Después de un periodo de sequía, con mucho material en el almacén y hambre atrasada me decidí a meter mano a un kit tipo "PRS" muy defectuoso que tenía aparcado.
Para que os hagáis una idea: la tapa de arce no está alineada con el eje de la guitarra (las dos cachas trazaban una línea oblicua), además en algunas zonas la curva de la tapa deja ver la cola y los listones que conforman el cuerpo, el alma del mástil está desplazada del centro, lo que hace que el diapasón tenga una leve caída hacia la cejuela en dirección a la primera cuerda, los agujeros del clavijero completamente desalineados, los huecos de las pastillas no eran paralelos... en definitiva una pesadilla si se pretende hacer un trabajo fino.
Así que aplicando el dicho "hacer del defecto virtud" me propuse aprovechar los defectos estéticos resaltándolos, y solucionar los defectos de construcción (en la medida de lo posible) a base de "engañar al ojo" y confiando en que una vez vestida el conjunto resultara armónico.
1. Trabajando el cuerpo y pala.
Tras hacer los primeros garabatos paso las medidas para los cortes y taladros. En las fotos no se aprecian bien los defectos (unos "bocados" en la parte baja de la tapa, el ángulo de la junta y los "desportillados").
Para la pala pensé en combinar el "estilo de la casa" pero con las proporciones más parecidas a las palas de este tipo de guitarras. Curiosamente la base del mástil sí venía bastante bien terminada.
2. Cintilla, formón, escofina, lijadora y lija.
La parte que más me gusta, pese a las limitaciones trabajar en casa. A la pala había que cortarle unos milímetros más por un lado que por otro y el agujero del alma debía quedar completamente cubierto ya que, como se ve en la foto, está situado entre la segunda y la cuarta hendidura de la cejuela.
Suelo "quedarme corto" con la cintilla, ya que es más fácil afinar el trabajo a base de lima.
Un truco para estos casos de asimetría: estudia detenidamente el objeto (o el diseño) en una posición, boca arriba y boca abajo y luego repite la operación mirándolo reflejado de un espejo, así compensas el defecto del ojo y descubres los fallos de proporción que tu ojo no te deja ver. (Gracias D. Antonio Bujalance Gómez)
3. Agujeritos.
En este caso tenía un par de caprichos: cuerdas a través del cuerpo y pastillas atornilladas al cuerpo (una frikada!).
Siguiendo el dicho "mide dos veces, corta una" ajusté el mástil en su posición, medí, medí y marqué para hacer los agujeros del puente, los "bushings" superiores e inferiores y los pasantes de las pastillas (ahora aclararé este tema).
4. La sujeción de las pastillas.
Este "invento" viene motivado por varias cuestiones. La primera estética: no me gustan los marcos de plástico en determinadas guitarras, aunque reconozco las ventajas de la simplicidad y eficacia de este elemento, y segunda: siempre me ha gustado la solución de los bajos sin golpeador, en los que las pastillas se atornillan directamente a la madera, aunque esto conlleva una profundidad en la madera del cuerpo que no tienen la mayoría de las guitarras.
Conclusión: La trasera de la guitarra hará de "frame" y los muelles se instalarán por debajo de la pastilla, permitiendo así el ajuste (desde atrás) y que la pastilla mantenga la suspensión habitual empujada desde abajo por los muelles.
¿Ganaré sustain?, ¿se ajustarán bien posición y altura?. Esta era la guitarra ideal (por sus defectos) para probar.
unas fotillos del invento:
5. Presentando
No te fíes, no te fíes. Después de algunas experiencias bastante chungas he aprendido que una "presentación" de vez en cuando viene bien y nos da margen para corregir los defectos antes de que sea demasiado tarde. En este caso trabajaba sobre mi primera guitarra encolada (pánico terrible) que venía completamente desalineada y que había "compensado" prácticamente a ojo.
Dos gatos y un taco de madera, un juego de cuerdas viejo y los herrajes (sólo apuntados) para comprobar que las cuerdas van a donde deben y pasan por donde deben. Más nos vale comprobar todo esto bien antes de encolar, porque luego no hay vuelta atrás.
Ojo al alma, que está en Pekín, nunca mejor dicho.
Por lo demás todo va como debe ir.
