos, como pueblo, como cultura, como colectivo. Eso significa que cualquier ataque por pequeño que sea a esa cultura, la vemos como otra forma de indefensión aprendida, y no digo que tengamos siempre razón. En el mismo documental aparece, que cuando se reunieron Tarradellas y Suárez, Suárez pensaba que todo había ido mal, y efectivamente así había sido, pero Tarradellas de alguna forma mintió a los periodistas diciendo que "todo iba bién". Por tanto Suárez vió en Tarradellas un verdadero aliado, y a partir de ahí empezaron a entenderse. Si uno no recula difícilmente lo haga el otro. Y entre medio, recordadlo todos, estamos nosotros, que parece que somos un claro ejemplo de que se puede llegar al entendimiento,