6. "Pastraneando"
No voy a "soltar la charla", sólo comentar que los rebajes y los repasos con los formones, limas y lijas adecuadas facilitan muchísimo el trabajo.
(y para el que quiera más:
https://www.guitarristas.info/foros/flying-crowley-proyecto-tributo/128125
https://www.guitarristas.info/foros/montando-kits-lespaul-telecaster/119012
https://www.guitarristas.info/foros/grabado-plancha-metalicas/120682
fotos:
En este caso la ranura de la pala está rebajada de forma oblicua, para que el "embellecedor" cubra por completo el hueco del alma, así que quedará a ras en la punta y solapado junto a la cejuela.
7. Color.
Como comenté al principio, obligado por los defectos de fábrica en la tapa, me dediqué a acentuarlos, repasando sin piedad las zonas de la tapa donde había defectos y comiéndome distintas zonas de la tapa hasta que dejara ver la madera de debajo. Luego un laborioso repaso de lija para que el tacto quedara fino y uniforme.
Una mano de anilina de agua negra, aplicada con rodillo y otro repaso de lija para matar un poco el "repelo" y desgastar el color de las zonas "defectuosas". La poca uniformidad en el color de base y el acentuado van a darnos ese acabado "relic".
Lijo, seco y limpio, a por un par de manos de rojo.
8. Encolado.
Mucho respeto a pesar de tenerlo bastante estudiado y el material bien lijado y ajustado. Puede que este exceso de respeto me haya ayudado a realizarlo con soltura y haya propiciado un buen resultado final.
Cola Titebond y cantidad "la justa" para que el atornillado con los gatos no haga que la cola rebose por todos lados. Dos mártires de madera, uno estrecho para el interior del hueco de la pastilla y otro ancho, para repartir el apoyo en la parte trasera sin dejar marcas en la madera del cuerpo.
Una curiosidad: después de ver un buen montón de imágenes de este proceso tanto de compañeros del foro como de otras webs, me di cuenta de que la mayoría utilizaban tres, cuatro o más gatos o sargentas para fijar el encolado. Yo no encontré espacio físico para colocar más de dos, eso sí, haciendo una presión equilibrada y un muy buen contacto entre las piezas.
Al ser mi primera guitarra encolada no os puedo decir si el resultado es "mejorable" (que supongo que sí), pero mi sensación personal es de rigidez y solidez, pese a que las maderas son bastante más livianas que las de otras encoladas que he tenido el gusto de toquetear.
Me quedo bastante satisfecho de esta parte del trabajo.
Una fotos.
El sobrante de cola se retira bastante bien antes de que empiece a secar.
...y a dormir hasta mañana.
9. Acabando.
Como en otras ocasiones es la fase que me trae de cabeza. Suelo tener bastante claro el diseño y el estilo que busco, pero la fase de lacado y pulido de la gitarra se me hacen cuesta arriba. Si habéis leído otros post que he comenzado he tenido malas experiencias con lacados contratados en carpinterías y en pintores de coches, y mis incursiones con la gomalaca o el barniz y rodillo no han sido tampoco satisfactorias.
Este proyecto -inacabado aún- lo he parado tras dejarlo preparado para lacar. Me explico: Después de una primera mano de tapaporos y un lijado fino, he vuelto a repasar con una segunda y tercera mano de tapaporos y tres manos de lija de agua (800) hasta que ha quedado "dura" y con un tacto muy suave. A partir de aquí la he vestido para probarla sin miedo a deteriorarla, a la espera de tomar una decisión para el acabado final.
El "tema" me vino a la cabeza haciendo el recuento de las guitarras que habían pasado por mis mesa, unas treinta y pocas, así que esta sería "33", un número con muchas posibilidades. Así que después de unos días de dibujitos me preparé los negativos para unas "planchas masonas".
La guitarra con su tapaporos y los primeros repasos de lija:
Las planchas.
masonas, eh?
10. Concluyendo.
Ya he tenido la oportunidad de probarla, con todas las piezas de serie del kit, excepto los "bushings" el condensador de tono, los botones de los potenciómetros y los pines de la bandolera.
Empezando por arriba:
El clavijero es "el mejor de los malos", una imitación de Grover con un tacto aceptable, mucho mejor que otros clavijeros chinos que suele venir en estos productos
La cejuela es de plástico.. mala, mala, pero viene bastante bien ajustada (al menos en este caso)
Los trastes necesitan una "terapia de nivelado". Después de esto queda "tocable", pero sin lujos.
El diapasón se bebe todo el aceite de limón que le eches, pero no queda mal.
El ancho del mástil es quizá lo mejor de esta guitarra. Sin ser un "wizard" es bastante estrecho y cómodo y, una vez bien lijado, agradable y rápido. (salvando siempre las diferencias, claro).
El cuerpo, como he dicho, mal acabado, pero con una línea muy armoniosa, bien conseguida. Una lástima que no cuiden más el detalle.
Las pastillas de serie son cerradas tipo gibson, con una salida y cuerpo aceptable. Ningún ruido y bastante buen acabado para una pareja que no creo que valgan mas de 50 euros.
El puente es basto pero da el apaño. Al tener un ancho estándar, lo puedes cambiar cuando quieras por uno "de verdad". El stop-bar es de la misma calidad, aunque no lo he instalado.
Los potenciómetros (500k) tienen buen tacto (por ahora) y realizan bien su función, al igual que el conmutador. Ambos se pueden instalar y utilizar, pero es recomendable sustituirlos por componentes de mejor calidad. Los cables del kit son para tirarlos, mejor cablear con otros de mejor calidad.
El peso y el equilibrado de la guitarra son bastante buenos, no cabecea pese a tener un cuerpo ligero y estrecho y la postura es cómoda. Me recuerda a la Yamaha RGX 820Z.
En definitiva una guitarra que me ha proporcionado un montón de malos y buenos ratos en los que he aprendido y disfrutado y que espera un último empujón de laca (si al final no me decido por dejarla "faded"). Cómoda, ligera y tocable, perfecta para el sofá y apta para alguna pachanguita con los amigos. Sin demasiado cuerpo por la calidad de la madera y pastillas, pero con bastante "sustain" gracias a las cuerdas a traves del cuerpo, la tontería de las pastillas atornilladas y, sobretodo, el encolado.
En breve espero unas fotos de "la 33" terminada y unos comentarios más específicos sobre el feeling de los amiguetes que la prueben.
Un saludo y bienvenidos todos los comentarios.
Para que os hagáis una idea: la tapa de arce no está alineada con el eje de la guitarra (las dos cachas trazaban una línea oblicua), además en algunas zonas la curva de la tapa deja ver la cola y los listones que conforman el cuerpo, el alma del mástil está desplazada del centro, lo que hace que el diapasón tenga una leve caída hacia la cejuela en dirección a la primera cuerda, los agujeros del clavijero completamente desalineados, los huecos de las pastillas no eran paralelos... en definitiva una pesadilla si se pretende hacer un trabajo fino.
Así que aplicando el dicho "hacer del defecto virtud" me propuse aprovechar los defectos estéticos resaltándolos, y solucionar los defectos de construcción (en la medida de lo posible) a base de "engañar al ojo" y confiando en que una vez vestida el conjunto resultara armónico.
1. Trabajando el cuerpo y pala.
Tras hacer los primeros garabatos paso las medidas para los cortes y taladros. En las fotos no se aprecian bien los defectos (unos "bocados" en la parte baja de la tapa, el ángulo de la junta y los "desportillados").
Para la pala pensé en combinar el "estilo de la casa" pero con las proporciones más parecidas a las palas de este tipo de guitarras. Curiosamente la base del mástil sí venía bastante bien terminada.
2. Cintilla, formón, escofina, lijadora y lija.
La parte que más me gusta, pese a las limitaciones trabajar en casa. A la pala había que cortarle unos milímetros más por un lado que por otro y el agujero del alma debía quedar completamente cubierto ya que, como se ve en la foto, está situado entre la segunda y la cuarta hendidura de la cejuela.
Suelo "quedarme corto" con la cintilla, ya que es más fácil afinar el trabajo a base de lima.
Un truco para estos casos de asimetría: estudia detenidamente el objeto (o el diseño) en una posición, boca arriba y boca abajo y luego repite la operación mirándolo reflejado de un espejo, así compensas el defecto del ojo y descubres los fallos de proporción que tu ojo no te deja ver. (Gracias D. Antonio Bujalance Gómez)
3. Agujeritos.
En este caso tenía un par de caprichos: cuerdas a través del cuerpo y pastillas atornilladas al cuerpo (una frikada!).
Siguiendo el dicho "mide dos veces, corta una" ajusté el mástil en su posición, medí, medí y marqué para hacer los agujeros del puente, los "bushings" superiores e inferiores y los pasantes de las pastillas (ahora aclararé este tema).
4. La sujeción de las pastillas.
Este "invento" viene motivado por varias cuestiones. La primera estética: no me gustan los marcos de plástico en determinadas guitarras, aunque reconozco las ventajas de la simplicidad y eficacia de este elemento, y segunda: siempre me ha gustado la solución de los bajos sin golpeador, en los que las pastillas se atornillan directamente a la madera, aunque esto conlleva una profundidad en la madera del cuerpo que no tienen la mayoría de las guitarras.
Conclusión: La trasera de la guitarra hará de "frame" y los muelles se instalarán por debajo de la pastilla, permitiendo así el ajuste (desde atrás) y que la pastilla mantenga la suspensión habitual empujada desde abajo por los muelles.
¿Ganaré sustain?, ¿se ajustarán bien posición y altura?. Esta era la guitarra ideal (por sus defectos) para probar.
unas fotillos del invento:
5. Presentando
No te fíes, no te fíes. Después de algunas experiencias bastante chungas he aprendido que una "presentación" de vez en cuando viene bien y nos da margen para corregir los defectos antes de que sea demasiado tarde. En este caso trabajaba sobre mi primera guitarra encolada (pánico terrible) que venía completamente desalineada y que había "compensado" prácticamente a ojo.
Dos gatos y un taco de madera, un juego de cuerdas viejo y los herrajes (sólo apuntados) para comprobar que las cuerdas van a donde deben y pasan por donde deben. Más nos vale comprobar todo esto bien antes de encolar, porque luego no hay vuelta atrás.
Ojo al alma, que está en Pekín, nunca mejor dicho.
Por lo demás todo va como debe ir.
6. "Pastraneando"
No voy a "soltar la charla", sólo comentar que los rebajes y los repasos con los formones, limas y lijas adecuadas facilitan muchísimo el trabajo.
(y para el que quiera más:
https://www.guitarristas.info/foros/flying-crowley-proyecto-tributo/128125
https://www.guitarristas.info/foros/montando-kits-lespaul-telecaster/119012
https://www.guitarristas.info/foros/grabado-plancha-metalicas/120682
fotos:
En este caso la ranura de la pala está rebajada de forma oblicua, para que el "embellecedor" cubra por completo el hueco del alma, así que quedará a ras en la punta y solapado junto a la cejuela.
7. Color.
Como comenté al principio, obligado por los defectos de fábrica en la tapa, me dediqué a acentuarlos, repasando sin piedad las zonas de la tapa donde había defectos y comiéndome distintas zonas de la tapa hasta que dejara ver la madera de debajo. Luego un laborioso repaso de lija para que el tacto quedara fino y uniforme.
Una mano de anilina de agua negra, aplicada con rodillo y otro repaso de lija para matar un poco el "repelo" y desgastar el color de las zonas "defectuosas". La poca uniformidad en el color de base y el acentuado van a darnos ese acabado "relic".
Lijo, seco y limpio, a por un par de manos de rojo.
8. Encolado.
Mucho respeto a pesar de tenerlo bastante estudiado y el material bien lijado y ajustado. Puede que este exceso de respeto me haya ayudado a realizarlo con soltura y haya propiciado un buen resultado final.
Cola Titebond y cantidad "la justa" para que el atornillado con los gatos no haga que la cola rebose por todos lados. Dos mártires de madera, uno estrecho para el interior del hueco de la pastilla y otro ancho, para repartir el apoyo en la parte trasera sin dejar marcas en la madera del cuerpo.
Una curiosidad: después de ver un buen montón de imágenes de este proceso tanto de compañeros del foro como de otras webs, me di cuenta de que la mayoría utilizaban tres, cuatro o más gatos o sargentas para fijar el encolado. Yo no encontré espacio físico para colocar más de dos, eso sí, haciendo una presión equilibrada y un muy buen contacto entre las piezas.
Al ser mi primera guitarra encolada no os puedo decir si el resultado es "mejorable" (que supongo que sí), pero mi sensación personal es de rigidez y solidez, pese a que las maderas son bastante más livianas que las de otras encoladas que he tenido el gusto de toquetear.
Me quedo bastante satisfecho de esta parte del trabajo.
Una fotos.
El sobrante de cola se retira bastante bien antes de que empiece a secar.
...y a dormir hasta mañana.
9. Acabando.
Como en otras ocasiones es la fase que me trae de cabeza. Suelo tener bastante claro el diseño y el estilo que busco, pero la fase de lacado y pulido de la gitarra se me hacen cuesta arriba. Si habéis leído otros post que he comenzado he tenido malas experiencias con lacados contratados en carpinterías y en pintores de coches, y mis incursiones con la gomalaca o el barniz y rodillo no han sido tampoco satisfactorias.
Este proyecto -inacabado aún- lo he parado tras dejarlo preparado para lacar. Me explico: Después de una primera mano de tapaporos y un lijado fino, he vuelto a repasar con una segunda y tercera mano de tapaporos y tres manos de lija de agua (800) hasta que ha quedado "dura" y con un tacto muy suave. A partir de aquí la he vestido para probarla sin miedo a deteriorarla, a la espera de tomar una decisión para el acabado final.
El "tema" me vino a la cabeza haciendo el recuento de las guitarras que habían pasado por mis mesa, unas treinta y pocas, así que esta sería "33", un número con muchas posibilidades. Así que después de unos días de dibujitos me preparé los negativos para unas "planchas masonas".
La guitarra con su tapaporos y los primeros repasos de lija:
Las planchas.
masonas, eh?
10. Concluyendo.
Ya he tenido la oportunidad de probarla, con todas las piezas de serie del kit, excepto los "bushings" el condensador de tono, los botones de los potenciómetros y los pines de la bandolera.
Empezando por arriba:
El clavijero es "el mejor de los malos", una imitación de Grover con un tacto aceptable, mucho mejor que otros clavijeros chinos que suele venir en estos productos
La cejuela es de plástico.. mala, mala, pero viene bastante bien ajustada (al menos en este caso)
Los trastes necesitan una "terapia de nivelado". Después de esto queda "tocable", pero sin lujos.
El diapasón se bebe todo el aceite de limón que le eches, pero no queda mal.
El ancho del mástil es quizá lo mejor de esta guitarra. Sin ser un "wizard" es bastante estrecho y cómodo y, una vez bien lijado, agradable y rápido. (salvando siempre las diferencias, claro).
El cuerpo, como he dicho, mal acabado, pero con una línea muy armoniosa, bien conseguida. Una lástima que no cuiden más el detalle.
Las pastillas de serie son cerradas tipo gibson, con una salida y cuerpo aceptable. Ningún ruido y bastante buen acabado para una pareja que no creo que valgan mas de 50 euros.
El puente es basto pero da el apaño. Al tener un ancho estándar, lo puedes cambiar cuando quieras por uno "de verdad". El stop-bar es de la misma calidad, aunque no lo he instalado.
Los potenciómetros (500k) tienen buen tacto (por ahora) y realizan bien su función, al igual que el conmutador. Ambos se pueden instalar y utilizar, pero es recomendable sustituirlos por componentes de mejor calidad. Los cables del kit son para tirarlos, mejor cablear con otros de mejor calidad.
El peso y el equilibrado de la guitarra son bastante buenos, no cabecea pese a tener un cuerpo ligero y estrecho y la postura es cómoda. Me recuerda a la Yamaha RGX 820Z.
En definitiva una guitarra que me ha proporcionado un montón de malos y buenos ratos en los que he aprendido y disfrutado y que espera un último empujón de laca (si al final no me decido por dejarla "faded"). Cómoda, ligera y tocable, perfecta para el sofá y apta para alguna pachanguita con los amigos. Sin demasiado cuerpo por la calidad de la madera y pastillas, pero con bastante "sustain" gracias a las cuerdas a traves del cuerpo, la tontería de las pastillas atornilladas y, sobretodo, el encolado.
En breve espero unas fotos de "la 33" terminada y unos comentarios más específicos sobre el feeling de los amiguetes que la prueben.
Un saludo y bienvenidos todos los comentarios.